Los abusos en contra turistas se ha convertido en práctica común en muchas ciudades que son visitadas por cientos o miles de personas, y lo que puede ser un aparente beneficio inmediato para quien lo comete, en realidad provocan un daño grave e irreversible a toda la industria.
Cuando esto sucede, de poco sirve realizar grandes campañas promocionales cuando éstas existen, pues las propias víctimas no retornan a estos sitios y se encargan de hacerle una mala publicidad.
No lo hacen en los hoteles o restaurantes acreditados, pero sí los agentes de Tránsito, taxistas o en palapas que ofrecen comidas y bebidas, con honrosas excepciones. Y se da este contexto para comentar un caso que ha sido difundido profusamente en redes sociales para exhibir al gerente de un conocido bar de los famosos Portales de Veracruz que trata de manera altanera a una mujer que, ante un cobro excesivo del consumo de un grupo de visitantes, pide que le detallen la cuenta, y no solamente se le niega ese derecho que le asiste a todo consumidor, el empleado o socio de ese negocio la ofende a gritos, y faltó poco para que la agrediera físicamente.
No se sabe el final de la historia, pero seguramente se hizo efectivo el cobro abusivo, a juzgar por la publicación del video.
Es un botón de muestra, y las autoridades, los propios prestadores de servicios, necesariamente deben prestar atención a este tipo de incidentes si en realidad hay interés de mantener y atraer al turismo; que su fama sea de que es un lugar de ensueño, paradisiaco, con extraordinaria gastronomía y gente amable, no de que se abusa de los fuereños, y peor, que fueron asaltados, extorsionados víctimas de cristalazos y de abusos por empleados de parquímetros.
Al turista debe cuidársele, como se hace en los grandes centros turísticos del país y del mundo. En Cancún, por ejemplo, el turista (y los peatones en general) pueden pasar tranquilamente por las rampas al cruzar las calles, con la certeza de que el automovilista respetará su paso y se detendrán; en París o Londres no hay quejas de tratos desagradables. Saben que el turista es importante, gasta y se benefician todos los que dependen de esa industria. ¿Qué hacer para evitar los abusos? En realidad existen reglas y sanciones, sólo que no se aplican por parte de quienes tienen la responsabilidad de hacer cumplir esas leyes.
La Profeco tiene las facultades para supervisar y sancionar, incluso con clausuras y cárcel, a los prestadores de servicios abusadores, y a la empresa Zeus en Veracruz que opera los estacionómetros; Tránsito del estado también tiene facultades para frenar la voracidad de los taxistas, pero por negligencia o hasta complicidad permanecen omisos a sus responsabilidades.
¿Usted ha observado algún puesto móvil en las zonas más concurridas que atienda cualquier tipo de quejas de los visitantes? No los hay, vaya, ni siquiera de orientación turística que tendría que ser una obligación primaria del gobierno, sea estatal o municipal.
Esperemos que en los próximos días las autoridades informen que intervinieron en el caso del bar de Los Portales y no quede solamente en la exhibida, pues como sucede en los casos de los delitos penales, si no se actúa conforme a la ley, esa impunidad genera que sigan cometiéndose cualquier hecho ilegal. Esperemos.
FELIZ NAVIDAD A LOS LECTORES
Pasada la Nochebuena, este día es Navidad. Nuestros mejores deseos a los lectores para que reine la armonía en sus hogares y esta fecha tan especial sirva no sólo para abrazar y sonreír, también para afianzar los valores que deben existir en la convivencia con nuestro circulo familiar y en la sociedad. Un gran abrazo.
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