/ miércoles 15 de agosto de 2018

Anaya, el intento por mantener el control panista

El próximo 21 de octubre, más de 200 mil militantes de todo el país renovarán la dirigencia del Partido Acción Nacional y le cobrarán las facturas al fallido candidato presidencial, Ricardo Anaya y a su alfil en la actual dirigencia, Damián Zepeda, a quienes responsabilizan por una de las peores derrotas sufridas en la historia de este instituto político.

En el ámbito nacional, el panismo ahora tendrá 81 diputados y 24 senadores de los 107 y 34 con los que contaba, lo cual nos habla de un fuerte descalabro para ese partido.

Si Ricardo Anaya y su grupo político creen que podrán seguir disfrutando de las prerrogativas de Acción Nacional, parece que están muy equivocados, o quizá ya vieron muy clara la realidad en el Consejo Político del pasado fin de semana, donde el ex candidato presidencial fue responsabilizado por la debacle que sufrió el partido.

Anaya prácticamente se escondió de la vida pública, después de la derrota del 1 de julio. Reapareció en una fotografía que subió a sus redes sociales al lado de su hijo, quien aplana masa con un rodillo. La escena familiar fue aprovechada por cibernautas para crear un meme en donde se leía: —Mira papá, hice un desmadre con el PAN. ¡Como tú!

Apareció el pasado fin de semana en el Consejo Político y quién sabe si le den ganas de regresar, porque fue muy cuestionado, acorralado y responsabilizado de violar estatutos partidarios para imponerse como candidato, desde su posición como dirigente nacional de este partido.

La mayoría de los asistentes cuestionó la falta de autocrítica del actual líder nacional del PAN, Damián Zepeda, y del propio Anaya. En pocas palabras, se dedicaron a exculparse y a culpar a las circunstancias de esta histórica derrota, en la que Anaya fue superado por 17.5 millones de votos por Andrés Manuel López Obrador.

Doce horas. Sí, doce horas escuchó Ricardo Anaya las peroratas de sus correligionarios, las críticas y los reclamos y aguantó estoico. Los consejeros querían escuchar un “me equivoqué”, “la regamos” “estuve mal”, “mis negativos nos hicieron perder”, pero esas responsabilidades nunca llegaron.

Al encuentro, y este dato es de sumo interés para Veracruz, solo llegó el gobernador Javier Corral. Ningún otro gobernador panista estuvo presente. Los mandatarios del PAN o no fueron convocados o simplemente no quisieron asistir a este encuentro que se convirtió en una verdadera “cena de negros”.

El gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, de quien se dice que buscará una posición para él y para su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez en la próxima dirigencia nacional, tampoco estuvo presente.

El veracruzano, a quien se ubicaba como uno de los mandatarios más cercanos a Ricardo Anaya, por quien apostó para la presidencia de la República, seguramente tampoco tendrá acomodo en esa posición que se renovará el próximo 21 de octubre.

Coherencia

Hablando de reacomodos internos, reveladora fue la fotografía que circuló ayer, en donde se muestra al vocero del PRI en Veracruz, Marco del Ángel Arroyo, en un encuentro del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). El priista, que reapareció al lado de Ulises Ruiz, calificado por algunos como el peor gobernador que ha tenido Oaxaca en su historia, y que ahora busca la dirigencia nacional, acusó a Américo Zúñiga Martínez de la derrota del PRI.

El hijo de César del Ángel, uno de los huéspedes destacados de Pacho Viejo, pareciera no tener la autoridad moral para repartir culpas, sobre todo si él “trabajó” o “apoyó” las acciones de Morena en Veracruz. Y ponemos entre comillas eso de “trabajó”, porque parece que eso no es propiamente lo suyo. @luisromero85


El próximo 21 de octubre, más de 200 mil militantes de todo el país renovarán la dirigencia del Partido Acción Nacional y le cobrarán las facturas al fallido candidato presidencial, Ricardo Anaya y a su alfil en la actual dirigencia, Damián Zepeda, a quienes responsabilizan por una de las peores derrotas sufridas en la historia de este instituto político.

En el ámbito nacional, el panismo ahora tendrá 81 diputados y 24 senadores de los 107 y 34 con los que contaba, lo cual nos habla de un fuerte descalabro para ese partido.

Si Ricardo Anaya y su grupo político creen que podrán seguir disfrutando de las prerrogativas de Acción Nacional, parece que están muy equivocados, o quizá ya vieron muy clara la realidad en el Consejo Político del pasado fin de semana, donde el ex candidato presidencial fue responsabilizado por la debacle que sufrió el partido.

Anaya prácticamente se escondió de la vida pública, después de la derrota del 1 de julio. Reapareció en una fotografía que subió a sus redes sociales al lado de su hijo, quien aplana masa con un rodillo. La escena familiar fue aprovechada por cibernautas para crear un meme en donde se leía: —Mira papá, hice un desmadre con el PAN. ¡Como tú!

Apareció el pasado fin de semana en el Consejo Político y quién sabe si le den ganas de regresar, porque fue muy cuestionado, acorralado y responsabilizado de violar estatutos partidarios para imponerse como candidato, desde su posición como dirigente nacional de este partido.

La mayoría de los asistentes cuestionó la falta de autocrítica del actual líder nacional del PAN, Damián Zepeda, y del propio Anaya. En pocas palabras, se dedicaron a exculparse y a culpar a las circunstancias de esta histórica derrota, en la que Anaya fue superado por 17.5 millones de votos por Andrés Manuel López Obrador.

Doce horas. Sí, doce horas escuchó Ricardo Anaya las peroratas de sus correligionarios, las críticas y los reclamos y aguantó estoico. Los consejeros querían escuchar un “me equivoqué”, “la regamos” “estuve mal”, “mis negativos nos hicieron perder”, pero esas responsabilidades nunca llegaron.

Al encuentro, y este dato es de sumo interés para Veracruz, solo llegó el gobernador Javier Corral. Ningún otro gobernador panista estuvo presente. Los mandatarios del PAN o no fueron convocados o simplemente no quisieron asistir a este encuentro que se convirtió en una verdadera “cena de negros”.

El gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, de quien se dice que buscará una posición para él y para su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez en la próxima dirigencia nacional, tampoco estuvo presente.

El veracruzano, a quien se ubicaba como uno de los mandatarios más cercanos a Ricardo Anaya, por quien apostó para la presidencia de la República, seguramente tampoco tendrá acomodo en esa posición que se renovará el próximo 21 de octubre.

Coherencia

Hablando de reacomodos internos, reveladora fue la fotografía que circuló ayer, en donde se muestra al vocero del PRI en Veracruz, Marco del Ángel Arroyo, en un encuentro del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). El priista, que reapareció al lado de Ulises Ruiz, calificado por algunos como el peor gobernador que ha tenido Oaxaca en su historia, y que ahora busca la dirigencia nacional, acusó a Américo Zúñiga Martínez de la derrota del PRI.

El hijo de César del Ángel, uno de los huéspedes destacados de Pacho Viejo, pareciera no tener la autoridad moral para repartir culpas, sobre todo si él “trabajó” o “apoyó” las acciones de Morena en Veracruz. Y ponemos entre comillas eso de “trabajó”, porque parece que eso no es propiamente lo suyo. @luisromero85