/ viernes 24 de mayo de 2019

¿A dónde irán los 30 mil 958 jóvenes rechazados?; Sanidad Vegetal no la tiene fácil

Los jóvenes egresados de las universidades, tecnológicos, escuelas normales y otras escuelas técnicas enfrentan serios problemas para obtener un empleo formal, cualquiera que sea.

El panorama laboral se les complica más si quieren ejercer la profesión a la que le dedicaron años de estudio para prepararse.

Ya ni los posgrados son garantía de que una persona egresada de una maestría o un doctorado podrá ejercer su profesión de manera formal y bien remunerada.

Lo más grave de esta situación es que año con año aumenta el número de jóvenes que concluyen estudios profesionales a nivel licenciatura y de posgrado y no encuentran trabajo. Muchos de ellos ni siquiera logran alguna ocupación informal.

Por eso cuando se da a conocer que 45 mil 374 jóvenes presentarán examen de admisión porque quieren estudiar una carrera en la UV, surge la pregunta de a dónde irán los 30 mil 958 que serán rechazados.

Los jóvenes, que provienen de escuelas preparatorias, serán examinados el fin de semana para tratar de obtener uno de los 14 mil 416 lugares que ofrece la Universidad para el ciclo escolar 2019-2020.

Dos datos sobresalen en este marco del examen. Uno es que hubo un aumento de unos cuatro mil aspirantes, pues el año pasado presentaron examen 41 mil. Y otro, que la UV dio cabida a 16 mil y había anunciado que ingresarían unos 14 mil.

Este año quieren ingresar 45 mil 374 y la institución anuncia que hay cabida para sólo 14 mil 416 estudiantes. Qué bueno que la Universidad amplía el número de aceptados, pero aún con ese esfuerzo no puede dar cabida a todos los que quieren estudiar.

La pregunta es: ¿a dónde irán los casi 31 mil jóvenes que no podrán continuar sus estudios profesionales en la UV? Algunos buscarán espacio en algún instituto tecnológico, otros optarán por acercarse a alguna escuela normal y los que cuenten con recursos económicos o alguna beca podrán ingresar a una universidad privada.

Otros, lamentablemente, quedarán sin oportunidad para estudiar y se pondrán a trabajar en “lo que sea” y muy pocos tendrán la suerte de colocarse en un empleo formal y tal vez temporal.

Lo más lamentable es que muchos de esos jóvenes pasarán a engrosar las filas de la delincuencia, porque ni siquiera un empleo informal podrán alcanzar.

Así, la realidad.

Hasta la Ciudad de México ha tenido que viajar en repetidas ocasiones Ricardo Hernández Campos, presidente del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Veracruz, para gestionar los recursos que le permitan apoyar a los productores en campañas preventivas y en acciones para combatir las plagas que afectan a los cultivos.

No la tiene fácil porque los recursos oficiales se han reducido y las demandas de los ejidatarios para prevenir las plagas no cesan.

Ya vimos lo que ha pasado en Teocelo, por ejemplo, donde productores de café han optado por cultivar plátano en lugar del aromático, en parte porque sus plantas han sido afectadas por la roya.


Opine, comente e informe a los correos electrónicos srdonrene@gmail.com y rvalle@diariodexalapa.com.mx. Y en twitter@renedelvalleb. También puede leernos en la web site www.diariodexalapa.com.mx.

Los jóvenes egresados de las universidades, tecnológicos, escuelas normales y otras escuelas técnicas enfrentan serios problemas para obtener un empleo formal, cualquiera que sea.

El panorama laboral se les complica más si quieren ejercer la profesión a la que le dedicaron años de estudio para prepararse.

Ya ni los posgrados son garantía de que una persona egresada de una maestría o un doctorado podrá ejercer su profesión de manera formal y bien remunerada.

Lo más grave de esta situación es que año con año aumenta el número de jóvenes que concluyen estudios profesionales a nivel licenciatura y de posgrado y no encuentran trabajo. Muchos de ellos ni siquiera logran alguna ocupación informal.

Por eso cuando se da a conocer que 45 mil 374 jóvenes presentarán examen de admisión porque quieren estudiar una carrera en la UV, surge la pregunta de a dónde irán los 30 mil 958 que serán rechazados.

Los jóvenes, que provienen de escuelas preparatorias, serán examinados el fin de semana para tratar de obtener uno de los 14 mil 416 lugares que ofrece la Universidad para el ciclo escolar 2019-2020.

Dos datos sobresalen en este marco del examen. Uno es que hubo un aumento de unos cuatro mil aspirantes, pues el año pasado presentaron examen 41 mil. Y otro, que la UV dio cabida a 16 mil y había anunciado que ingresarían unos 14 mil.

Este año quieren ingresar 45 mil 374 y la institución anuncia que hay cabida para sólo 14 mil 416 estudiantes. Qué bueno que la Universidad amplía el número de aceptados, pero aún con ese esfuerzo no puede dar cabida a todos los que quieren estudiar.

La pregunta es: ¿a dónde irán los casi 31 mil jóvenes que no podrán continuar sus estudios profesionales en la UV? Algunos buscarán espacio en algún instituto tecnológico, otros optarán por acercarse a alguna escuela normal y los que cuenten con recursos económicos o alguna beca podrán ingresar a una universidad privada.

Otros, lamentablemente, quedarán sin oportunidad para estudiar y se pondrán a trabajar en “lo que sea” y muy pocos tendrán la suerte de colocarse en un empleo formal y tal vez temporal.

Lo más lamentable es que muchos de esos jóvenes pasarán a engrosar las filas de la delincuencia, porque ni siquiera un empleo informal podrán alcanzar.

Así, la realidad.

Hasta la Ciudad de México ha tenido que viajar en repetidas ocasiones Ricardo Hernández Campos, presidente del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Veracruz, para gestionar los recursos que le permitan apoyar a los productores en campañas preventivas y en acciones para combatir las plagas que afectan a los cultivos.

No la tiene fácil porque los recursos oficiales se han reducido y las demandas de los ejidatarios para prevenir las plagas no cesan.

Ya vimos lo que ha pasado en Teocelo, por ejemplo, donde productores de café han optado por cultivar plátano en lugar del aromático, en parte porque sus plantas han sido afectadas por la roya.


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