/ domingo 5 de enero de 2020

Apiver, Veolia y los exalcaldes de Veracruz

Sergio Rodríguez, titular de la Procuraduría del Medio Ambiente de Veracruz (PMA), dio a conocer que la dependencia integra un expediente sobre la contaminación que ha provocado la operación del basurero ubicado en el puerto de Veracruz.

Recordemos que en agosto de 2019 la dependencia clausuró dicho tiradero al comprobarse que representaba un foco de contaminación; pasivo ambiental, le llaman al tema.

Se dio a conocer en su momento que el basurero violaba las normas ambientales. Gaspar Monteagudo, subprocurador de la PMA, señaló que la empresa que operaba ese espacio, Veolia, tendría que remediar el daño ambiental. Recordó además que la Ley 847 de Veracruz establecía sanciones en esos casos.

El lugar se había convertido en un riesgo sanitario y por ello fue clausurado. Esa, sin embargo, no fue la primera vez que el basurero fue clausurado: durante el gobierno municipal que encabezó Ramón Poo Gil, la autoridad clausuró el basurero y anunció la construcción de un relleno sanitario.

El problema es que todo quedó en el anuncio y de ahí no se pasó a la acción: el daño ambiental no fue reparado y el lugar permaneció como tiradero a cielo abierto. ¿Qué hizo la autoridad municipal?, nada que no sea contemplar la contaminación, y así pasaron los años… hasta agosto pasado, cuando el basurero fue clausurado por la PMA, provocando una abierta confrontación entre el gobierno estatal y el Ayuntamiento de Veracruz.

Hace un mes, en diciembre pasado, el gerente de ingeniería de la Administración Portuaria Integral de Veracruz (Apiver), Francisco Liaño, anunció la inversión de 22 millones de pesos para clausurar el basurero de forma definitiva. La obra implicaría confinar los desechos del lugar, encapsularlos y cubrirlos con una capa vegetal para convertir el espacio en área verde.

Los trabajos de clausura iniciarán dentro de dos meses y tendrán una duración de dos años, de acuerdo con Liaño Carrera.

El representante de Apiver anunció que la Administración entregó al Ayuntamiento de Veracruz un terreno de 14 hectáreas para que construya un relleno sanitario que cumpla con las normas en materia ambiental.

Hasta ahí, todo bien; el problema es el daño ya realizado; es decir, el pasivo ambiental provocado por una década de contaminación. En ese punto se habla de negligencia de varias autoridades locales e incluso señalan a los responsables de la Apiver.

En días pasados el procurador ambiental de Veracruz, Sergio Rodríguez Cortés, se refirió al expediente que se integra sobre dicho tema y a la investigación que se realiza sobre la empresa Veolia, responsable de la operación del basurero, sobre Apiver y sobre algunas autoridades locales involucradas.

Se sabe que en el asunto han surgido los nombres de los exalcaldes Julen Rementería del Puerto, actual senador panista; Jon Rementería Sempé, quien fuera postulado por la alianza denominada “Fidelidad por Veracruz”; Carolina Gudiño Corro (PRI) y Ramón Poo Gil, también priista, quien se encuentra en una especie de retiro, digamos en el ostracismo político, actualmente agazapado, dado que durante todas esas administraciones —desde 2004 a la fecha— el Ayuntamiento de Veracruz conoció los problemas de contaminación y el incumplimiento de las normas ambientales, y no hizo absolutamente nada para resolver el problema.

Sergio Rodríguez, titular de la Procuraduría del Medio Ambiente de Veracruz (PMA), dio a conocer que la dependencia integra un expediente sobre la contaminación que ha provocado la operación del basurero ubicado en el puerto de Veracruz.

Recordemos que en agosto de 2019 la dependencia clausuró dicho tiradero al comprobarse que representaba un foco de contaminación; pasivo ambiental, le llaman al tema.

Se dio a conocer en su momento que el basurero violaba las normas ambientales. Gaspar Monteagudo, subprocurador de la PMA, señaló que la empresa que operaba ese espacio, Veolia, tendría que remediar el daño ambiental. Recordó además que la Ley 847 de Veracruz establecía sanciones en esos casos.

El lugar se había convertido en un riesgo sanitario y por ello fue clausurado. Esa, sin embargo, no fue la primera vez que el basurero fue clausurado: durante el gobierno municipal que encabezó Ramón Poo Gil, la autoridad clausuró el basurero y anunció la construcción de un relleno sanitario.

El problema es que todo quedó en el anuncio y de ahí no se pasó a la acción: el daño ambiental no fue reparado y el lugar permaneció como tiradero a cielo abierto. ¿Qué hizo la autoridad municipal?, nada que no sea contemplar la contaminación, y así pasaron los años… hasta agosto pasado, cuando el basurero fue clausurado por la PMA, provocando una abierta confrontación entre el gobierno estatal y el Ayuntamiento de Veracruz.

Hace un mes, en diciembre pasado, el gerente de ingeniería de la Administración Portuaria Integral de Veracruz (Apiver), Francisco Liaño, anunció la inversión de 22 millones de pesos para clausurar el basurero de forma definitiva. La obra implicaría confinar los desechos del lugar, encapsularlos y cubrirlos con una capa vegetal para convertir el espacio en área verde.

Los trabajos de clausura iniciarán dentro de dos meses y tendrán una duración de dos años, de acuerdo con Liaño Carrera.

El representante de Apiver anunció que la Administración entregó al Ayuntamiento de Veracruz un terreno de 14 hectáreas para que construya un relleno sanitario que cumpla con las normas en materia ambiental.

Hasta ahí, todo bien; el problema es el daño ya realizado; es decir, el pasivo ambiental provocado por una década de contaminación. En ese punto se habla de negligencia de varias autoridades locales e incluso señalan a los responsables de la Apiver.

En días pasados el procurador ambiental de Veracruz, Sergio Rodríguez Cortés, se refirió al expediente que se integra sobre dicho tema y a la investigación que se realiza sobre la empresa Veolia, responsable de la operación del basurero, sobre Apiver y sobre algunas autoridades locales involucradas.

Se sabe que en el asunto han surgido los nombres de los exalcaldes Julen Rementería del Puerto, actual senador panista; Jon Rementería Sempé, quien fuera postulado por la alianza denominada “Fidelidad por Veracruz”; Carolina Gudiño Corro (PRI) y Ramón Poo Gil, también priista, quien se encuentra en una especie de retiro, digamos en el ostracismo político, actualmente agazapado, dado que durante todas esas administraciones —desde 2004 a la fecha— el Ayuntamiento de Veracruz conoció los problemas de contaminación y el incumplimiento de las normas ambientales, y no hizo absolutamente nada para resolver el problema.