/ martes 12 de junio de 2018

Alto a la violencia política

El respeto a candidatos y candidatas --sea quienes fueren, a cualquiera de los cargos en juego en esta elección o del partido que los respalde--, debe ser una constante y muestra de civilidad política, donde no hay cabida a fanatismos ni radicalismos, como parece estar asomando en el estado de Veracruz, y resulta inquietante tales signos de intolerancia. El respeto a ideas distintas es una conducta de responsabilidad y tiene que ver con la madurez cívica de cada persona, pero todavía más de las autoridades. Todos están obligados a cumplir con la ley. De ahí la conveniencia de frenar cualquier intento de violencia en el actual proceso electoral. Ya han ocurrido dos en los últimos días. Uno en Córdoba, presumiblemente orquestado por la organización Antorcha Campesina contra el candidato del PVEM a diputado federal, José Abella García, a quien se criticó que uno de sus custodios haya desenfundado un arma de fuego y cortado cartucho ante una eventual agresión física contra el empresario, y otra atribuida a simpatizantes panistas contra el equipo de avanzada de la periodista Rosa María Hernández Espejo, candidata de Morena a diputada local por Veracruz.

De esta última, hay denuncia penal presentada ante las autoridades de la Fiscalía General del Estado, y existe una condena del abanderado de ese partido al Senado de la República, Rocío Nahle, quien prudentemente llamó a sus partidarios a no caer en provocaciones. Estos dos casos deben servir de alerta para que el árbitro electoral, en cumplimiento a sus atribuciones, pero también los dirigentes de los partidos políticos y las autoridades de todos los niveles, hagan un llamado a la tolerancia que evite la violencia, como es el riesgo si no se frena a tiempo, lo que resultaría grave. Los candidatos también deben contribuir a que prevalezca ese clima de civilidad, instruyendo a sus seguidores a no incurrir en actos de provocación. No es sencillo, habrá quienes pongan oídos sordos, pero es necesario remachar este llamado. En los casos de denuncia, debe esperarse que las autoridades, sea de la Fiscalía General del Estado o los que en su caso se lleven ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), quienes determinen las sanciones que deben aplicarse a los responsables de violentar el marco de legalidad. Es importante que se mande un mensaje de que se hará respetar la ley, de otra manera, los ciudadanos no deben esperar una jornada electoral tranquila y eso puede desalentar que muchos, muchísimos, decidan no acudir a cumplir con su derecho de sufragar el próximo día primero de julio. Esperemos.


LA VIOLENCIA TAMBIÉN ES FACTOR DE RIESGO

+++Quienes acostumbren escuchar las noticias de la radio y televisión, otros medios electrónicos, periódicos y revistas impresos, saben que la violencia mantiene niveles de alarma en muchos puntos del estado de Veracruz. Casi a diario se conocen tiroteos y hechos de sangre en la zona sur y centro, que son las más inseguras, pero también se presentan ejecuciones y secuestros en Xalapa, Veracruz y otras localidades. Es una situación grave que lamentablemente continúa sin freno, a pesar de que hay esfuerzos reales, la presencia de Ejército y Marina, así como fuerzas federales, en apoyo a la Policía Estatal y Fuerza Civil, que no alcanzar a ser suficientes para contener a los grupos delictivos, en muchos casos porque se minan entre ellos mismos y los daños colaterales son incontables, cuando personas se encuentran en lugares, días y horas equivocadas. Podría haber un mejor resultado en fecha futura, cuando se terminen de instalar las video-cámaras de vigilancia en las principales ciudades del estado, incluidas las de mayor índice delictivo, pero no será la panacea y eso será hasta después de la elección, según se ha anunciado oficialmente. En tanto, los ciudadanos sólo tienen la posibilidad de estar muy atentos a su entorno, agudizar sus sentidos, para evitar quedar en medio de algún acto violento, y rezar.

Escriba a opedro2006@gmail.com

El respeto a candidatos y candidatas --sea quienes fueren, a cualquiera de los cargos en juego en esta elección o del partido que los respalde--, debe ser una constante y muestra de civilidad política, donde no hay cabida a fanatismos ni radicalismos, como parece estar asomando en el estado de Veracruz, y resulta inquietante tales signos de intolerancia. El respeto a ideas distintas es una conducta de responsabilidad y tiene que ver con la madurez cívica de cada persona, pero todavía más de las autoridades. Todos están obligados a cumplir con la ley. De ahí la conveniencia de frenar cualquier intento de violencia en el actual proceso electoral. Ya han ocurrido dos en los últimos días. Uno en Córdoba, presumiblemente orquestado por la organización Antorcha Campesina contra el candidato del PVEM a diputado federal, José Abella García, a quien se criticó que uno de sus custodios haya desenfundado un arma de fuego y cortado cartucho ante una eventual agresión física contra el empresario, y otra atribuida a simpatizantes panistas contra el equipo de avanzada de la periodista Rosa María Hernández Espejo, candidata de Morena a diputada local por Veracruz.

De esta última, hay denuncia penal presentada ante las autoridades de la Fiscalía General del Estado, y existe una condena del abanderado de ese partido al Senado de la República, Rocío Nahle, quien prudentemente llamó a sus partidarios a no caer en provocaciones. Estos dos casos deben servir de alerta para que el árbitro electoral, en cumplimiento a sus atribuciones, pero también los dirigentes de los partidos políticos y las autoridades de todos los niveles, hagan un llamado a la tolerancia que evite la violencia, como es el riesgo si no se frena a tiempo, lo que resultaría grave. Los candidatos también deben contribuir a que prevalezca ese clima de civilidad, instruyendo a sus seguidores a no incurrir en actos de provocación. No es sencillo, habrá quienes pongan oídos sordos, pero es necesario remachar este llamado. En los casos de denuncia, debe esperarse que las autoridades, sea de la Fiscalía General del Estado o los que en su caso se lleven ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), quienes determinen las sanciones que deben aplicarse a los responsables de violentar el marco de legalidad. Es importante que se mande un mensaje de que se hará respetar la ley, de otra manera, los ciudadanos no deben esperar una jornada electoral tranquila y eso puede desalentar que muchos, muchísimos, decidan no acudir a cumplir con su derecho de sufragar el próximo día primero de julio. Esperemos.


LA VIOLENCIA TAMBIÉN ES FACTOR DE RIESGO

+++Quienes acostumbren escuchar las noticias de la radio y televisión, otros medios electrónicos, periódicos y revistas impresos, saben que la violencia mantiene niveles de alarma en muchos puntos del estado de Veracruz. Casi a diario se conocen tiroteos y hechos de sangre en la zona sur y centro, que son las más inseguras, pero también se presentan ejecuciones y secuestros en Xalapa, Veracruz y otras localidades. Es una situación grave que lamentablemente continúa sin freno, a pesar de que hay esfuerzos reales, la presencia de Ejército y Marina, así como fuerzas federales, en apoyo a la Policía Estatal y Fuerza Civil, que no alcanzar a ser suficientes para contener a los grupos delictivos, en muchos casos porque se minan entre ellos mismos y los daños colaterales son incontables, cuando personas se encuentran en lugares, días y horas equivocadas. Podría haber un mejor resultado en fecha futura, cuando se terminen de instalar las video-cámaras de vigilancia en las principales ciudades del estado, incluidas las de mayor índice delictivo, pero no será la panacea y eso será hasta después de la elección, según se ha anunciado oficialmente. En tanto, los ciudadanos sólo tienen la posibilidad de estar muy atentos a su entorno, agudizar sus sentidos, para evitar quedar en medio de algún acto violento, y rezar.

Escriba a opedro2006@gmail.com