/ jueves 6 de mayo de 2021

Adiós glaciares

Me causó mucha tristeza la noticia en la que se declara extinto el glaciar de Ayoloco, en la cumbre del Iztaccíhuatl, remontándome a mis años de alpinista, mi paso por el clan de rovers del grupo 7 de los scouts de México, el socorro alpino y el club exploraciones de México, habiendo disfrutado muchas veces de su presencia adornando el paisaje de la montaña, desde donde se alcanzaba a ver el imponente Popocatépetl, hacia el horizonte La Malinche y el Pico de Orizaba, y en un día claro se alcanzaba a ver el mar.

Su nombre proviene del náhuatl significando “en el corazón del agua”, y en efecto era una fuente del vital líquido que servía para preservar la flora y fauna del parque Izta Popo, de larga historia en la vida de nuestro país. Situado en el vientre de la mujer dormida, era la entrada al vértice que nos llevara hacia el pecho y la cabeza, pasando por la arista de luz, bellezas solo accesibles a muy pocas personas bien entrenadas, abriéndose paso en el hielo con su piolet y crampones.

El mes pasado, el grupo alpino de la UNAM colocó una placa alusiva a la desaparición del glaciar de manera irremediable en el sitio por donde bajaba la sábana de hielo, a 4 mil 626 metros sobre el nivel del mar y cerca del refugio Otis Mc Allister, sitio de descanso para los alpinistas. Desgracia que ha tenido consecuencias y continuará teniendo repercusiones importantes al ya no dotar de agua a la región. Otro glaciar que está en peligro de extinción es el del Citlaltépetl, o Pico de Orizaba, que también es una fuente muy importante de agua y que cada vez va mermando su extensión.

Ayoloco fue además de una fuente hídrica milenaria, inspiración de multitud de expresiones artísticas, entre las que destacan las obras del Dr. Atl. Y ¿por qué desapareció?, principalmente por la deforestación incontrolada y solapada por los gobiernos, aunado al cambio climático que el mundo está padeciendo y que ha ocasionado el deshielo en los polos, pérdida de hielo en Groenlandia, Islandia, países del norte y sur del mundo, incluido el glaciar Perito Moreno, en el sur de Argentina.

Mucho se ha intentado cambiar el avance del cambio climático con muy poco avance, sobre todo porque los países industrializados continúan quemando productos fósiles para abastecerse de energía, y aunque muchos de ellos han optado por las fuentes de energía limpia y renovable, aún es insuficiente, aunque ésta habrá de ser la principal fuente en los años futuros, dejando atrás la quema de carbón e hidrocarburos que además de contaminar el aire, han causado un grave daño a la atmósfera y a la cubierta de la capa de ozono, que nos protege de la radiación solar.

En la reciente reunión de mandatarios para tomar medidas que frenen el avance del cambio, acordaron poner tope en el 2030 para usar energías limpias, reforestar el planeta, proteger las fuentes de agua y cambiar la mentalidad de la gente para salvar este planeta azul, que es nuestra casa.

Ojalá y cumplamos, para que lo que nos queda de naturaleza se salve.

Mucho se ha intentado cambiar el avance del cambio climático con muy poco avance, sobre todo porque los países industrializados continúan quemando productos fósiles para abastecerse de energía.

Me causó mucha tristeza la noticia en la que se declara extinto el glaciar de Ayoloco, en la cumbre del Iztaccíhuatl, remontándome a mis años de alpinista, mi paso por el clan de rovers del grupo 7 de los scouts de México, el socorro alpino y el club exploraciones de México, habiendo disfrutado muchas veces de su presencia adornando el paisaje de la montaña, desde donde se alcanzaba a ver el imponente Popocatépetl, hacia el horizonte La Malinche y el Pico de Orizaba, y en un día claro se alcanzaba a ver el mar.

Su nombre proviene del náhuatl significando “en el corazón del agua”, y en efecto era una fuente del vital líquido que servía para preservar la flora y fauna del parque Izta Popo, de larga historia en la vida de nuestro país. Situado en el vientre de la mujer dormida, era la entrada al vértice que nos llevara hacia el pecho y la cabeza, pasando por la arista de luz, bellezas solo accesibles a muy pocas personas bien entrenadas, abriéndose paso en el hielo con su piolet y crampones.

El mes pasado, el grupo alpino de la UNAM colocó una placa alusiva a la desaparición del glaciar de manera irremediable en el sitio por donde bajaba la sábana de hielo, a 4 mil 626 metros sobre el nivel del mar y cerca del refugio Otis Mc Allister, sitio de descanso para los alpinistas. Desgracia que ha tenido consecuencias y continuará teniendo repercusiones importantes al ya no dotar de agua a la región. Otro glaciar que está en peligro de extinción es el del Citlaltépetl, o Pico de Orizaba, que también es una fuente muy importante de agua y que cada vez va mermando su extensión.

Ayoloco fue además de una fuente hídrica milenaria, inspiración de multitud de expresiones artísticas, entre las que destacan las obras del Dr. Atl. Y ¿por qué desapareció?, principalmente por la deforestación incontrolada y solapada por los gobiernos, aunado al cambio climático que el mundo está padeciendo y que ha ocasionado el deshielo en los polos, pérdida de hielo en Groenlandia, Islandia, países del norte y sur del mundo, incluido el glaciar Perito Moreno, en el sur de Argentina.

Mucho se ha intentado cambiar el avance del cambio climático con muy poco avance, sobre todo porque los países industrializados continúan quemando productos fósiles para abastecerse de energía, y aunque muchos de ellos han optado por las fuentes de energía limpia y renovable, aún es insuficiente, aunque ésta habrá de ser la principal fuente en los años futuros, dejando atrás la quema de carbón e hidrocarburos que además de contaminar el aire, han causado un grave daño a la atmósfera y a la cubierta de la capa de ozono, que nos protege de la radiación solar.

En la reciente reunión de mandatarios para tomar medidas que frenen el avance del cambio, acordaron poner tope en el 2030 para usar energías limpias, reforestar el planeta, proteger las fuentes de agua y cambiar la mentalidad de la gente para salvar este planeta azul, que es nuestra casa.

Ojalá y cumplamos, para que lo que nos queda de naturaleza se salve.

Mucho se ha intentado cambiar el avance del cambio climático con muy poco avance, sobre todo porque los países industrializados continúan quemando productos fósiles para abastecerse de energía.

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