/ viernes 16 de noviembre de 2018

Avaricia, codicia, fraudes electorales y sangre, signos principales del sexenio de Calderón

Al gobierno del expresidente de México, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa (2006-2012), correspondió darle continuidad al de Vicente Fox, presidente de la transición democrática y el primer panista que llegó a Los Pinos.



Calderón junto con los más importantes miembros de Acción Nacional, que contribuyeron a su triunfo, formaron su gabinete, destacando el general Guillermo Galván Galván, Juan Camilo Mouriño, Genaro García Luna y Eduardo Medina Mora, sólo por destacar a los más cercanos al gobernante, en la segunda presidencia panista.

Muchos califican al gobierno de Calderón como una de las mayores desgracias para el país, porque la violencia se generalizó por todo el territorio nacional y se estima que en los últimos 50 años, las muertes registradas durante el sexenio calderonista alcanzaron la cifra de 80 mil homicidios relacionados con la guerra contra las drogas y se agrega a la estadística, cerca de 20 mil personas desaparecidas, que dejan manchado de sangre el periodo presidencial de 2006-2012.

Es necesario destacar que en el proceso electoral de 2006, la diferencia de votos entre Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador fue del 0.56%, y que la coalición “Por el bien de todos” impugnó los resultados electorales, acusó de fraude cometido por los panistas y por la cúpula del PRI, llegando a bautizar por los partidarios de López Obrador como el PRIAN, a esa unión de la que se supo después que obedeció al pacto de reciprocidad entre el candidato Felipe Calderón y el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto; según se consigna en el libro denominado El Amasiato, escrito por el politólogo Álvaro Delgado.

En el mencionado libro se asegura que hubo un pacto de reciprocidad, mandando a votar a miles de priistas del Edomex en favor de Calderón, quien para la elección de 2012, al final de la campaña, retiró todo el apoyo de Los Pinos a la candidata del PAN, a quien se utilizó para bajar la votación de AMLO, quien finalmente en el conteo rápido quedó en segundo lugar y en tercer lugar llegó Vázquez Mota.

Dos fraudes consecutivos (2006 y 2012) acusó López Obrador en su agravio, y con los errores de Calderón y Peña Nieto la suma de inconformidades, y la desigualdad económica y autoritarismo del nuevo PRI influyeron notablemente para que en 2018 se volcaran a las urnas 30 millones de mexicanos a votar por el candidato de Morena Andrés Manuel López Obrador.


Al gobierno del expresidente de México, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa (2006-2012), correspondió darle continuidad al de Vicente Fox, presidente de la transición democrática y el primer panista que llegó a Los Pinos.



Calderón junto con los más importantes miembros de Acción Nacional, que contribuyeron a su triunfo, formaron su gabinete, destacando el general Guillermo Galván Galván, Juan Camilo Mouriño, Genaro García Luna y Eduardo Medina Mora, sólo por destacar a los más cercanos al gobernante, en la segunda presidencia panista.

Muchos califican al gobierno de Calderón como una de las mayores desgracias para el país, porque la violencia se generalizó por todo el territorio nacional y se estima que en los últimos 50 años, las muertes registradas durante el sexenio calderonista alcanzaron la cifra de 80 mil homicidios relacionados con la guerra contra las drogas y se agrega a la estadística, cerca de 20 mil personas desaparecidas, que dejan manchado de sangre el periodo presidencial de 2006-2012.

Es necesario destacar que en el proceso electoral de 2006, la diferencia de votos entre Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador fue del 0.56%, y que la coalición “Por el bien de todos” impugnó los resultados electorales, acusó de fraude cometido por los panistas y por la cúpula del PRI, llegando a bautizar por los partidarios de López Obrador como el PRIAN, a esa unión de la que se supo después que obedeció al pacto de reciprocidad entre el candidato Felipe Calderón y el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto; según se consigna en el libro denominado El Amasiato, escrito por el politólogo Álvaro Delgado.

En el mencionado libro se asegura que hubo un pacto de reciprocidad, mandando a votar a miles de priistas del Edomex en favor de Calderón, quien para la elección de 2012, al final de la campaña, retiró todo el apoyo de Los Pinos a la candidata del PAN, a quien se utilizó para bajar la votación de AMLO, quien finalmente en el conteo rápido quedó en segundo lugar y en tercer lugar llegó Vázquez Mota.

Dos fraudes consecutivos (2006 y 2012) acusó López Obrador en su agravio, y con los errores de Calderón y Peña Nieto la suma de inconformidades, y la desigualdad económica y autoritarismo del nuevo PRI influyeron notablemente para que en 2018 se volcaran a las urnas 30 millones de mexicanos a votar por el candidato de Morena Andrés Manuel López Obrador.