/ domingo 5 de noviembre de 2023

Alfa y omega, dos polaridades

Arrepentirnos de lo ya hecho, por principio lo no bien hecho, lo desestructurado en nuestras vidas, a eso llamamos experiencia, lo positivo igual cuenta, pero la tendencia es a magnificar los yerros.

Ser proclive a ver demasiado dentro del abismo es algo riesgoso, nuestras naves vivenciales pueden ser consumidas en aquel hoyo negro del cual no hay escapatoria. Una condición de vida es valorar aquello que tenemos, luchar por lo alcanzable, ser felices dentro de los márgenes que hayamos podido construir; de lo contrario la insatisfacción hará presa fácil de nosotros, no hablo de conformismo, me da gusto que mis conocidos y amigos progresen, me da felicidad la salud que desarrollen en sus entornos.

El alfa y el omega son representativos del principio y el final tan necesario de algo, de alguien, implican el arranque, la carrera y el final u objetivo último de las utilidades de la vida productiva de nosotros como individuos, o de las cosas que debemos olvidar, retirar, quitar, o sencillamente guardar en la memoria bajo un respetuoso silencio, y que es aquello que damos en llamar lo viejo, o lo nuevo que se corta por fallos o enfermedades quizá evitables.

Egipcios, creían que sus faraones eran dioses vivos, de ahí proviene la expresión “obras faraónicas”, las pirámides en Egipto se construyeron para desafiar el paso del tiempo y lo efímero de la existencia, creándose la copia occidental de los mausoleos, que son departamentales familiares donde se depositan por lo regular a un linaje determinado de alguna familia prominente, y la urna guarda un llamado: “del polvo provenimos y al polvo hemos de regresar”.

El ave Fénix ejemplifica el renacimiento de quienes han partido, tal ave estuvo presente en el edén y convenció a comer de la manzana del bien y del mal a más criaturas, excepto el Chol se resistió a hacerlo, por ello se le otorgó la vida eterna, viviendo en paz por mil años, para luego renacer y repetir el ciclo.

Lo anterior no es mera casualidad para desafiar a un alfa y al omega, como principio y final de todas las cosas, el nazismo se lo copio y prometió un Reich o imperio milenario, también copio la “esvástica” o cruz gamada, que significa “buena fortuna” o “bienestar. Igual los estandartes del imperio romano, pero no se cuenta que la cruz gamada no fue patentada por ellos, sino ensuciada por su propaganda y actos infrahumanos que desvalorizaron muchísimas cosas más.

Hacemos política por necesidad, se hace para evitar las guerras, para ponernos medianamente de acuerdo, la política es necesaria como un medio de entendimiento y desarrollo dentro de las sociedades de todos tipos, porque sencillamente tenemos un principio y un final, pero lo mejor es aportar principios para lograr objetivos finales y congruentes con las necesidades para construir una mejor sociedad.

El señor presidente AMLO ha sido el ejecutivo federal con más críticas e incluso –situación lamentable- lo han ofendido en su dignidad humana, él tiene mucho apoyo en todo el país, viene la renovación del poder ejecutivo federal, también de varias gubernaturas; el romance de los primeros 2 años de gobierno pasó, y se emprende la recta final pero sin su figura y nombre en las urnas. Lo cual nos indica que un ciclo se ha cumplido y que otra vertiente reflejada en otra persona será donde recaiga el poder público; de tal modo hemos entrado al entramado democrático por la renovación y reinicio de planes para todos en nuestro México y su futuro.

Arrepentirnos de lo ya hecho, por principio lo no bien hecho, lo desestructurado en nuestras vidas, a eso llamamos experiencia, lo positivo igual cuenta, pero la tendencia es a magnificar los yerros.

Ser proclive a ver demasiado dentro del abismo es algo riesgoso, nuestras naves vivenciales pueden ser consumidas en aquel hoyo negro del cual no hay escapatoria. Una condición de vida es valorar aquello que tenemos, luchar por lo alcanzable, ser felices dentro de los márgenes que hayamos podido construir; de lo contrario la insatisfacción hará presa fácil de nosotros, no hablo de conformismo, me da gusto que mis conocidos y amigos progresen, me da felicidad la salud que desarrollen en sus entornos.

El alfa y el omega son representativos del principio y el final tan necesario de algo, de alguien, implican el arranque, la carrera y el final u objetivo último de las utilidades de la vida productiva de nosotros como individuos, o de las cosas que debemos olvidar, retirar, quitar, o sencillamente guardar en la memoria bajo un respetuoso silencio, y que es aquello que damos en llamar lo viejo, o lo nuevo que se corta por fallos o enfermedades quizá evitables.

Egipcios, creían que sus faraones eran dioses vivos, de ahí proviene la expresión “obras faraónicas”, las pirámides en Egipto se construyeron para desafiar el paso del tiempo y lo efímero de la existencia, creándose la copia occidental de los mausoleos, que son departamentales familiares donde se depositan por lo regular a un linaje determinado de alguna familia prominente, y la urna guarda un llamado: “del polvo provenimos y al polvo hemos de regresar”.

El ave Fénix ejemplifica el renacimiento de quienes han partido, tal ave estuvo presente en el edén y convenció a comer de la manzana del bien y del mal a más criaturas, excepto el Chol se resistió a hacerlo, por ello se le otorgó la vida eterna, viviendo en paz por mil años, para luego renacer y repetir el ciclo.

Lo anterior no es mera casualidad para desafiar a un alfa y al omega, como principio y final de todas las cosas, el nazismo se lo copio y prometió un Reich o imperio milenario, también copio la “esvástica” o cruz gamada, que significa “buena fortuna” o “bienestar. Igual los estandartes del imperio romano, pero no se cuenta que la cruz gamada no fue patentada por ellos, sino ensuciada por su propaganda y actos infrahumanos que desvalorizaron muchísimas cosas más.

Hacemos política por necesidad, se hace para evitar las guerras, para ponernos medianamente de acuerdo, la política es necesaria como un medio de entendimiento y desarrollo dentro de las sociedades de todos tipos, porque sencillamente tenemos un principio y un final, pero lo mejor es aportar principios para lograr objetivos finales y congruentes con las necesidades para construir una mejor sociedad.

El señor presidente AMLO ha sido el ejecutivo federal con más críticas e incluso –situación lamentable- lo han ofendido en su dignidad humana, él tiene mucho apoyo en todo el país, viene la renovación del poder ejecutivo federal, también de varias gubernaturas; el romance de los primeros 2 años de gobierno pasó, y se emprende la recta final pero sin su figura y nombre en las urnas. Lo cual nos indica que un ciclo se ha cumplido y que otra vertiente reflejada en otra persona será donde recaiga el poder público; de tal modo hemos entrado al entramado democrático por la renovación y reinicio de planes para todos en nuestro México y su futuro.