/ martes 29 de mayo de 2018

Ambiente político intenso en Veracruz

El ambiente político es intenso desde ayer en que a las campañas actuales de gobernador, senadores y diputados federales se agregaron las de candidatos a diputados locales cuyos partidos quieren el control del Congreso local, y aunque la elección es hasta el primero de julio y puede decirse que no hay nada para nadie porque todos compiten de igual a igual, proponiendo y tratando de convencer, todos saben que hay ventajas y percepciones distintas hacia los diferentes partidos y abanderados que compiten. Unos van montados en la ola sobre la que va el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador y poco hacen y ahí pueden cavar su tumba; otros, identificados con los que gobiernan en el estado y en la mayoría de los municipios, llevan ventaja por cuanto a la operación política que pueden realizar, y los demás, como el PRI, luchan por recuperar la confianza perdida de la mayoría de los ciudadanos y volver a conquistar la simpatía de los electores, cosa difícil de lograr porque se mantienen en la memoria los estropicios que causaron el exgobernador Javier Duarte y su pandilla a las arcas públicas de Veracruz.

Unos de sus aliados, sin embargo, puede dar la sorpresa, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), que en algunos distritos lleva a buenos candidatos que pueden alzarse con el triunfo; hay más, pero con pocas o nulas posibilidades de ganar, como los de Nueva Alianza. Y es que, se reconozca o no, la inmensa mayoría de las personas siguen votando por los partidos más que por los candidatos o sus propuestas. Es una subcultura muy arraigada. La identidad es azul o amarilla o roja o verde o turquesa, sin importar candidatos, aunque algunos son conocidos (los menos), los demás resultan completamente ajenos a los habitantes en el estado o en gran parte de su distrito. Por ejemplo, el candidato a gobernador por Morena, Cuitláhuac García Jiménez, si lo ven en la calle no lo reconocen los veracruzanos, como ya se le ha visto al caminar por la calle sin que alguien se le acerque a saludarlo. O si preguntan a ciudadanos con derecho a votar cuáles son los nombres de los candidatos o las propuestas de ellos, sean a gobernador, diputado federal o diputados locales, tampoco lo sabrán.

Además, hay confusión con las coaliciones y muy seguramente la habrá a la hora de sufragar, lo que podría dar lugar a que se anulen muchos votos si no se alcanza a distinguir dónde o cómo tachar la boleta. En fin, muchos detalles van a tener peso en esta elección que, como siempre, muy seguramente se decidirá por las estructuras de cada quien o los que tengan mayor capacidad de movilización en días previos o en el día de la elección. De todas maneras se insiste: todos tienen la posibilidad de ganar o perder.


ABELLA TOPA CON ANTORCHISTAS

+++Aunque no pasó a mayores consecuencias, sí resulta inquietante lo ocurrido el martes en Córdoba entre el candidato a diputado local por el PVEM José Abella y sus escoltas, y gente identificada con la organización Antorcha Campesina, que escenificaron un conato de bronca cuando el empresario acudió a realizar un recorrido de proselitismo por una colonia bajo control de ese grupo identificado con el PRI. Una o dos personas de esa colonia que circulaban en una camioneta se acercaron al convoy del candidato para bloquear su paso debido a que no habían sido autorizados a pasar. Bronco como es, Abella los enfrentó a gritos diciéndoles que si ellos le piden a él autorización cuando van al centro de la ciudad. El asunto es que se hicieron de palabras y de éstas pasaron a los amagos y uno de los escoltas sacó un arma y cortó cartucho con intención de amedrentar a los supuestos antorchistas. Es una situación de cuidado, porque si no prevalece la civilidad, puede salirse de control en cualquier momento y desencadenar en violencia. Los partidos políticos deben hacer un llamado a todos sus candidatos para que mantengan prudencia, y el gobierno, garantizar un ambiente seguro.

Escriba a opedro2006@gmail.com




El ambiente político es intenso desde ayer en que a las campañas actuales de gobernador, senadores y diputados federales se agregaron las de candidatos a diputados locales cuyos partidos quieren el control del Congreso local, y aunque la elección es hasta el primero de julio y puede decirse que no hay nada para nadie porque todos compiten de igual a igual, proponiendo y tratando de convencer, todos saben que hay ventajas y percepciones distintas hacia los diferentes partidos y abanderados que compiten. Unos van montados en la ola sobre la que va el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador y poco hacen y ahí pueden cavar su tumba; otros, identificados con los que gobiernan en el estado y en la mayoría de los municipios, llevan ventaja por cuanto a la operación política que pueden realizar, y los demás, como el PRI, luchan por recuperar la confianza perdida de la mayoría de los ciudadanos y volver a conquistar la simpatía de los electores, cosa difícil de lograr porque se mantienen en la memoria los estropicios que causaron el exgobernador Javier Duarte y su pandilla a las arcas públicas de Veracruz.

Unos de sus aliados, sin embargo, puede dar la sorpresa, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), que en algunos distritos lleva a buenos candidatos que pueden alzarse con el triunfo; hay más, pero con pocas o nulas posibilidades de ganar, como los de Nueva Alianza. Y es que, se reconozca o no, la inmensa mayoría de las personas siguen votando por los partidos más que por los candidatos o sus propuestas. Es una subcultura muy arraigada. La identidad es azul o amarilla o roja o verde o turquesa, sin importar candidatos, aunque algunos son conocidos (los menos), los demás resultan completamente ajenos a los habitantes en el estado o en gran parte de su distrito. Por ejemplo, el candidato a gobernador por Morena, Cuitláhuac García Jiménez, si lo ven en la calle no lo reconocen los veracruzanos, como ya se le ha visto al caminar por la calle sin que alguien se le acerque a saludarlo. O si preguntan a ciudadanos con derecho a votar cuáles son los nombres de los candidatos o las propuestas de ellos, sean a gobernador, diputado federal o diputados locales, tampoco lo sabrán.

Además, hay confusión con las coaliciones y muy seguramente la habrá a la hora de sufragar, lo que podría dar lugar a que se anulen muchos votos si no se alcanza a distinguir dónde o cómo tachar la boleta. En fin, muchos detalles van a tener peso en esta elección que, como siempre, muy seguramente se decidirá por las estructuras de cada quien o los que tengan mayor capacidad de movilización en días previos o en el día de la elección. De todas maneras se insiste: todos tienen la posibilidad de ganar o perder.


ABELLA TOPA CON ANTORCHISTAS

+++Aunque no pasó a mayores consecuencias, sí resulta inquietante lo ocurrido el martes en Córdoba entre el candidato a diputado local por el PVEM José Abella y sus escoltas, y gente identificada con la organización Antorcha Campesina, que escenificaron un conato de bronca cuando el empresario acudió a realizar un recorrido de proselitismo por una colonia bajo control de ese grupo identificado con el PRI. Una o dos personas de esa colonia que circulaban en una camioneta se acercaron al convoy del candidato para bloquear su paso debido a que no habían sido autorizados a pasar. Bronco como es, Abella los enfrentó a gritos diciéndoles que si ellos le piden a él autorización cuando van al centro de la ciudad. El asunto es que se hicieron de palabras y de éstas pasaron a los amagos y uno de los escoltas sacó un arma y cortó cartucho con intención de amedrentar a los supuestos antorchistas. Es una situación de cuidado, porque si no prevalece la civilidad, puede salirse de control en cualquier momento y desencadenar en violencia. Los partidos políticos deben hacer un llamado a todos sus candidatos para que mantengan prudencia, y el gobierno, garantizar un ambiente seguro.

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