El de atrás paga…
Al paso de los días, el neo gobernador del estado de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, estará caminando en el terreno minado que le dejó preparado su antecesor Miguel Ángel Yunes Linares, con fines que sólo conoce el exmandatario veracruzano, aunque el resto de los veracruzanos lo suponemos, tomando en cuenta que éste no tuvo la altura política para asistir a la democrática ceremonia de transición de poderes del sábado pasado.
En términos del lenguaje rural, Yunes Linares le dejó a García Jiménez varias “víboras chillando”, la mayoría de ellas relacionadas con cuentas por pagar y adeudos de cifras de más de seis ceros, adeudos que realmente dejó a los veracruzanos.
Como botones que sirvan de muestra, está el caso de los laudos promovidos por al menos 10 mil exempleados gubernamentales, que al ganar sus demandas laborales reclaman en conjunto algo así como cuatro mil millones de pesos, monto que se negó a pagar en su bienio Yunes Linares y que, por ende, heredó la obligación a su sucesor.
La determinación del pago por parte de esa entelequia llamada gobierno del estado de Veracruz la hizo la Suprema Corte de Justicia de la Nación, jurisprudencia que, para el antecesor de Cuitláhuac García Jiménez, fue lo mismo que un llamado a misa.
En ese mismo sentido, otro botón de muestra o “víbora chillando” que heredó a los veracruzanos el exmandatario veracruzano son los altos salarios que de última hora les autorizó a los empleados al servicio del gobierno estatal.
En los últimos dos meses de la administración yunista, los empleados al servicio del Gobierno del Estado recibieron aumentos salariales que iban del 30 al 40%, lo que por supuesto generó la alegría de quienes recibieron el incremento, a quienes sus jefes les decían que era gracias a la gestión del entonces gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, aunque no estaban seguros de que su sucesor Cuitláhuac García Jiménez se los respetara.
Esa abultada nómina de empleados al servicio del Poder Ejecutivo del estado de Veracruz y sus altos salarios es una herencia más para la actual administración estatal que inicia prácticamente sin recursos económicos y una larga, muy larga lista de adeudos por pagar.
QUE REGRESE… En el planeado retorno del yunismo para 2024, factor determinante lo será por supuesto el neo gobernador del estado Cuitláhuac García Jiménez y su LXV Legislatura, perdón, de los veracruzanos, pues allí se está cocinando por ejemplo, la posible remoción del fiscal Jorge Winckler Ortiz y de su maestro Marcos Even Torres Zamudio, fiscal anticorrupción, así como la recontra revisión de la cuenta pública 2017, que incluye obras millonarias realizadas en Veracruz, como la magna remodelación de banquetas del bulevar costero Manuel Ávila Camacho en la ciudad de Veracruz.
Sin embargo, habrá que ver de qué color pinta el expriista y expanista, ahora morenista José Manuel Pozos Castro, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la LXV Legislatura veracruzana, quien ya metió un autogol al tenderle la alfombra del Congreso del estado a Miguel Ángel Yunes Linares, quien, al comparecer ante esa soberanía, se impuso y hasta regañó a los legisladores morenistas que ni chistaron ante el embate del entonces todavía gobernador. Fue tan terso el asunto que dio pena ajena. Así de simple será la cosa mientras el multicolor Pozos Castro se encuentre al frente de la Jucopo.
guadalupehmar@yahoo.com
