Buen día apreciado lector:
Hoy le invito a que le demos la bienvenida a nuestro estado, sincera y calurosa, como en los buenos tiempos, al señor presidente de la República, don Andrés Manuel López Obrador, que nos trae seguramente muy buenas nuevas.
Allá al principio de los años sesenta, cuando existía verdadero respeto por los valores morales, recibimos en Acayucan al presidente Adolfo López Mateos.
Aún recuerdo esa multitud aplaudiéndolo a su paso en carro descubierto por las calles del centro, aventando al aire confetis y papel picado.
Pero también el ambiente festivo, de alegría y al compás de los acordes de la Banda de Sayula, cantándole: “¡¡bienvenido Señor Presidente, a pisar este humilde girón, de esta tierra de sencilla genteee; que le ofrece respeto y honoooor!!, letra que mi padre, José Antonio Cadena Constantino, “El Poeta de la Soledad” había escrito.
Ahora recibimos con renovada esperanza al tabasqueño casipaisano porque en todo México y el extranjero nos hemos dado cuenta, de su enorme batalla para recuperar a nuestro país, combatiendo la corrupción que por largos años ha enriquecido a pocos y ha empobrecido a millares.
Esa lucha contra el robo del petróleo solo puede calificarse como histórica y si usted quiere conocer los detalles, siga por la televisión todos los días en vivo y a todo color, las conferencias de prensa que ofrece El Peje y sus colaboradores.
Desde las siete de la mañana responde a diario a las preguntas de los periodistas no solo sobre el robo de combustibles y sus diversas acciones para mejorar la vida del pueblo, sino de otras que sin duda ayudarán a salir de la crisis económica y de inseguridad que vivimos.
En la conferencia del miércoles con ese estilo que a veces parece pecar de ingenuo decía:
“No debemos ser cómplices, tenemos que portarnos bien; todos a portarnos bien”. Insistía que el pueblo de México “es un pueblo honesto, un pueblo trabajador”, al tiempo de informar que ya hay alternativa; oportunidades de trabajo: “Todo el que necesite empleo, todo el que necesite ser atendido por su situación de pobreza, cuenta con nosotros, se le atiende.
“Nadie tiene necesidad de robar para sobrevivir. Es cosa que se comuniquen con nuestros representantes en los municipios, en los estados; hay programas de crédito, de trabajo para jóvenes, hay becas. Hay muchos apoyos para la gente humilde, para la gente pobre. No hay necesidad de ayudar, proteger a quienes se dedican a actos ilícitos. Vivamos en paz”.
Ojalá en Xalapa y todo el estado el joven Cuitláhuac García emprenda una incesante campaña para que todo aquel que necesite un empleo, una beca y resolver problemas, sepa exactamente dónde y con quién acudir: mientras, no queda más que decirle al Peje: “¡¡no pares, sigue, sigue”.
Tenga el lector un fin de semana en paz y armonía en su entorno.
gustavocadenamathey@hotmail.com
