/ lunes 20 de septiembre de 2021

AMLO, líder latinoamericano

El presidente Andrés Manuel López Obrador presidió el pasado 18 de septiembre en la Ciudad de México la VI Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, destacando su interés por impulsar el desarrollo regional, con el modelo exitoso que está impulsando su gobierno.

Sin buscarlo, el jefe de las instituciones del país se ha convertido en un líder regional, no sólo por la eficacia del modelo de gobierno que está impulsando, también por su interés y solidaridad con el desarrollo de los pueblos hermanos que sufren el embate de la crisis económica mundial. Su interés y respaldo a estas comunidades latinoamericanas y caribeñas le han dado un liderazgo particular. Por ello, en este importante encuentro internacional, Andrés Manuel López Obrador propuse tres cuestiones básicas: la no intervención y la autodeterminación de los pueblos, la cooperación para el desarrollo y la ayuda mutua para combatir la desigualdad y la discriminación. Ante Charles Michel, presidente de la Comisión Europea; Alicia Bárcena, de la Cepal y de presidentes, ministras, ministros, representantes diplomáticos de América Latina y el Caribe, el mandatario mexicano fue muy puntual al destacar que ningún gobierno se arrogue la facultad de someter a otro país bajo ningún motivo. En cuanto a lo económico y comercial, propuso que junto con Estados Unidos y Canadá se construya un acuerdo para fortalecer el mercado interno en el continente, ya que en la actualidad es deficitario en relación con Europa y sobre todo, con respecto a Asia. Por último, señaló, esta integración productiva con dimensión social debe contar con el componente de inversión para el bienestar de todos los pueblos de América bajo el criterio de que el progreso sin justicia es retroceso. Se trata de ir hacia la modernidad, pero forjada desde abajo y para todos. Así, ante el asombro de los líderes regionales, el mandatario mexicano citó un discurso del presidente John F. Kennedy del 13 de marzo de 1961, destacando que “millones de hombres y mujeres sufren a diario la degradación del hambre y la pobreza, son millones los desprovistos de albergue adecuado y de protección contra la enfermedad, y sus hijos carecen de la instrucción o el empleo que les permita mejorar su vida y cada día el problema reviste mayor urgencia”. El mandatario mexicano se mostró visionario, conocedor de la historia y sobre todo, puso en evidencia el fallido modelo neoliberal que tanto ha afectado a los habitantes de América Latina y el Caribe. Su análisis de la problemática regional, sus propuestas y sus soluciones humanistas, lo colocaron como un político de altura de miras, como un estadista regional. En la “Declaración de la Ciudad de México”, los líderes de este organismo regional reiteraron “el compromiso con la unidad e integración política, económica, social y cultural, y la decisión de continuar trabajando conjuntamente para hacer frente a la crisis sanitaria, social, económica y ambiental, ocasionada por la pandemia de Covid-19, el cambio climático, desastres naturales y la degradación de la biodiversidad del planeta, entre otros”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador presidió el pasado 18 de septiembre en la Ciudad de México la VI Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, destacando su interés por impulsar el desarrollo regional, con el modelo exitoso que está impulsando su gobierno.

Sin buscarlo, el jefe de las instituciones del país se ha convertido en un líder regional, no sólo por la eficacia del modelo de gobierno que está impulsando, también por su interés y solidaridad con el desarrollo de los pueblos hermanos que sufren el embate de la crisis económica mundial. Su interés y respaldo a estas comunidades latinoamericanas y caribeñas le han dado un liderazgo particular. Por ello, en este importante encuentro internacional, Andrés Manuel López Obrador propuse tres cuestiones básicas: la no intervención y la autodeterminación de los pueblos, la cooperación para el desarrollo y la ayuda mutua para combatir la desigualdad y la discriminación. Ante Charles Michel, presidente de la Comisión Europea; Alicia Bárcena, de la Cepal y de presidentes, ministras, ministros, representantes diplomáticos de América Latina y el Caribe, el mandatario mexicano fue muy puntual al destacar que ningún gobierno se arrogue la facultad de someter a otro país bajo ningún motivo. En cuanto a lo económico y comercial, propuso que junto con Estados Unidos y Canadá se construya un acuerdo para fortalecer el mercado interno en el continente, ya que en la actualidad es deficitario en relación con Europa y sobre todo, con respecto a Asia. Por último, señaló, esta integración productiva con dimensión social debe contar con el componente de inversión para el bienestar de todos los pueblos de América bajo el criterio de que el progreso sin justicia es retroceso. Se trata de ir hacia la modernidad, pero forjada desde abajo y para todos. Así, ante el asombro de los líderes regionales, el mandatario mexicano citó un discurso del presidente John F. Kennedy del 13 de marzo de 1961, destacando que “millones de hombres y mujeres sufren a diario la degradación del hambre y la pobreza, son millones los desprovistos de albergue adecuado y de protección contra la enfermedad, y sus hijos carecen de la instrucción o el empleo que les permita mejorar su vida y cada día el problema reviste mayor urgencia”. El mandatario mexicano se mostró visionario, conocedor de la historia y sobre todo, puso en evidencia el fallido modelo neoliberal que tanto ha afectado a los habitantes de América Latina y el Caribe. Su análisis de la problemática regional, sus propuestas y sus soluciones humanistas, lo colocaron como un político de altura de miras, como un estadista regional. En la “Declaración de la Ciudad de México”, los líderes de este organismo regional reiteraron “el compromiso con la unidad e integración política, económica, social y cultural, y la decisión de continuar trabajando conjuntamente para hacer frente a la crisis sanitaria, social, económica y ambiental, ocasionada por la pandemia de Covid-19, el cambio climático, desastres naturales y la degradación de la biodiversidad del planeta, entre otros”.