/ lunes 27 de julio de 2020

Bancos del Bienestar, una concepción monopólica

La función protagónica del gobierno en la economía de México, que sustentó la decisión del presidente López Obrador para la construcción de 2 mil 700 sucursales del Banco del Bienestar, sonaba bien hasta antes de que se cuantificara el costo de la construcción de esa amplia red de sucursales bancarias y cajeros automáticos, que se instalarían principalmente para la entrega de recursos de los programas asistenciales del gobierno al “pueblo pobre”.

El plan de invertir 10 mil millones de pesos tan sólo en la construcción de las sucursales en los miles de municipios de todo el país se esfumó con la llegada inesperada de la pandemia y el cierre obligado de negocios, para disminuir el crecimiento de los contagios.

Los recursos que se pensaban invertir en estos bancos ahora se aplican para suplir las deficiencias del sector salud, puesto que el derecho de los mexicanos a preservar la vida resulta primordial en los términos del artículo 4º constitucional, que obliga al gobierno a brindar atención médica y todo lo necesario para que los enfermos se restablezcan y estén aptos para atender las tareas que a cada quien le correspondan.

Dentro del círculo de empresarios favorecidos por el gobierno de la 4T se incluye a Ricardo Salinas Pliego, quien además de ser propietario de TV Azteca, también es dueño de Banco Azteca y muchos negocios más, es por ello que la 4T le entrega mensualmente millonarios depósitos para el manejo de las “tarjetas del bienestar”.

“El principal socio que tiene López Obrador para repartir dinero con el propósito de comprar la conciencia y el voto de la gente se llama Ricardo Salinas Pliego”. El texto anterior fue publicado por la destacada periodista Beatriz Pagés, en la página editorial de su revista Siempre! Por lo que se observa, ya no habrá tiempo ni dinero para construir las sucursales del Banco del Bienestar y Salinas Pliego y su Banco Azteca continuarán hasta el fin del sexenio recibiendo los millonarios depósitos que provienen de los impuestos para repartirlos al destino que indique el señor presidente.

La agenda pendiente de AMLO para cumplir en tiempo y forma con sus ofertas de campaña, difícilmente se cumplirá y si fuera con fines electorales la construcción de las 2 mil 700 sucursales del Banco del Bienestar obligarían al gobierno a construir y operar siete sucursales al día, para estar listas en la elección intermedia del próximo año.

La función protagónica del gobierno en la economía de México, que sustentó la decisión del presidente López Obrador para la construcción de 2 mil 700 sucursales del Banco del Bienestar, sonaba bien hasta antes de que se cuantificara el costo de la construcción de esa amplia red de sucursales bancarias y cajeros automáticos, que se instalarían principalmente para la entrega de recursos de los programas asistenciales del gobierno al “pueblo pobre”.

El plan de invertir 10 mil millones de pesos tan sólo en la construcción de las sucursales en los miles de municipios de todo el país se esfumó con la llegada inesperada de la pandemia y el cierre obligado de negocios, para disminuir el crecimiento de los contagios.

Los recursos que se pensaban invertir en estos bancos ahora se aplican para suplir las deficiencias del sector salud, puesto que el derecho de los mexicanos a preservar la vida resulta primordial en los términos del artículo 4º constitucional, que obliga al gobierno a brindar atención médica y todo lo necesario para que los enfermos se restablezcan y estén aptos para atender las tareas que a cada quien le correspondan.

Dentro del círculo de empresarios favorecidos por el gobierno de la 4T se incluye a Ricardo Salinas Pliego, quien además de ser propietario de TV Azteca, también es dueño de Banco Azteca y muchos negocios más, es por ello que la 4T le entrega mensualmente millonarios depósitos para el manejo de las “tarjetas del bienestar”.

“El principal socio que tiene López Obrador para repartir dinero con el propósito de comprar la conciencia y el voto de la gente se llama Ricardo Salinas Pliego”. El texto anterior fue publicado por la destacada periodista Beatriz Pagés, en la página editorial de su revista Siempre! Por lo que se observa, ya no habrá tiempo ni dinero para construir las sucursales del Banco del Bienestar y Salinas Pliego y su Banco Azteca continuarán hasta el fin del sexenio recibiendo los millonarios depósitos que provienen de los impuestos para repartirlos al destino que indique el señor presidente.

La agenda pendiente de AMLO para cumplir en tiempo y forma con sus ofertas de campaña, difícilmente se cumplirá y si fuera con fines electorales la construcción de las 2 mil 700 sucursales del Banco del Bienestar obligarían al gobierno a construir y operar siete sucursales al día, para estar listas en la elección intermedia del próximo año.