/ lunes 23 de abril de 2018

Andrés Manuel, nadar de muertito

Ante el apabullante chairo-público Andrés Manuel López Obrador ha vuelto a optar por nadar de muertito como reza un dicho popular.

El debate para él fue mero trámite, de esas engorrosas exigencias electorales que pareciera le dan mucha, pero mucha flojera, más cuando presume sus 20 puntos de diferencia en algunas encuestas.

Nunca ha sido reconocido como buen polemista, su discurso es casi siempre el mismo, salvo algunas adecuaciones de acuerdo con los escándalos sexenales que le toquen.

El pasado domingo durante el debate AMLO cuidó de no caer en provocaciones, pero también esquivó las preguntas que lo podían meter en aprietos; el señalamiento de José Antonio Meade de que el tabasqueño es propietario de tres departamentos no ha sido desmentido como el caso lo amerita, porque decir que no es cierto es demasiado fácil.

La exigencia de transparentar el uso de los 3 mil millones de pesos que recibe el partido Morena y presuntos sueldos discrecionales a sus hijos y hermanos está aún pendiente.

La ausencia de un ejercicio fiscal como cualquier ciudadano también levanta sospechas; no es posible que no tenga cuenta de banco ni tarjetas y menos créditos, vamos, que nos diga cómo le hace.

La peje-estrategia se centró en evadir los señalamientos que de antemano se centrarían en él; por ejemplo el que se refiere a la incorporación de presuntos corruptos en las filas morenistas, como Napoleón Gómez Urrutia, el que ni es minero ni puede demostrar las acusaciones en su contra por el desvío de muchos millones de dólares propiedad de los trabajadores que presuntamente representa.

La alianza con Elba Esther Gordillo y familia, así como la alianza con empresarios que antes tachó de corruptos, como Alfonso Romo a quien promueve como su futuro jefe de gabinete.

Muchas incongruencias, pero más falta de respuestas en varios temas que de profundizarse tal vez si pegarían a candidatura de AMLO.

ÁGORA...Veracruz se mantiene con penosos primeros lugares sí, en casos de feminicidios por ejemplo, donde tiene el deshonroso segundo lugar.

Silencio y opacidad han sido la constante, como si la gente no se diera cuenta de que las cosas siguen igual en cuestiones de inseguridad.

@monicamarena

Ante el apabullante chairo-público Andrés Manuel López Obrador ha vuelto a optar por nadar de muertito como reza un dicho popular.

El debate para él fue mero trámite, de esas engorrosas exigencias electorales que pareciera le dan mucha, pero mucha flojera, más cuando presume sus 20 puntos de diferencia en algunas encuestas.

Nunca ha sido reconocido como buen polemista, su discurso es casi siempre el mismo, salvo algunas adecuaciones de acuerdo con los escándalos sexenales que le toquen.

El pasado domingo durante el debate AMLO cuidó de no caer en provocaciones, pero también esquivó las preguntas que lo podían meter en aprietos; el señalamiento de José Antonio Meade de que el tabasqueño es propietario de tres departamentos no ha sido desmentido como el caso lo amerita, porque decir que no es cierto es demasiado fácil.

La exigencia de transparentar el uso de los 3 mil millones de pesos que recibe el partido Morena y presuntos sueldos discrecionales a sus hijos y hermanos está aún pendiente.

La ausencia de un ejercicio fiscal como cualquier ciudadano también levanta sospechas; no es posible que no tenga cuenta de banco ni tarjetas y menos créditos, vamos, que nos diga cómo le hace.

La peje-estrategia se centró en evadir los señalamientos que de antemano se centrarían en él; por ejemplo el que se refiere a la incorporación de presuntos corruptos en las filas morenistas, como Napoleón Gómez Urrutia, el que ni es minero ni puede demostrar las acusaciones en su contra por el desvío de muchos millones de dólares propiedad de los trabajadores que presuntamente representa.

La alianza con Elba Esther Gordillo y familia, así como la alianza con empresarios que antes tachó de corruptos, como Alfonso Romo a quien promueve como su futuro jefe de gabinete.

Muchas incongruencias, pero más falta de respuestas en varios temas que de profundizarse tal vez si pegarían a candidatura de AMLO.

ÁGORA...Veracruz se mantiene con penosos primeros lugares sí, en casos de feminicidios por ejemplo, donde tiene el deshonroso segundo lugar.

Silencio y opacidad han sido la constante, como si la gente no se diera cuenta de que las cosas siguen igual en cuestiones de inseguridad.

@monicamarena