/ jueves 12 de julio de 2018

Alfabetización en Veracruz

El analfabetismo constituye uno de los principales problemas del sistema educativo; si bien este hecho por sí solo debe ser motivo de preocupación para el nuevo gobierno mexicano, debe serlo todavía más para el del estado de Veracruz, pues éste presenta uno de los mayores índices de analfabetismo (12.02 %) respecto de las demás entidades federativas. Se ubica entre los cuatro estados con mayores porcentajes de adultos iletrados en proporción a su población total, después de Chiapas (18.41%), Guerrero (17.53 %) y Oaxaca (16.92%). Con estos datos se ubica por arriba de la media nacional, que es de 6.31%.

Los programas de alfabetización han sido los instrumentos tradicionalmente utilizados para combatir este problema. Cuando funcionan efectivamente ayudan a decrementar el índice de analfabetas, pero en ocasiones puede llegar a producir resultados opuestos, específicamente, cuando carecen de las características esenciales para establecer los repertorios académicos de manera eficiente y no son motivantes para el adulto.

En Veracruz se requiere de un método de alfabetización con características propias, diferente al nacional, que enseñe la lecto-escritura de manera rápida y efectiva y al cual puedan acceder los jóvenes y adultos iletrados que habitan tanto en zonas urbanas como rurales, particularmente en estas últimas.

Un método como el señalado debe reunir ciertas cualidades que permitan al adulto aprender a leer y escribir con el menor número posible de apoyos y fuertemente arraigado al contexto social donde habitan, a saber: sin requerir forzosamente de un salón de clases, un pizarrón, materiales didácticos complementarios, etcétera, pero principalmente sin la necesidad de un maestro con formación profesional en la docencia o un estudiante de educación media capacitado como alfabetizador, para la enseñanza de dichos repertorios.

Además el proceso de alfabetización debe tomar en cuenta los factores externos que favorecen la existencia del analfabetismo en nuestro estado para tener éxito, como la dispersión demográfica, ya que 89.8% de las localidades cuenta con una población menor de 500 habitantes.

La insuficiente cobertura de las vías de comunicación, que no propicia la integración económica y social de los habitantes del estado, lo que dificulta el suministro de los servicios más indispensables como son salud, vivienda, educación, etcétera.

Los núcleos de población que no hablan español. Esta población corresponde a las 12 etnias asentadas en grupos dispersos en el territorio estatal.

La inmigración a Veracruz de familias que no saben leer ni escribir, en temporadas de siembra y cosecha de productos del campo, para trabajar como jornaleros.

En este contexto se requieren estrategias para alfabetizar, que permitan hacer frente a la problemática independientemente de que los factores desencadenantes se ubiquen fuera del ámbito propiamente educativo. Ese es el reto próximo.

carlos_jorge27@hotmail.com

El analfabetismo constituye uno de los principales problemas del sistema educativo; si bien este hecho por sí solo debe ser motivo de preocupación para el nuevo gobierno mexicano, debe serlo todavía más para el del estado de Veracruz, pues éste presenta uno de los mayores índices de analfabetismo (12.02 %) respecto de las demás entidades federativas. Se ubica entre los cuatro estados con mayores porcentajes de adultos iletrados en proporción a su población total, después de Chiapas (18.41%), Guerrero (17.53 %) y Oaxaca (16.92%). Con estos datos se ubica por arriba de la media nacional, que es de 6.31%.

Los programas de alfabetización han sido los instrumentos tradicionalmente utilizados para combatir este problema. Cuando funcionan efectivamente ayudan a decrementar el índice de analfabetas, pero en ocasiones puede llegar a producir resultados opuestos, específicamente, cuando carecen de las características esenciales para establecer los repertorios académicos de manera eficiente y no son motivantes para el adulto.

En Veracruz se requiere de un método de alfabetización con características propias, diferente al nacional, que enseñe la lecto-escritura de manera rápida y efectiva y al cual puedan acceder los jóvenes y adultos iletrados que habitan tanto en zonas urbanas como rurales, particularmente en estas últimas.

Un método como el señalado debe reunir ciertas cualidades que permitan al adulto aprender a leer y escribir con el menor número posible de apoyos y fuertemente arraigado al contexto social donde habitan, a saber: sin requerir forzosamente de un salón de clases, un pizarrón, materiales didácticos complementarios, etcétera, pero principalmente sin la necesidad de un maestro con formación profesional en la docencia o un estudiante de educación media capacitado como alfabetizador, para la enseñanza de dichos repertorios.

Además el proceso de alfabetización debe tomar en cuenta los factores externos que favorecen la existencia del analfabetismo en nuestro estado para tener éxito, como la dispersión demográfica, ya que 89.8% de las localidades cuenta con una población menor de 500 habitantes.

La insuficiente cobertura de las vías de comunicación, que no propicia la integración económica y social de los habitantes del estado, lo que dificulta el suministro de los servicios más indispensables como son salud, vivienda, educación, etcétera.

Los núcleos de población que no hablan español. Esta población corresponde a las 12 etnias asentadas en grupos dispersos en el territorio estatal.

La inmigración a Veracruz de familias que no saben leer ni escribir, en temporadas de siembra y cosecha de productos del campo, para trabajar como jornaleros.

En este contexto se requieren estrategias para alfabetizar, que permitan hacer frente a la problemática independientemente de que los factores desencadenantes se ubiquen fuera del ámbito propiamente educativo. Ese es el reto próximo.

carlos_jorge27@hotmail.com