/ viernes 13 de julio de 2018

Algunos temas… II

El sábado pasado, por falta de espacio, no mencionamos lo referente a los taxis; ya lo hemos dicho en otras colaboraciones, antes de abordar un taxi, haciendo a un lado la vergüenza, debemos preguntar cuánto nos cobran por llevarnos a nuestro destino, para evitarnos sorpresas inesperadas, como nos ha sucedido a nosotros, pues por no hacerlo al llegar, nos vemos obligados a pagar más, de lo que es habitual que nos cobren, por fortuna hemos de reconocer que no todos hacen lo anterior.

En la ciudad circulan infinidad de taxis, mas, no todos pertenecen a ella, por el nombre que traen en el cofre y en los costados, pertenecen a localidades de municipios circunvecinos. A nosotros esto nos pareció una competencia desleal y, por lo mismo, pensamos que cuando tuviéramos necesidad de abordar un taxi, sólo lo haríamos en uno que nos indicara que pertenecía a Xalapa, repentinamente aparecieron unos taxis con la leyenda “Región de Xalapa” que nos desorientaron, ya que pensamos que eran los de otros lugares, para que los abordáramos quienes no lo hacíamos; mas, al parecer pertenecen a nuestro municipio, razón por la cual los abordamos cuando se nos hace tarde y no pasa ninguno que diga Xalapa vacío para poder abordarlo, con la esperanza de no engañarnos.

Hemos de reconocer que, por la índole de su trabajo, son los taxistas los que más respetan el uno por uno en las esquinas y el paso de los peatones, aun en lugares en que no hay ninguna señal al respecto, actitud que, en otro tipo de conductores, no se ve.

Este comentario nos trajo a la memoria otra pregunta: ¿En qué consiste la cortesía? En muchas ocasiones hemos dado a conocer qué consideramos cortesía, en nuestro diario convivir; sin embargo, trataremos de explicar en qué consiste la cortesía en casos como los anteriores: es común ver que todos aquellos que se sientan tras un volante, parecen enfermar de egocentrismo, puesto que piensan que sólo ellos tienen razón, que los equivocados son los demás.

Ahora bien, a manera de curación, deben olvidarse de sí mismos y por cortesía ceder a otros conductores o a los peatones el paso, en los lugares que así esté indicado y donde no sea así, no perder de vista que los peatones llevan la de perder si a ellos no les nace concederles el paso, acción que haría honor a la frase que reza: “Xalapa ciudad culta” o aquella otra que dice: “En Xalapa el peatón es el primero”. ¿No lo piensa usted así, apreciable y paciente lector/a?

Como puede verse, la razón de todo esto tiene su origen en la falta de educación impartida tanto en los hogares como en la escuela; aquí, los compañeros en servicio podrán justificarse porque la educación vial, al desaparecer las ciencias , sociales, se perdió.

Con la esperanza de haber explicado lo que nosotros consideramos cortesía yendo al volante de un vehículo, en las calles de nuestra ciudad. Nos despedimos: ¡Salud!


El sábado pasado, por falta de espacio, no mencionamos lo referente a los taxis; ya lo hemos dicho en otras colaboraciones, antes de abordar un taxi, haciendo a un lado la vergüenza, debemos preguntar cuánto nos cobran por llevarnos a nuestro destino, para evitarnos sorpresas inesperadas, como nos ha sucedido a nosotros, pues por no hacerlo al llegar, nos vemos obligados a pagar más, de lo que es habitual que nos cobren, por fortuna hemos de reconocer que no todos hacen lo anterior.

En la ciudad circulan infinidad de taxis, mas, no todos pertenecen a ella, por el nombre que traen en el cofre y en los costados, pertenecen a localidades de municipios circunvecinos. A nosotros esto nos pareció una competencia desleal y, por lo mismo, pensamos que cuando tuviéramos necesidad de abordar un taxi, sólo lo haríamos en uno que nos indicara que pertenecía a Xalapa, repentinamente aparecieron unos taxis con la leyenda “Región de Xalapa” que nos desorientaron, ya que pensamos que eran los de otros lugares, para que los abordáramos quienes no lo hacíamos; mas, al parecer pertenecen a nuestro municipio, razón por la cual los abordamos cuando se nos hace tarde y no pasa ninguno que diga Xalapa vacío para poder abordarlo, con la esperanza de no engañarnos.

Hemos de reconocer que, por la índole de su trabajo, son los taxistas los que más respetan el uno por uno en las esquinas y el paso de los peatones, aun en lugares en que no hay ninguna señal al respecto, actitud que, en otro tipo de conductores, no se ve.

Este comentario nos trajo a la memoria otra pregunta: ¿En qué consiste la cortesía? En muchas ocasiones hemos dado a conocer qué consideramos cortesía, en nuestro diario convivir; sin embargo, trataremos de explicar en qué consiste la cortesía en casos como los anteriores: es común ver que todos aquellos que se sientan tras un volante, parecen enfermar de egocentrismo, puesto que piensan que sólo ellos tienen razón, que los equivocados son los demás.

Ahora bien, a manera de curación, deben olvidarse de sí mismos y por cortesía ceder a otros conductores o a los peatones el paso, en los lugares que así esté indicado y donde no sea así, no perder de vista que los peatones llevan la de perder si a ellos no les nace concederles el paso, acción que haría honor a la frase que reza: “Xalapa ciudad culta” o aquella otra que dice: “En Xalapa el peatón es el primero”. ¿No lo piensa usted así, apreciable y paciente lector/a?

Como puede verse, la razón de todo esto tiene su origen en la falta de educación impartida tanto en los hogares como en la escuela; aquí, los compañeros en servicio podrán justificarse porque la educación vial, al desaparecer las ciencias , sociales, se perdió.

Con la esperanza de haber explicado lo que nosotros consideramos cortesía yendo al volante de un vehículo, en las calles de nuestra ciudad. Nos despedimos: ¡Salud!