/ miércoles 26 de septiembre de 2018

Academia y amistad

Próxima a cumplir medio siglo de egresada de nuestra querida Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana, la generación 66-70 de abogados regresó a su origen. El motivo: la presentación del libro Dogmática penal y política criminal, cuyo autor doctor Moisés Moreno Hernández es orgullosamente el más destacado iuspenalista de nuestra generación.

El acto fue organizado el viernes anterior (21/09) por los compañeros de estudios universitarios del doctor Moisés Moreno Hernández, como un tributo a su amistad, pero también como un reconocimiento a su sencillez de hombre sabio. Ha dedicado su vida fundamentalmente al estudio y la enseñanza: su impronta en nuestro estado la dejó a su paso como director de Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Veracruzana y como integrante de la comisión redactora del Código Penal de 1980. Su paso por la administración pública federal ha sido como el de las aves del poeta que cruzan el pantano y no se manchan. Promotor y defensor en México y América Latina de una importante corriente tudesca de las ciencias penales, ha contribuido al debate de las ideas en la materia. Jurista con elevados reconocimientos académicos y que, no obstante, hoy como ayer, se conduce con la bonhomía de siempre, convencido que la ciencia no es oropel para presumir, sino instrumento para servir. Nuestro estado con tradición de juristas de hondo saber tiene en Moisés Moreno Hernández un digno representante, ya que, aunque oaxaqueño por nacimiento, es veracruzano por adopción.

En materia penal durante los últimos años el debate se ha centrado en el proceso, con olvido de la ley penal. Moisés Moreno nos entrega una “síntesis de la dinámica histórica de la dogmática penal”, siendo, a decir de Raúl Zaffaroni, “la voz más autorizada en México para formularla”. Se ocupa de la dogmática penal, la política criminal y la relación entre ambas. Nos dice: “El rol más importante que podría desempeñar la dogmática penal, sobre todo en el ámbito de las realidades latinoamericanas, sería la de ser un instrumento para la contención del ejercicio del poder penal desde el momento mismo de generación de las leyes penales, para que desde allí pueda propiciar la adopción de criterios políticos criminales que respondan a las exigencias de un sistema penal de corte democrático”. Creo que a todos los involucrados en la procuración e impartición de justicia les sería muy útil su lectura.


evaz2010@hotmail.com


Próxima a cumplir medio siglo de egresada de nuestra querida Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana, la generación 66-70 de abogados regresó a su origen. El motivo: la presentación del libro Dogmática penal y política criminal, cuyo autor doctor Moisés Moreno Hernández es orgullosamente el más destacado iuspenalista de nuestra generación.

El acto fue organizado el viernes anterior (21/09) por los compañeros de estudios universitarios del doctor Moisés Moreno Hernández, como un tributo a su amistad, pero también como un reconocimiento a su sencillez de hombre sabio. Ha dedicado su vida fundamentalmente al estudio y la enseñanza: su impronta en nuestro estado la dejó a su paso como director de Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Veracruzana y como integrante de la comisión redactora del Código Penal de 1980. Su paso por la administración pública federal ha sido como el de las aves del poeta que cruzan el pantano y no se manchan. Promotor y defensor en México y América Latina de una importante corriente tudesca de las ciencias penales, ha contribuido al debate de las ideas en la materia. Jurista con elevados reconocimientos académicos y que, no obstante, hoy como ayer, se conduce con la bonhomía de siempre, convencido que la ciencia no es oropel para presumir, sino instrumento para servir. Nuestro estado con tradición de juristas de hondo saber tiene en Moisés Moreno Hernández un digno representante, ya que, aunque oaxaqueño por nacimiento, es veracruzano por adopción.

En materia penal durante los últimos años el debate se ha centrado en el proceso, con olvido de la ley penal. Moisés Moreno nos entrega una “síntesis de la dinámica histórica de la dogmática penal”, siendo, a decir de Raúl Zaffaroni, “la voz más autorizada en México para formularla”. Se ocupa de la dogmática penal, la política criminal y la relación entre ambas. Nos dice: “El rol más importante que podría desempeñar la dogmática penal, sobre todo en el ámbito de las realidades latinoamericanas, sería la de ser un instrumento para la contención del ejercicio del poder penal desde el momento mismo de generación de las leyes penales, para que desde allí pueda propiciar la adopción de criterios políticos criminales que respondan a las exigencias de un sistema penal de corte democrático”. Creo que a todos los involucrados en la procuración e impartición de justicia les sería muy útil su lectura.


evaz2010@hotmail.com