/ martes 18 de febrero de 2020

Ahued, en el comal

Buen día apreciado lector: Que se sepa, don Ricardo Ahued Bardahuil no es una persona que le guste mucho atraer los reflectores.

A pesar de ser considerado un empresario exitoso en la capital del estado, su sencillez, honestidad y prudencia, como es sabido, lo han proyectado en meteórica carrera a la presidencia municipal de Xalapa, por el PRI, la senaduría y la Administración General de Aduanas en el país y quién sabe adónde más, con el gobierno morenista.

Por eso llama la atención una entrevista que acaba de conceder al portal crónica.com, del poderoso empresario de ascendencia libanesa (con razón) Jorge Kahwagi Gastine.

En nota de Daniel Blancas Madrigal con fecha 17 de los corrientes, se precisa que don Ricardo explica a ese diario su Proyecto 20-24, “que parte de un análisis de las carencias tecnológicas en las 49 aduanas del país. Plantea un centro de control y administración preciso, tipo empresarial, aunque reconoce déficit de mil 100 personas y estar sujeto al presupuesto”.

En su primera entrevista tras ocho meses en el cargo como lo precisa el reportero, señala que no podía ser otro el tema, “cuando el presidente de la República ha calificado al sector aduanero como uno de los más corruptos del país, y se ha referido al propio Ricardo, pese a su escasa experiencia en el ramo, “como un hombre incorruptible”. Con esa etiqueta llegó a la institución…”.

En la bien llevada, amena y muy interesante entrevista don Ricardo, sincero como siempre, revela: “El presidente es un buen hombre, pero cuidado y le falles. No voy a ser, a mi edad, el que le falle”.

Dice que él no le rehúye a su responsabilidad y que sin tener experiencia en aduanas, a ocho meses de asumir el encargo, “hoy estoy perfectamente enterado de todo lo que sucede, y ante un acto de corrupción no podría decir: yo no sabía, no me puedo hacer tarugo ni lavar las manos”.

Al reportero le parece que se percibe en él la determinación de no manchar su reputación ni a su familia:

“Pregúntale al sector empresarial, a CAAAREM (Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana), si he pedido algo a cambio de mi trabajo. Lo malo que yo haga, será un escándalo para mi familia y una marca, le rompo la madre, por eso ya me desprendí de lo material. Esto para mí es un sacrificio de vida, de familia, de dinero y de salud, y lo hago con gusto, ¿a poco no sería más placentero el Senado? Otra cosa, aquí caminas todos los días en un comal caliente y vives permanentemente en riesgo”.

Hasta aquí parte de una muy atractiva charla que bien vale la pena leer en la crónica.com.

Que haya paz, seguridad y armonía en su hogar. Cuide el agua y siembre y proteja las plantas por favor.

gustavocadenamathey@hotmail.com

Buen día apreciado lector: Que se sepa, don Ricardo Ahued Bardahuil no es una persona que le guste mucho atraer los reflectores.

A pesar de ser considerado un empresario exitoso en la capital del estado, su sencillez, honestidad y prudencia, como es sabido, lo han proyectado en meteórica carrera a la presidencia municipal de Xalapa, por el PRI, la senaduría y la Administración General de Aduanas en el país y quién sabe adónde más, con el gobierno morenista.

Por eso llama la atención una entrevista que acaba de conceder al portal crónica.com, del poderoso empresario de ascendencia libanesa (con razón) Jorge Kahwagi Gastine.

En nota de Daniel Blancas Madrigal con fecha 17 de los corrientes, se precisa que don Ricardo explica a ese diario su Proyecto 20-24, “que parte de un análisis de las carencias tecnológicas en las 49 aduanas del país. Plantea un centro de control y administración preciso, tipo empresarial, aunque reconoce déficit de mil 100 personas y estar sujeto al presupuesto”.

En su primera entrevista tras ocho meses en el cargo como lo precisa el reportero, señala que no podía ser otro el tema, “cuando el presidente de la República ha calificado al sector aduanero como uno de los más corruptos del país, y se ha referido al propio Ricardo, pese a su escasa experiencia en el ramo, “como un hombre incorruptible”. Con esa etiqueta llegó a la institución…”.

En la bien llevada, amena y muy interesante entrevista don Ricardo, sincero como siempre, revela: “El presidente es un buen hombre, pero cuidado y le falles. No voy a ser, a mi edad, el que le falle”.

Dice que él no le rehúye a su responsabilidad y que sin tener experiencia en aduanas, a ocho meses de asumir el encargo, “hoy estoy perfectamente enterado de todo lo que sucede, y ante un acto de corrupción no podría decir: yo no sabía, no me puedo hacer tarugo ni lavar las manos”.

Al reportero le parece que se percibe en él la determinación de no manchar su reputación ni a su familia:

“Pregúntale al sector empresarial, a CAAAREM (Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana), si he pedido algo a cambio de mi trabajo. Lo malo que yo haga, será un escándalo para mi familia y una marca, le rompo la madre, por eso ya me desprendí de lo material. Esto para mí es un sacrificio de vida, de familia, de dinero y de salud, y lo hago con gusto, ¿a poco no sería más placentero el Senado? Otra cosa, aquí caminas todos los días en un comal caliente y vives permanentemente en riesgo”.

Hasta aquí parte de una muy atractiva charla que bien vale la pena leer en la crónica.com.

Que haya paz, seguridad y armonía en su hogar. Cuide el agua y siembre y proteja las plantas por favor.

gustavocadenamathey@hotmail.com