/ jueves 15 de abril de 2021

AMLO arremete contra los médicos

Craso error (que significa cometer una equivocación mayúscula) ha cometido una vez más el gobierno de la 4T, suponemos que por la ineficiente asesoría del doctor Hugo López-Gatell al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Eso es lo que significa la negación total y absoluta del Ejecutivo federal a la petición de los médicos, enfermeras y personal que en los hospitales privados siguen atendiendo a enfermos de Covid-19, para aplicarles las vacunas adquiridas por el gobierno, ya que el personal privado no cuenta con más protección que las que humanamente resultan posibles.

En el foro mañanero por el que responde el presidente a los “periodistas y comunicadores” (que casi siempre son previamente aleccionados a conveniencia), AMLO calificó de injusta la solicitud de médicos del sector privado, quienes han atendido a miles de personas contagiadas durante la pandemia y ahora están siendo relegados por los Siervos de la Nación en el orden de vacunación, sin importar el riesgo inminente de incrementar el número de muertos entre médicos y enfermeras, compatriotas todos, de clínicas y hospitales privados.

Cierto es que por temor a represalias del gobierno, médicos, enfermeras, camilleros y miembros en general del sector privado, no asistieron en la cantidad que se esperaba a la protesta frente a Palacio Nacional, para exigir su derecho a la vacunación, lo que fue aprovechado por el presidente Andrés Manuel para recomendarles a los manifestantes acudir a las “instancias legales que consideren convenientes”, recomendación que ya habían hecho suya algunos galenos.

A propósito de la presión que argumenta el presidente de la 4T, personal médico de una clínica en Ciudad Nezahualcóyotl promovió y obtuvo una suspensión de plano, en el juicio de amparo correspondiente, que obliga al gobierno de AMLO a vacunar a los quejosos de manera inmediata (48 horas). Seguramente el señor Presidente no querrá que todos los tribunales federales se saturen con demandas de amparo, para que las autoridades sanitarias cumplan con su obligación principal de proteger el derecho a la salud de los profesionales y auxiliares de la medicina en el sector privado.

Craso error (que significa cometer una equivocación mayúscula) ha cometido una vez más el gobierno de la 4T, suponemos que por la ineficiente asesoría del doctor Hugo López-Gatell al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Eso es lo que significa la negación total y absoluta del Ejecutivo federal a la petición de los médicos, enfermeras y personal que en los hospitales privados siguen atendiendo a enfermos de Covid-19, para aplicarles las vacunas adquiridas por el gobierno, ya que el personal privado no cuenta con más protección que las que humanamente resultan posibles.

En el foro mañanero por el que responde el presidente a los “periodistas y comunicadores” (que casi siempre son previamente aleccionados a conveniencia), AMLO calificó de injusta la solicitud de médicos del sector privado, quienes han atendido a miles de personas contagiadas durante la pandemia y ahora están siendo relegados por los Siervos de la Nación en el orden de vacunación, sin importar el riesgo inminente de incrementar el número de muertos entre médicos y enfermeras, compatriotas todos, de clínicas y hospitales privados.

Cierto es que por temor a represalias del gobierno, médicos, enfermeras, camilleros y miembros en general del sector privado, no asistieron en la cantidad que se esperaba a la protesta frente a Palacio Nacional, para exigir su derecho a la vacunación, lo que fue aprovechado por el presidente Andrés Manuel para recomendarles a los manifestantes acudir a las “instancias legales que consideren convenientes”, recomendación que ya habían hecho suya algunos galenos.

A propósito de la presión que argumenta el presidente de la 4T, personal médico de una clínica en Ciudad Nezahualcóyotl promovió y obtuvo una suspensión de plano, en el juicio de amparo correspondiente, que obliga al gobierno de AMLO a vacunar a los quejosos de manera inmediata (48 horas). Seguramente el señor Presidente no querrá que todos los tribunales federales se saturen con demandas de amparo, para que las autoridades sanitarias cumplan con su obligación principal de proteger el derecho a la salud de los profesionales y auxiliares de la medicina en el sector privado.