La llamada sociedad civil tiene que, en México, dar el paso que no ha querido: involucrarse de lleno en la política, pues los partidos no cambian... ni cambiarán.
Los partidos políticos no la representan, ni el que está en el gobierno ni los opositores. Van en dirección distinta a lo que reclaman amplios sectores de la sociedad mexicana.
El partido en el gobierno para empezar ni es partido, es una copia de lo que fue el PRI. En Morena hay grupos disputándose candidaturas y poderes regionales, pero finalmente se hace lo que dice el caudillo.
No hay democracia. Prácticamente todo proviene de la línea trazada desde las alturas, por quien finalmente tiene el poder para premiar o castigar.
Lo vimos en vivo recientemente en Veracruz. Manuel Huerta, el exdelegado de Bienestar, y Patrocinio Cisneros, exsecretario de Gobierno, estuvieron por encima en las famosas pero falsas encuestas de Morena, sin embargo, el dedazo estaba preparado para la entonces secretaria de Energía, Rocío Nahle, y todo fue acomodado para que fuera candidata a la gubernatura.
Cuentan que aún en la víspera de los resultados de la encuesta Patrocinio tenía la confianza de que ésta sería confiable y respetada. Uff, pecó de ingenuo y su frustración fue mayor al ser enviado al lejano tercer lugar, al más puro estilo morenista para castigar a los rebeldes.
¿Y cuánta democracia hubo en Veracruz para nominar a los candidatos a diputados locales y federales de Morena? Las bases del Movimiento de Regeneración Nacional conocen muy bien eso.
En la oposición hace tiempo que están extraviados y cada vez se colocan más lejos de los reclamos y anhelos de millones de mexicanos.
La democracia, en el PRI, PAN y PRD siguen sin conocerla (por lo que hace al último mencionado ya se fue sin practicarla), basta ver los nombres de la mayoría de los que serán diputados y senadores por la vía plurinominal.
¿Y recuerdas lector alguna propuesta buena y en concreto proveniente de esas organizaciones, en las campañas recién concluidas, relacionada con los problemas fuertes, sociales y económicos, que vives a diario?
Federico Salomón Molina, dirigente estatal del PAN, se perdió durante las campañas. Sí bien Acción Nacional fue el que más aportó a la alianza opositora, no pudo articular todo el potencial panista ni ganar adeptos.
Adolfo Ramírez, del PRI, no supo qué hacer, salvo que dar una que otra declaración. Impuesto por Alejandro Moreno, actual dueño del priismo, ni siquiera aglutinó lo que queda del PRI en el estado.
El acabose estuvo en el PRD, donde su dirigente, Sergio Cadena, en su pueblo, Catemaco, apenas logró unos 800 votos (en 2021 el perredismo obtuvo alrededor de 4850). Ante ese hecho no hay más que agregar.
De la sociedad civil deben surgir los liderazgos que hacen falta para que los ciudadanos estén mejor representados en los poderes institucionales, pero eso es complicado porque no quieren mezclarse con la política y porque cuando se deciden los partidos los obstaculizan.