/ lunes 5 de noviembre de 2018

AMLO no debe ser el nuevo solitario de Palacio

No dudamos del profesionalismo y de la ética de los medios de comunicación en nuestro país, pues son más los periódicos y revistas que además de informar a la sociedad, apegándose a la verdad de los hechos, forman opinión, convirtiéndose en un contrapeso de la sociedad frente al autoritarismo del gobierno para beneficiar a unos cuantos.

Se acusa por politólogos e intelectuales de basta capacidad y experiencia, que los abusos cometidos por funcionarios del gobierno en general, llevan el propósito de beneficiar a entes poderosos, acaparadores de la riqueza, encumbrados en los cuadros políticos o empresariales y que siempre las decisiones importantes de las más altas autoridades repercuten en perjuicio de la sociedad en su conjunto y aumentan la riqueza de unos cuantos.

De ahí que en México, según el INEGI, existen 53.3 millones de personas en situación de pobreza, entendiendo que los que viven en la pobreza, carecen de un sistema alimentario y sufren desnutrición, les falta agua potable, vivienda digna, educación pública, atención a la salud, seguridad social y en general empleo digno y bien remunerado a los jefes de familia; para salir de la miseria en que permanecen millones de familias, desde hace ya varios sexenios.

El tema en boga en los medios de comunicación, para descalificar al futuro gobierno de Andrés Manuel López Obrador, tiene mucho que ver con esa división entre pobres y ricos, que nadie puede negar porque está a la vista en cualquier ciudad.

El presidente electo Andrés Manuel López Obrador, quien el primero de diciembre iniciará funciones, tendrá que romper con un sinnúmero de intereses creados y combatir la corrupción, procurando que se imparta justicia a los agraviados por las bandas criminales, y aplicar una justa redistribución de la riqueza pública, que le permita impedir que los ricos agraden sus fortunas, y los pobres aumenten sus desgracias.

Es por lo expuesto, que es urgente y fundamental el apoyo de los medios de comunicación para el proyecto político de AMLO, puesto que las críticas en medios y la falta de una adecuada y valiente defensa de sus correligionarios, sin temor a la Coparmex y tampoco a los cinco dueños de la construcción del cancelado NAIM, para demostrar que AMLO no está solo, aunque así lo parezca, pues suponemos que está respaldado por diputados y senadores que por él llegaron al Congreso y que guardan un cobarde silencio para cuidar sus figuras y sus propias aspiraciones políticas.


No dudamos del profesionalismo y de la ética de los medios de comunicación en nuestro país, pues son más los periódicos y revistas que además de informar a la sociedad, apegándose a la verdad de los hechos, forman opinión, convirtiéndose en un contrapeso de la sociedad frente al autoritarismo del gobierno para beneficiar a unos cuantos.

Se acusa por politólogos e intelectuales de basta capacidad y experiencia, que los abusos cometidos por funcionarios del gobierno en general, llevan el propósito de beneficiar a entes poderosos, acaparadores de la riqueza, encumbrados en los cuadros políticos o empresariales y que siempre las decisiones importantes de las más altas autoridades repercuten en perjuicio de la sociedad en su conjunto y aumentan la riqueza de unos cuantos.

De ahí que en México, según el INEGI, existen 53.3 millones de personas en situación de pobreza, entendiendo que los que viven en la pobreza, carecen de un sistema alimentario y sufren desnutrición, les falta agua potable, vivienda digna, educación pública, atención a la salud, seguridad social y en general empleo digno y bien remunerado a los jefes de familia; para salir de la miseria en que permanecen millones de familias, desde hace ya varios sexenios.

El tema en boga en los medios de comunicación, para descalificar al futuro gobierno de Andrés Manuel López Obrador, tiene mucho que ver con esa división entre pobres y ricos, que nadie puede negar porque está a la vista en cualquier ciudad.

El presidente electo Andrés Manuel López Obrador, quien el primero de diciembre iniciará funciones, tendrá que romper con un sinnúmero de intereses creados y combatir la corrupción, procurando que se imparta justicia a los agraviados por las bandas criminales, y aplicar una justa redistribución de la riqueza pública, que le permita impedir que los ricos agraden sus fortunas, y los pobres aumenten sus desgracias.

Es por lo expuesto, que es urgente y fundamental el apoyo de los medios de comunicación para el proyecto político de AMLO, puesto que las críticas en medios y la falta de una adecuada y valiente defensa de sus correligionarios, sin temor a la Coparmex y tampoco a los cinco dueños de la construcción del cancelado NAIM, para demostrar que AMLO no está solo, aunque así lo parezca, pues suponemos que está respaldado por diputados y senadores que por él llegaron al Congreso y que guardan un cobarde silencio para cuidar sus figuras y sus propias aspiraciones políticas.