/ jueves 29 de abril de 2021

Andaba de parranda

En la calle, cuando se lo encuentran, la gente le dice: "pensábamos que estabas muerto".

No, no, estaba de parranda, como dice la canción, pero aquí estoy", contesta Rafael Hernández Villalpando, el diputado federal que llegó a la curul con una votación histórica, gracias al llamado "efecto López Obrador" y que una vez empoderado, no regresó a Xalapa. En entrevista con Ramsés Yunes Zorrilla, el exalcalde yex rector de la Universidad Veracruzana, calificado como uno de los más faltistas en San Lázaro, le dice, fresco, campante, al comunicador, que la gente volverá a votar por él, "porque soy la paleta chupada que a la gente le gustó" y por eso "volverán a chupar la misma paleta". Sus palabras, coloquiales, chuscas, contrastan con un estudio de opinión que tengo en mis manos en donde se señala que el 92.3 por ciento de la población xalapeña no sabe quién es su diputado federal. Incrédulo, cuando me compartieron este estudio me lancé a preguntar a la calle, al taxista, al mesero de la Casona del Beaterio en donde suelo desayunar huevos rancheros con tocino o en La Parroquia de la Plaza Xanat a donde me invita siempre el buen amigo Melitón Morales Domínguez y en efecto, la gente no sabe quién es su diputado federal. ¿Volverá la gente a votar por la paleta chupada, como él mismo se calificó? ¿Volverá la gente a darle su confianza a alguien que los olvidó, que los abandonó, que nunca se presentó a dar las gracias, que nunca gestionó ni un peso para sus representados y sobre todo que nunca le exigió resultados al pésimo gobierno de Hipólito Rodríguez Herrero? Tengo algunos amigos que dicen que Rafael Hernández Villalpando fue un buen alcalde. No lo dudo. La mayoría de la población recuerda que fue desaforado el 28 de septiembre de 2000, acusado de bigamia, que escapó en la cajuela de un coche y que se mantuvo prófugo de la justicia. "No es lo mismo 20 años que los tres mosqueteros", reconoce el político que busca la reelección como diputado federal. También comenta que no le interesa sustituir al Secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos y que en esa o cualquier posición administrativa, "que me den por muerto". "Voy a volver a ser diputado federal. Desde ahí le voy a servir a Xalapa y al país, haciendo buenas leyes, leyes justas", expone, pagado de sí mismo, sobrado y se lanza contra Américo Zúñiga Martínez, el joven político que gobernó la capital hace apenas unos años y a quien todos extrañan, testigos del pésimo trabajo de Rodríguez Herrero. "Perdona que te lo diga presuntuosamente, no tiene nada qué hacer el que aspira a regresar nuevamente. Nada, ja, ja, ja. Y lo verás, si se lleva a cabo un debate, ahí van a ver de dónde salen más correas. Estoy listo para el debate, sobre todo con el que está muy lejano del segundo lugar, ja, ja, ja". Así, Rafael Hernández Villalpando se coloca como puntero. Si así fuera, ¿por qué el ataque contra Américo Zúñiga Martínez, candidato de la alianza "Va por México" que integran PAN, PRI y PRD. Pareciera que detrás de estos ataques y denostaciones, detrás de estas calificaciones, detrás de esa carcajada, está el nerviosismo de un personaje que tuvo oportunidad de oro y la desaprovechó.

Nos vemos los jueves

valeramk@hotmail.com

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En la calle, cuando se lo encuentran, la gente le dice: "pensábamos que estabas muerto".

No, no, estaba de parranda, como dice la canción, pero aquí estoy", contesta Rafael Hernández Villalpando, el diputado federal que llegó a la curul con una votación histórica, gracias al llamado "efecto López Obrador" y que una vez empoderado, no regresó a Xalapa. En entrevista con Ramsés Yunes Zorrilla, el exalcalde yex rector de la Universidad Veracruzana, calificado como uno de los más faltistas en San Lázaro, le dice, fresco, campante, al comunicador, que la gente volverá a votar por él, "porque soy la paleta chupada que a la gente le gustó" y por eso "volverán a chupar la misma paleta". Sus palabras, coloquiales, chuscas, contrastan con un estudio de opinión que tengo en mis manos en donde se señala que el 92.3 por ciento de la población xalapeña no sabe quién es su diputado federal. Incrédulo, cuando me compartieron este estudio me lancé a preguntar a la calle, al taxista, al mesero de la Casona del Beaterio en donde suelo desayunar huevos rancheros con tocino o en La Parroquia de la Plaza Xanat a donde me invita siempre el buen amigo Melitón Morales Domínguez y en efecto, la gente no sabe quién es su diputado federal. ¿Volverá la gente a votar por la paleta chupada, como él mismo se calificó? ¿Volverá la gente a darle su confianza a alguien que los olvidó, que los abandonó, que nunca se presentó a dar las gracias, que nunca gestionó ni un peso para sus representados y sobre todo que nunca le exigió resultados al pésimo gobierno de Hipólito Rodríguez Herrero? Tengo algunos amigos que dicen que Rafael Hernández Villalpando fue un buen alcalde. No lo dudo. La mayoría de la población recuerda que fue desaforado el 28 de septiembre de 2000, acusado de bigamia, que escapó en la cajuela de un coche y que se mantuvo prófugo de la justicia. "No es lo mismo 20 años que los tres mosqueteros", reconoce el político que busca la reelección como diputado federal. También comenta que no le interesa sustituir al Secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos y que en esa o cualquier posición administrativa, "que me den por muerto". "Voy a volver a ser diputado federal. Desde ahí le voy a servir a Xalapa y al país, haciendo buenas leyes, leyes justas", expone, pagado de sí mismo, sobrado y se lanza contra Américo Zúñiga Martínez, el joven político que gobernó la capital hace apenas unos años y a quien todos extrañan, testigos del pésimo trabajo de Rodríguez Herrero. "Perdona que te lo diga presuntuosamente, no tiene nada qué hacer el que aspira a regresar nuevamente. Nada, ja, ja, ja. Y lo verás, si se lleva a cabo un debate, ahí van a ver de dónde salen más correas. Estoy listo para el debate, sobre todo con el que está muy lejano del segundo lugar, ja, ja, ja". Así, Rafael Hernández Villalpando se coloca como puntero. Si así fuera, ¿por qué el ataque contra Américo Zúñiga Martínez, candidato de la alianza "Va por México" que integran PAN, PRI y PRD. Pareciera que detrás de estos ataques y denostaciones, detrás de estas calificaciones, detrás de esa carcajada, está el nerviosismo de un personaje que tuvo oportunidad de oro y la desaprovechó.

Nos vemos los jueves

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