Buen día apreciado lector:
Oiga, como usted lo ve, están pasando cosas en la vida pública de Veracruz que no nos esperábamos verdad, ¿o usted sí?
Mientras allá arriba, en el altiplano, el nuevo Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el más odiado por la vieja oligarquía, sorprende a la República y al extranjero cada mañana, revelando cuestiones sobre cómo se hacía el manejo corrupto de los dineros en las administraciones pasadas, ante la irritación, el enfado, mucho enfado de la sociedad mexicana, acá en la aldea no pasa nada.
Sólo como un botón de muestra, la semana pasada dio a conocer que el anterior director de Infonavit ganaba un sueldo mensual de 700 mil pesos, mientras que el joven que lo acaba de sustituir gana 104 mil.
Para esta mañana de lunes citó a su paisano Manuel Bartlet, para que, en su carácter de titular de la Comisión Federal de Electricidad, a partir de las 7, presente informe sobre el estado que guarda la administración de esa empresa mexicana.
“¡Y lo que se va a saber!”, anticipó admirado.
¿Y acá joven Cuitláhuac?, como lo está señalando el Presidente sobre la administración federal, ¿acaso acá no había sueldazos, no había irregularidades, no hubo raterías, no habrá informe de qué se encontró?
¿Acá nos la pasaremos enseñando el cobre con el escándalo de un burócrata que no pueden remover y cuyo asunto como balón de estadio brincará de mano en mano y entre poder y poder?
Acá nos la pasaremos entre cuchicheos y rumores sobre que si el ex les está comiendo el paquete, que si pueden gobernar o no, que si el secretario de Gobierno es el adecuado o no, que si hay o no hay control político en el gobierno estatal, que si no pueden poner en su lugar a los que ya debieran estar lejos y no en los sillones del poder, ¡Pobre Veracruz!
¿Quién va a rescatar la seguridad? ¿Quién nos dará trabajo? ¿Quién nos devolverá la tranquilidad? ¿Quién resolverá nuestras demandas laborales? ¿Viviremos de las limosnas federales? ¿Quién nos dará claridad y rumbo?
¿Quién va a dar el golpe de autoridad en la mesa? ¿Quién va a decir el ya basta? ¿Quién nos va a señalar el camino del despegue? ¿Quién nos va a dar la confianza de que Veracruz va en el rumbo del progreso?
¿Qué pasa? ¿Para qué fue “el cambio”? Ohh, y ahora, ¿quién podrá ayudarnos? ¡Auxilio Peje!
Tenga el lector paz y armonía en su entorno.
gustavocadenamathey@hotmail.com
