/ miércoles 7 de octubre de 2020

A-los niños con cáncer, ¿perdón?

Buen día, apreciado lector. No es solo consternación. No se trata de criticar porque sí, mire usted: el pasado 2 de octubre, el viernes anterior, circuló por las redes un video de más de nueve minutos de duración, sobre la situación de los niños con cáncer en Veracruz, que al parecer ninguna autoridad ha visto o emitido declaración al respecto.

En el video se advierte el rostro de un hombre algo desaliñado, demacrado, grabando sentado, un mensaje que es como un grito de desesperación e impotencia.

Se le observa apesadumbrado, pensando qué decir; pasa su mano derecha sobre nariz y boca, comenta que son las 5:30 de la madrugada. Saluda con mano abierta, se presenta, muestra credenciales, es Sergio Miguel Gómez Dorantes, médico oncólogo pediatra del Hospital de Alta Especialidad de Veracruz.

Se le nota muy cansado, pero aparentemente “en sus cabales”. Dice que le fascina su trabajo y que se puede hacer mucho por los niños con cáncer, pero que se han tenido amargas experiencias como el fallecimiento el día anterior de “un niño que no debió haber fallecido”.

Con rabia reprimida pregunta “a los grandes directivos de la salud en México, ¿cómo voy a manejar a los niños con cáncer?; cerraron Poza Rica, cerraron Río Blanco, cerraron Coatzacoalcos, el Centro Estatal de Cancerología (Cecan) de Xalapa tiene 30 pacientes en lista de espera”, mientras que en el Hospital Regional de Veracruz él sigue atendiendo infantes con esas patologías, pero hay desabasto de medicamentos.

Dice mucho más, su indignación es contagiosa y crece entre la sociedad; reprocha a las autoridades de todos los niveles no contar con los elementos para curar a los chiquitines desde hace más de seis meses; que los pagan los papás y él. Tiene 15 niños con leucemia, pero no le consiguen la medicina elemental para el tratamiento.

No señala culpables, pero advierte que si saben hacer su trabajo lo hagan o se hagan a un lado, que a partir de ese fin de semana “si los gobiernos no sueltan la lana” los papás tratarán de buscar recursos para salvar a sus niños y que si a él le quieren hacer algo por esta denuncia, está en el segundo piso del Hospital Regional de Veracruz, “y si me pasa algo les prometo que los papás de los niños de onco harán una pequeña revolución. No es un honor morir por Obrador”.

A unos pocos días de esto no se sabe que haya una respuesta oficial. Ojalá no se quede en pedir perdón a los niños con cáncer. Ojalá AMLO vea ese video, que todo indica no ha visto, no le han hablado del tema y ningún periodista le ha cuestionado. ¿Qué le pasa a los del gobierno?

gustavocadenamathey@gmail.com

Buen día, apreciado lector. No es solo consternación. No se trata de criticar porque sí, mire usted: el pasado 2 de octubre, el viernes anterior, circuló por las redes un video de más de nueve minutos de duración, sobre la situación de los niños con cáncer en Veracruz, que al parecer ninguna autoridad ha visto o emitido declaración al respecto.

En el video se advierte el rostro de un hombre algo desaliñado, demacrado, grabando sentado, un mensaje que es como un grito de desesperación e impotencia.

Se le observa apesadumbrado, pensando qué decir; pasa su mano derecha sobre nariz y boca, comenta que son las 5:30 de la madrugada. Saluda con mano abierta, se presenta, muestra credenciales, es Sergio Miguel Gómez Dorantes, médico oncólogo pediatra del Hospital de Alta Especialidad de Veracruz.

Se le nota muy cansado, pero aparentemente “en sus cabales”. Dice que le fascina su trabajo y que se puede hacer mucho por los niños con cáncer, pero que se han tenido amargas experiencias como el fallecimiento el día anterior de “un niño que no debió haber fallecido”.

Con rabia reprimida pregunta “a los grandes directivos de la salud en México, ¿cómo voy a manejar a los niños con cáncer?; cerraron Poza Rica, cerraron Río Blanco, cerraron Coatzacoalcos, el Centro Estatal de Cancerología (Cecan) de Xalapa tiene 30 pacientes en lista de espera”, mientras que en el Hospital Regional de Veracruz él sigue atendiendo infantes con esas patologías, pero hay desabasto de medicamentos.

Dice mucho más, su indignación es contagiosa y crece entre la sociedad; reprocha a las autoridades de todos los niveles no contar con los elementos para curar a los chiquitines desde hace más de seis meses; que los pagan los papás y él. Tiene 15 niños con leucemia, pero no le consiguen la medicina elemental para el tratamiento.

No señala culpables, pero advierte que si saben hacer su trabajo lo hagan o se hagan a un lado, que a partir de ese fin de semana “si los gobiernos no sueltan la lana” los papás tratarán de buscar recursos para salvar a sus niños y que si a él le quieren hacer algo por esta denuncia, está en el segundo piso del Hospital Regional de Veracruz, “y si me pasa algo les prometo que los papás de los niños de onco harán una pequeña revolución. No es un honor morir por Obrador”.

A unos pocos días de esto no se sabe que haya una respuesta oficial. Ojalá no se quede en pedir perdón a los niños con cáncer. Ojalá AMLO vea ese video, que todo indica no ha visto, no le han hablado del tema y ningún periodista le ha cuestionado. ¿Qué le pasa a los del gobierno?

gustavocadenamathey@gmail.com