Desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari a la fecha, para no hacer historia, cayeron los gobernadores Guillermo Cosío Vidaurri, Óscar Flores Tapia, Enrique Velasco Ibarra, Jorge Carrillo Olea, Sócrates Rizo, Ruben Figueroa relevado por Ángel Aguirre, quien a su vez fue destituido durante el sexenio anterior, al igual que Fausto Vallejo, de Guerrero y Michoacán respectivamente.
En corrillos de bares, cantinas y cafés, uno de los temas favoritos es adivinar el futuro de la clase política y particularmente de los funcionarios que actualmente están ubicados en puestos públicos, quienes por boca propia o de sus cercanos y cercanas, han manifestado su aspiración a relevar al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, olvidándose que los veracruzanos eligieron al candidato de Morena, para detentar la silla embrujada del Palacio de Gobierno, hasta el día 30 de noviembre de 2024.
Antes de la fecha que marca el calendario político de Veracruz, ni los vientos huracanados del cambio climático, moverán al gobernante veracruzano que ha diferencia de sus antecesores, no se comporta como los señores feudales (amos y dueños) del terruño que gobiernan, sino que por el contrario, Cuitláhuac conserva el trato educado y amable con el pueblo. A ello hay que agregar el respaldo que tiene del Presidente López Obrador, para la toma de decisiones que corresponden a su alta investidura.
Vale la pena recordar que durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, catorce gobernadores fueron dados de baja y que Ernesto Zedillo a través de su Secretario de Gobernación, Esteban Moctezuma Barragán (hoy Secretario de Educación) intentó defenestrar a Roberto Madrazo del Gobierno de Tabasco, sin éxito por la intervención del profesor Carlos Hank González, protector de Madrazo.
El respeto al Federalismo es la bandera que los gobernadores deben invocar, pues en las Constituciones de cada Entidad Federativa, se establece el respeto que deben guardar los poderes federales a la soberanía de cada Estado; por lo que sólo a los veracruzanos correspondería en primera y única instancia, ejercer su soberanía y decidir sobre el desempeño de la Gubernatura en cada periodo sexenal.
Los calenturientos, adelantados y rumorólogos deben tomar “serena’té”, “té de azares” o en su caso el “passiflorine”, que no quita el sueño pero calma los nervios y ayuda a descansar a los impacientes que quieren adelantarse al 2024. Calma y nos amanecemos…
