/ jueves 25 de febrero de 2021

Actualidades

Desde el silencio de mi alma se desprende la esencia del ser, del saber, del trascender, de amar y sentir con suficiente cariño a mi tierra querida, en la cual muchas historias y vidas han transcurrido.

Vivimos, respiramos, creamos, trabajamos o sutilmente nos fugamos, nos engolfamos en juegos anhelados, aunque distanciados, pero unidos por la vida, por mi dama querida, mi Xalapa consentida.

Los que somos xalapeños de cuño y raigambre, aquellos que tenemos hondas raíces familiares, los que hablamos de cantadito, como nos dicen en otros lugares, de repente despertamos y vemos la sacudida drástica que la ciudad y nosotros venimos sintiendo. Si no fuera por nuestra amplia capacidad de adaptación y civilidad, no seríamos tan de aquí, cuna de la cultura veracruzana, del control político y de la administración pública estatal.

Vislumbramos un panorama retador, se ha paralizado la actividad común de la Xalapa de siempre, y no por ello debemos inhibirnos, echarnos hacia atrás, sí podemos correlacionarnos desde la actividad moderada y los protocolos de sanidad, en lo sucesivo vigentes porque no sabemos cuánto tiempo más durarán.

He llegado a saber de varios casos de amigos y conocidos que fueron aquejados por la pandemia, en la mayoría de los casos la pueden aún contar, en unos cuantos sólo resta manifestar nuestras más sentidas condolencias. Creo que no hay que ser adivino para intuir que una de las mejores vacunas al caso a tratar, es la de los laboratorios Johnson& Johnson, aún en fase terminal de estudio científico.

América del norte comienza en México y desde Sudamérica así nos tienen conceptuados, de tal forma que junto a la vecindad con el poderoso imperio yanqui debemos ser prioridad sanitaria para ellos, no sólo para el gobierno de México. El presidente López Obrador debe estar haciendo un fuerte esfuerzo coordinado para el presente y futuro de la salud pública en nuestra amada patria. Anhela una vacuna, a la cual ya tuvo a bien bautizarla con el nombre de “Patria”, y a mi gusto le añadiría “Libertad”. El único dilema es que tal vacuna sólo está disponible en el poder de la intención.

Bien, aquí en Xalapa somos uno de los núcleos urbanos más afectados en todo el estado jarocho y se puede entender que no exista el suficiente abasto global de tales vacunas. Además, otro factor que deberá entrar en juego, poco más allá del mes de junio, será que la Cofepris autorice a los empresarios particulares poder ofertar las vacunas a precios establecidos y coherentes, ya que así la faculta el artículo 17 bis.

Dejar atrás el dilema electoral, anteponer la salud y evitarnos tantas fricciones desde adentro de las entrañas de México, de lo contrario podría ser otro año tirado al olvido, pero sobre todo, por las múltiples implicaciones sociales, económicas, psicológicas y demás que conlleva este fenómeno disruptivo y lacerante.

A diferencia de Trump, en EU se abre una puerta diferente con Joe Biden, que inicia con el acuerdo de la OTAN con Europa. Ha invitado a México a sumarse, pero nos lo impide nuestra neutralidad en los conflictos bélicos; México es pacifista. Así nuestra realidad actual, a la espera de promisorios horizontes.

El presidente López Obrador debe estar haciendo un fuerte esfuerzo coordinado para el presente y futuro de la salud pública en nuestra amada patria. Anhela una vacuna, a la cual ya tuvo a bien bautizarla con el nombre de “Patria”.

Desde el silencio de mi alma se desprende la esencia del ser, del saber, del trascender, de amar y sentir con suficiente cariño a mi tierra querida, en la cual muchas historias y vidas han transcurrido.

Vivimos, respiramos, creamos, trabajamos o sutilmente nos fugamos, nos engolfamos en juegos anhelados, aunque distanciados, pero unidos por la vida, por mi dama querida, mi Xalapa consentida.

Los que somos xalapeños de cuño y raigambre, aquellos que tenemos hondas raíces familiares, los que hablamos de cantadito, como nos dicen en otros lugares, de repente despertamos y vemos la sacudida drástica que la ciudad y nosotros venimos sintiendo. Si no fuera por nuestra amplia capacidad de adaptación y civilidad, no seríamos tan de aquí, cuna de la cultura veracruzana, del control político y de la administración pública estatal.

Vislumbramos un panorama retador, se ha paralizado la actividad común de la Xalapa de siempre, y no por ello debemos inhibirnos, echarnos hacia atrás, sí podemos correlacionarnos desde la actividad moderada y los protocolos de sanidad, en lo sucesivo vigentes porque no sabemos cuánto tiempo más durarán.

He llegado a saber de varios casos de amigos y conocidos que fueron aquejados por la pandemia, en la mayoría de los casos la pueden aún contar, en unos cuantos sólo resta manifestar nuestras más sentidas condolencias. Creo que no hay que ser adivino para intuir que una de las mejores vacunas al caso a tratar, es la de los laboratorios Johnson& Johnson, aún en fase terminal de estudio científico.

América del norte comienza en México y desde Sudamérica así nos tienen conceptuados, de tal forma que junto a la vecindad con el poderoso imperio yanqui debemos ser prioridad sanitaria para ellos, no sólo para el gobierno de México. El presidente López Obrador debe estar haciendo un fuerte esfuerzo coordinado para el presente y futuro de la salud pública en nuestra amada patria. Anhela una vacuna, a la cual ya tuvo a bien bautizarla con el nombre de “Patria”, y a mi gusto le añadiría “Libertad”. El único dilema es que tal vacuna sólo está disponible en el poder de la intención.

Bien, aquí en Xalapa somos uno de los núcleos urbanos más afectados en todo el estado jarocho y se puede entender que no exista el suficiente abasto global de tales vacunas. Además, otro factor que deberá entrar en juego, poco más allá del mes de junio, será que la Cofepris autorice a los empresarios particulares poder ofertar las vacunas a precios establecidos y coherentes, ya que así la faculta el artículo 17 bis.

Dejar atrás el dilema electoral, anteponer la salud y evitarnos tantas fricciones desde adentro de las entrañas de México, de lo contrario podría ser otro año tirado al olvido, pero sobre todo, por las múltiples implicaciones sociales, económicas, psicológicas y demás que conlleva este fenómeno disruptivo y lacerante.

A diferencia de Trump, en EU se abre una puerta diferente con Joe Biden, que inicia con el acuerdo de la OTAN con Europa. Ha invitado a México a sumarse, pero nos lo impide nuestra neutralidad en los conflictos bélicos; México es pacifista. Así nuestra realidad actual, a la espera de promisorios horizontes.

El presidente López Obrador debe estar haciendo un fuerte esfuerzo coordinado para el presente y futuro de la salud pública en nuestra amada patria. Anhela una vacuna, a la cual ya tuvo a bien bautizarla con el nombre de “Patria”.