/ miércoles 28 de noviembre de 2018

Amplios horizontes de la ciencia

El texto llegó en el momento adecuado; un buen amigo me recomendó tal narración y en verdad se lo agradezco. Merodeaban en mi cabeza ciertos temas para comentarlos en siguientes artículos, tales como: El hombre y el universo, la inmensidad del cosmos, el siglo XXI y la ciencia, la verdad objetiva y el dogma, cuando empecé a leer la novela Origen del autor Dan Brown y me agradó sobremanera porque en su contenido aborda asuntos del orden científico-tecnológico y también aspectos que nos remiten a los terrenos filosóficos. Por los senderos editoriales se le clasifica como novela de ciencia-ficción y es la quinta entrega de una serie donde el protagonista central es Robert Langdon; las otras aportaciones de Brown son: Ángeles y Demonios, El Código Da Vinci, El Símbolo Perdido e Inferno. Origen se desarrolla en España (Barcelona, Bilbao, Madrid y Sevilla); el interesado lector recorre, durante la lectura, sitios y recintos diversos como el Monasterio de Monserrat, la Casa Milá (La Pedrera), La Sagrada familia, el Museo Guggenheim, el Palacio Real, La Almudena y la Catedral de Sevilla, significándose la creatividad del genio catalán Antonio Gaudí.

En breve apunte les adelanto algo sobre el argumento de la obra en cuestión: El ateo y aclamado futurista Edmond Kirsch se entrevista en Cataluña con tres prominentes miembros del Parlamento Mundial de Religiones: el obispo católico Antonio Valdespino, el judío Rabbi Yehuda Köves y el musulmán Allamah Syed al-Fadl. Kirsch, en ese encuentro, les informa que ha hecho un descubrimiento trascendente, el cual pretende dar a conocer en un mes. Que por respeto a su investidura y a lo que representan, se sintió en la obligación de exponer primero tal hallazgo relevante a ellos. Al ser proyectado dicho secreto a los prelados por el visionario Edmond, provocó en ellos angustia, preocupación y terror, por los efectos diversos que tal asunto ocasione a la colectividad creyente y entre los grupos o sectas tradicionalistas.

El obispo hispano Valdespino todavía, por medio de un mensaje, le exigió a Kirsch que no hiciera declaración alguna sobre su descubrimiento, pero fue en vano, toda vez que el obcecado Edmond continuó con su plan de revelar el resultado de su investigación y para ello determina que tal evento se escenifique en el Museo Guggenheim de Bilbao, con la presencia de múltiples invitados connotados de todo el orbe, entre los cuales está su exmaestro Robert Langdon y la directora del museo Ambra Vidal, febril organizadora del acto y también prometida oficial del futuro Rey de España, el príncipe Julián. Al poco tiempo de comenzar la presentación, meticulosamente orquestada por Edmond Krisch y Ambra Vidal, estalla el caos para asombro de cientos de invitados y millones de espectadores —vía internet— en todo el mundo. Ante la inminente amenaza de que el valioso hallazgo se pierda para siempre, Langdon y Ambra deben huir rápidamente hacia Barcelona e iniciar una carrera contra el tiempo para localizar la críptica contraseña que les dará acceso al “revolucionario secreto” de Edmond. Tan esperada exposición o proyección responderá las dos preguntas más importantes de la vida, a las dos interrogantes que han intrigado a la humanidad a lo largo de los siglos: ¿De dónde venimos? y ¿adónde vamos?

Invito a los colegas, amigos y lectores a que se acerquen y lean esta interesante novela y obtengan sus propias conclusiones; tengo la seguridad de que los hará reflexionar y atisbar desde otros horizontes los enigmas de la existencia humana y los misterios del cosmos circundante. En relación con la novela reseñada, avizoro un porvenir grandioso para el desenvolvimiento científico en este siglo XXI, pues desde la centuria anterior se alcanzaron excelentes logros en diversas áreas o campos, como efecto de la investigación acuciosa de la naturaleza por parte del ser humano. A lo largo de las etapas donde el razonamiento se ha hecho presente, las dudas han encontrado respuestas y otras o nuevas interrogantes se plantean para ser abordadas con la objetividad debida; los prejuicios, los dogmas y las versiones descabelladas han sido desechadas, se han quedado a la vera del camino. Un connotado investigador expresa que la ciencia es un creciente cuerpo de ideas que puede caracterizarse como conocimiento racional, sistemático, exacto, confiable y también falible. La ciencia no nos lleva a las verdades absolutas, pero sí nos arroja certidumbres relativas para su análisis riguroso y metódico.


El texto llegó en el momento adecuado; un buen amigo me recomendó tal narración y en verdad se lo agradezco. Merodeaban en mi cabeza ciertos temas para comentarlos en siguientes artículos, tales como: El hombre y el universo, la inmensidad del cosmos, el siglo XXI y la ciencia, la verdad objetiva y el dogma, cuando empecé a leer la novela Origen del autor Dan Brown y me agradó sobremanera porque en su contenido aborda asuntos del orden científico-tecnológico y también aspectos que nos remiten a los terrenos filosóficos. Por los senderos editoriales se le clasifica como novela de ciencia-ficción y es la quinta entrega de una serie donde el protagonista central es Robert Langdon; las otras aportaciones de Brown son: Ángeles y Demonios, El Código Da Vinci, El Símbolo Perdido e Inferno. Origen se desarrolla en España (Barcelona, Bilbao, Madrid y Sevilla); el interesado lector recorre, durante la lectura, sitios y recintos diversos como el Monasterio de Monserrat, la Casa Milá (La Pedrera), La Sagrada familia, el Museo Guggenheim, el Palacio Real, La Almudena y la Catedral de Sevilla, significándose la creatividad del genio catalán Antonio Gaudí.

En breve apunte les adelanto algo sobre el argumento de la obra en cuestión: El ateo y aclamado futurista Edmond Kirsch se entrevista en Cataluña con tres prominentes miembros del Parlamento Mundial de Religiones: el obispo católico Antonio Valdespino, el judío Rabbi Yehuda Köves y el musulmán Allamah Syed al-Fadl. Kirsch, en ese encuentro, les informa que ha hecho un descubrimiento trascendente, el cual pretende dar a conocer en un mes. Que por respeto a su investidura y a lo que representan, se sintió en la obligación de exponer primero tal hallazgo relevante a ellos. Al ser proyectado dicho secreto a los prelados por el visionario Edmond, provocó en ellos angustia, preocupación y terror, por los efectos diversos que tal asunto ocasione a la colectividad creyente y entre los grupos o sectas tradicionalistas.

El obispo hispano Valdespino todavía, por medio de un mensaje, le exigió a Kirsch que no hiciera declaración alguna sobre su descubrimiento, pero fue en vano, toda vez que el obcecado Edmond continuó con su plan de revelar el resultado de su investigación y para ello determina que tal evento se escenifique en el Museo Guggenheim de Bilbao, con la presencia de múltiples invitados connotados de todo el orbe, entre los cuales está su exmaestro Robert Langdon y la directora del museo Ambra Vidal, febril organizadora del acto y también prometida oficial del futuro Rey de España, el príncipe Julián. Al poco tiempo de comenzar la presentación, meticulosamente orquestada por Edmond Krisch y Ambra Vidal, estalla el caos para asombro de cientos de invitados y millones de espectadores —vía internet— en todo el mundo. Ante la inminente amenaza de que el valioso hallazgo se pierda para siempre, Langdon y Ambra deben huir rápidamente hacia Barcelona e iniciar una carrera contra el tiempo para localizar la críptica contraseña que les dará acceso al “revolucionario secreto” de Edmond. Tan esperada exposición o proyección responderá las dos preguntas más importantes de la vida, a las dos interrogantes que han intrigado a la humanidad a lo largo de los siglos: ¿De dónde venimos? y ¿adónde vamos?

Invito a los colegas, amigos y lectores a que se acerquen y lean esta interesante novela y obtengan sus propias conclusiones; tengo la seguridad de que los hará reflexionar y atisbar desde otros horizontes los enigmas de la existencia humana y los misterios del cosmos circundante. En relación con la novela reseñada, avizoro un porvenir grandioso para el desenvolvimiento científico en este siglo XXI, pues desde la centuria anterior se alcanzaron excelentes logros en diversas áreas o campos, como efecto de la investigación acuciosa de la naturaleza por parte del ser humano. A lo largo de las etapas donde el razonamiento se ha hecho presente, las dudas han encontrado respuestas y otras o nuevas interrogantes se plantean para ser abordadas con la objetividad debida; los prejuicios, los dogmas y las versiones descabelladas han sido desechadas, se han quedado a la vera del camino. Un connotado investigador expresa que la ciencia es un creciente cuerpo de ideas que puede caracterizarse como conocimiento racional, sistemático, exacto, confiable y también falible. La ciencia no nos lleva a las verdades absolutas, pero sí nos arroja certidumbres relativas para su análisis riguroso y metódico.


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