/ miércoles 14 de marzo de 2018

Aflora la verdadera personalidad de Ricardo Anaya

Desacreditado en los medios de comunicación por la falta de transparencia en las operaciones inmobiliarias que convirtieron a Ricardo Anaya en multimillonario, ahora recurre a tomar como paño de lágrimas a líderes de las grandes potencias.

Así lo hizo con Ángela Merkel, primera ministra de Alemania, quien con una injustificada cortesía política recibió al candidato de la coalición PAN-PRD-MC, sirviendo de propaganda política para Anaya, quien ha de pensar que los electores mexicanos al ver sus fotografías con la señora Merkel van a emitir su voto por el panista de origen y al mismo tiempo debe pensar el candidato que la PGR dará “archivo” a la carpeta de investigación que lo mantiene en el banquillo de los acusados por lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y asociación delictuosa.

Lo cierto es que al conocerse la trayectoria de Ricardo Anaya y su vida dispendiosa durante los últimos 10 años han dado lugar a que el sospechosismo sobre sus virtudes lo deje descalificado e inhabilitado para contender por la presidencia de México. Aquí no aplica para justificar el enriquecimiento de Anaya lo dicho por su mentor Felipe Calderón Hinojosa en el sentido de que “haiga sido como haiga sido” Ricardo Anaya ha conseguido la candidatura de tres fuerzas políticas que lo llevaron a los cuernos de la Luna en la etapa de precampaña, aunque ahora ante los hechos que lo desacreditan lo han regresado a la triste realidad de un aspirante presidencial que cayó en la intención de voto hasta el tercer lugar, según las más recientes encuestas que se han publicado.

Los gritos y rechiflas de los apasionados promotores del voto de otros aspirantes mantienen a Ricardo Anaya con los nervios de punta y con la menor provocación se torna violento y desafiante ante las multitudes que lo rechazan, tal como le sucedió en su llegada al aeropuerto capitalino después de haberse tomado la foto con la señora Ángela Merkel, quien en vez de dialogar con sus detractores para convencerlos de sus virtudes, intentó arrebatar cartulinas y romperlas, lo que enardeció a ese grupo de ciudadanos que lo esperaban en el aeropuerto. Lo que sigue es que vuelva a presentarse en la PGR acompañado de Santiago Creel, de Dante Delgado y de Diego Fernández de Cevallos y exija al encargado de la PGR que archive la carpeta de investigación en su contra o que ejercite la acción penal con su detención inmediata y consignación ante el juzgado que resulte competente.


Desacreditado en los medios de comunicación por la falta de transparencia en las operaciones inmobiliarias que convirtieron a Ricardo Anaya en multimillonario, ahora recurre a tomar como paño de lágrimas a líderes de las grandes potencias.

Así lo hizo con Ángela Merkel, primera ministra de Alemania, quien con una injustificada cortesía política recibió al candidato de la coalición PAN-PRD-MC, sirviendo de propaganda política para Anaya, quien ha de pensar que los electores mexicanos al ver sus fotografías con la señora Merkel van a emitir su voto por el panista de origen y al mismo tiempo debe pensar el candidato que la PGR dará “archivo” a la carpeta de investigación que lo mantiene en el banquillo de los acusados por lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y asociación delictuosa.

Lo cierto es que al conocerse la trayectoria de Ricardo Anaya y su vida dispendiosa durante los últimos 10 años han dado lugar a que el sospechosismo sobre sus virtudes lo deje descalificado e inhabilitado para contender por la presidencia de México. Aquí no aplica para justificar el enriquecimiento de Anaya lo dicho por su mentor Felipe Calderón Hinojosa en el sentido de que “haiga sido como haiga sido” Ricardo Anaya ha conseguido la candidatura de tres fuerzas políticas que lo llevaron a los cuernos de la Luna en la etapa de precampaña, aunque ahora ante los hechos que lo desacreditan lo han regresado a la triste realidad de un aspirante presidencial que cayó en la intención de voto hasta el tercer lugar, según las más recientes encuestas que se han publicado.

Los gritos y rechiflas de los apasionados promotores del voto de otros aspirantes mantienen a Ricardo Anaya con los nervios de punta y con la menor provocación se torna violento y desafiante ante las multitudes que lo rechazan, tal como le sucedió en su llegada al aeropuerto capitalino después de haberse tomado la foto con la señora Ángela Merkel, quien en vez de dialogar con sus detractores para convencerlos de sus virtudes, intentó arrebatar cartulinas y romperlas, lo que enardeció a ese grupo de ciudadanos que lo esperaban en el aeropuerto. Lo que sigue es que vuelva a presentarse en la PGR acompañado de Santiago Creel, de Dante Delgado y de Diego Fernández de Cevallos y exija al encargado de la PGR que archive la carpeta de investigación en su contra o que ejercite la acción penal con su detención inmediata y consignación ante el juzgado que resulte competente.