Abandonado por los que pensaba eran sus aliados políticos y que llegó a presumir como sus amigos, Javier Duarte desde 2015, antes de tener que salir huyendo, le apostó al partido Morena en Veracruz.
Distanciado, por no decir, confrontado con el abanderado que el CEN del PRI, había optado para la competida elección de 2016, Héctor Yunes Landa; el entonces gobernador habría operado con su “pinky cerebro” tamaulipeco el apoyo al candidato Cuitláhuac García para presuntamente impedir la llegada de Miguel Ángel Yunes Linares a la gubernatura, lo cual no resultó.
Y es que en aquel año, muy a pesar de que Morena ya había ganado territorios importantes como Xalapa y Coatzacoalcos, no registraba el arrastre electoral con el fenómeno Andrés Manuel López Obrador.
El desprestigio tricolor, que entre otros factores se le atribuye al exgobernador Javier Duarte y sus excesos, desembocó en un profundo coraje ciudadano ANTI-PRI.
La inconformidad ha sido bien capitalizada por López Obrador, quien se ha convertido en la promesa de todos aquellos que quieren sacar al PRI de Los Pinos y que a la derecha tampoco le quieren dar una tercera oportunidad en la presidencia.
Pero desde el reclusorio norte seguramente está uno de los más entregados simpatizantes del Peje que aplaude en silencio y debe dar seguimiento a las cerradas encuestas que ubican al candidato en Veracruz del Frente sólo a tres puntos del de Morena, lo que se traduce en un empate técnico en la competencia por la gubernatura.
Falta el crecimiento que registrará sin duda el candidato del PRI, José Yunes, quien cuenta con buena imagen muy a pesar de la marca partidista y quien sí, desde siempre, se deslindó del cordobés.
Pero sin duda para el exgobernador Javier Duarte un añorado sueño sería ver la derrota del hijo del actual gobernador de Veracruz, su más acérrimo enemigo.
Lo que llama poderosamente la atención es que a diferencia de Ricardo Anaya, el candidato presidencial del frente, el abanderado de Morena y claro puntero en las encuestas rumbo a la presidencia no toca ni con el pétalo de una rosa la triste memoria de Javier Duarte.
Pareciera que para AMLO la historia de Duarte y su pandilla está extinguida de su discurso.
No capitaliza el negro episodio que se vivió en Veracruz y sólo arremete contra el actual gobierno estatal.
¿Perdón y olvido para Javier Duarte si gana AMLO? Eso sí que sería verdaderamente interesante, tomando en cuenta que el tabasqueño propone amnistía.
ÁGORA
El sábado 5 de mayo la candidata independiente a la presidencia, Margarita Zavala presidirá en el puerto de Veracruz el foro ciudadano “Es la hora de México”, específicamente en el auditorio de la Universidad Cristóbal Colón. Más allá del foro se espera algún tipo de pronunciamiento respecto a la competencia local por la gubernatura.
@monicamarena
