El problema de la inseguridad es uno de los dolores de cabeza de los gobiernos estatal y federal porque la realidad sigue imponiéndose a las festivas declaraciones oficiosas.
Que si bajan los índices de delitos, que si el sistema nacional de seguridad ubica en mejor posición al estado, que si ya dejamos de ser el primer lugar en asesinatos, que si ya no hay tantos feminicidios, que si…
El asunto es que los cortinazos, por ejemplo, ya no son exclusivos de Coatzacoalcos, pues ahora se extendieron a Minatitlán, donde al menos ha habido dos recientemente, a pesar de los operativos y de que unos delincuentes quedaron grabados en video.
Ayer, los delincuentes consumaron el noveno cortinazo en Coatzacoalcos y el segundo en la colonia Prócoro Alor de esa ciudad.
La preocupación en las altas esferas del gobierno, sobre todo en aquellas que tienen que ver con el tema, como la Secretaría de Seguridad Pública, es porque todos los días hay personas muertas por asesinato, ejecutadas, embolsadas, descuartizadas o víctimas de asalto.
Pero también porque el tiempo sigue avanzando y la percepción de inseguridad no mejora entre la población que constantemente recuerda las promesas de campaña de los candidatos a la gubernatura del estado y a la presidencia del país.
Ambos mandatarios, el federal y el estatal, ofrecieron en campaña atacar y resolver el problema de la inseguridad.
Ya en la presidencia, Andrés Manuel López Obrador vino a Veracruz a ofrecer que en seis meses daría resultados, cosa que no cumplió. Pasado ese plazo pidió que se le diera un año más y hasta la fecha tampoco se ve que bajen los delitos.
Por su parte, el gobernador Cuitláhuac García pidió dos años de gracia para que se vean los resultados de las acciones de su gobierno en el combate a la inseguridad. Ya cerró su primer año de administración y está cumpliendo un mes y medio del segundo y no se nota avance alguno.
Pues váyase resignando porque ambos mandatarios van a concluir sus administraciones y los veracruzanos seguiremos sufriendo la inseguridad, según sentenció el presidente de la mesa directiva del Congreso local Rubén Ríos Uribe.
El diputado de Morena, quien relevó en esa presidencia a José Manuel Pozos Castro, ha explicado que a países con menos población que Veracruz les ha llevado entre seis y diez años alcanzar la paz.
Este plazo del legislador Ríos contradice al presidente Andrés Manuel y al gobernador Cuitláhuac, quienes han planteado dos años para recuperar la paz.
O sea que los veracruzanos tenemos que resignarnos a seguir viviendo con inseguridad, con violencia y con miedo, porque ni siquiera los cinco años que les quedan a los sexenios presidencial y estatal alcanzarán para terminar con el problema.
A menos, claro, que el diputado admita que se equivocó.
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