/ viernes 18 de diciembre de 2020

Buenos y malos

La 4T es así: Yo, Morena, soy el bien, y ustedes, los otros, los opositores, los disidentes, los críticos, el mal.

Yo, la buena nueva. Ustedes, los emisarios del pasado. Yo, el paraíso socialista que viene, mejor dicho, que ya está, y que significa igualdad social, económica, educativa, de salud, seguridad y justicia, para todos. Ustedes, el mundo fallido. El Estado de Derecho Fallido. Yo, la purificación moral y la honestidad valiente. Ustedes, los demás, los pillos y ladrones que pusieron a México en el primer lugar mundial de corrupción política.

Yo, Morena, anexos y conexos, el mundo por venir. Ustedes, los otros, el país del que nadie desea su regreso. Yo, la encarnación del bien. “Detente enemigo/ Jesús está conmigo”. Ustedes, el mal.

Yo, siervo de la nación y soldado de la patria. Ustedes, los conservadores, los Donald Trump mexicanos.

Yo, el dador de nuevos programas sociales donde todos están incluidos, vaya, hasta los migrantes de América Central. Ustedes, “los ordeñadores de la vaca suiza”.

Yo, Morena, la 4T, el profeta de las mañaneras anunciando el nuevo país. Ustedes, la utopía desplomada.

Yo, predicando con el ejemplo los nuevos mandamientos, la Cartilla Moral, oh Alfonso Reyes, mi código de ética, la purificación de las almas y los cuerpos. Ustedes, los prostitutos de la política.

Yo, enviado de Dios para salvar a la tierra, el paraíso prometido millones de veces. Ustedes, el país que dejaron donde 6 de cada diez mexicanos viven en la pobreza, la miseria y la jodidez.

Yo, con el látigo de Jesucristo en la mano para lanzar del templo a todos ustedes, los fariseos y mercenarios. Ustedes, los otros, los hijos de Luzbel y de Judas, juntos.

Yo, cierto, rijoso y belicoso. Es mi ADN. Pero… rijoso ante tanta corrupción que Ustedes, los otros, me dejaron, y solo queda reaccionar así.

Yo, con una misión apostólica desde mis orígenes, tiempo cuando caminaba con los indígenas y campesinos de Tabasco a la Ciudad de México en contra de Pemex. Ustedes, “metiendo siempre la mano al cajón”.

Yo… estuve a punto de ahogarme en un río de Tabasco cuando era adolescente. Entonces, supe de mi apostolado en el mundo. Ustedes, los apóstatas, los herejes.

Yo, con un montón de gente sencilla y modesta en el gabinete. Ciudadanos de a pie que durante muchos años creyeron en mí. Y por eso, ahora, con ellos, en la cumbre más alta. Ustedes, todos, la mayoría, utilizando a los pobres como “carne de cañón”.

Yo, desde la 4T, conduciendo a mi pueblo al nuevo mundo como Moisés caminó frente a su pueblo judío durante treinta años soñando con la tierra prometida. Ustedes, ya estuvieron en el mando y vean lo que dejaron. Un país rico en recursos naturales, habitado por gente pobre que ni siquiera tiene para comer el día siguiente. Es la 4T que el año entrante, mediados del 2021, enfrentará “la prueba de bomba”.

Quince gobernadores serán electos. Y 500 diputados federales. Y alcaldes y diputados locales en varias entidades federativas, entre ellas, Veracruz.

Y la 4T, lista para la victoria. Y Ustedes, para la derrota mil veces anunciada.

Ya lo dijo Porfirio Muñoz Ledo, Morena permanecerá en el poder durante dieciocho años seguiditos, y después, ya se verá.

Se agradece la cosmovisión del licenciado. Pero la profecía vislumbra el poder eterno y perpetuo.

Mientras haya pobres, Morena seguirá latiendo, invencible, inderrotable.

La 4T es así: Yo, Morena, soy el bien, y ustedes, los otros, los opositores, los disidentes, los críticos, el mal.

Yo, la buena nueva. Ustedes, los emisarios del pasado. Yo, el paraíso socialista que viene, mejor dicho, que ya está, y que significa igualdad social, económica, educativa, de salud, seguridad y justicia, para todos. Ustedes, el mundo fallido. El Estado de Derecho Fallido. Yo, la purificación moral y la honestidad valiente. Ustedes, los demás, los pillos y ladrones que pusieron a México en el primer lugar mundial de corrupción política.

Yo, Morena, anexos y conexos, el mundo por venir. Ustedes, los otros, el país del que nadie desea su regreso. Yo, la encarnación del bien. “Detente enemigo/ Jesús está conmigo”. Ustedes, el mal.

Yo, siervo de la nación y soldado de la patria. Ustedes, los conservadores, los Donald Trump mexicanos.

Yo, el dador de nuevos programas sociales donde todos están incluidos, vaya, hasta los migrantes de América Central. Ustedes, “los ordeñadores de la vaca suiza”.

Yo, Morena, la 4T, el profeta de las mañaneras anunciando el nuevo país. Ustedes, la utopía desplomada.

Yo, predicando con el ejemplo los nuevos mandamientos, la Cartilla Moral, oh Alfonso Reyes, mi código de ética, la purificación de las almas y los cuerpos. Ustedes, los prostitutos de la política.

Yo, enviado de Dios para salvar a la tierra, el paraíso prometido millones de veces. Ustedes, el país que dejaron donde 6 de cada diez mexicanos viven en la pobreza, la miseria y la jodidez.

Yo, con el látigo de Jesucristo en la mano para lanzar del templo a todos ustedes, los fariseos y mercenarios. Ustedes, los otros, los hijos de Luzbel y de Judas, juntos.

Yo, cierto, rijoso y belicoso. Es mi ADN. Pero… rijoso ante tanta corrupción que Ustedes, los otros, me dejaron, y solo queda reaccionar así.

Yo, con una misión apostólica desde mis orígenes, tiempo cuando caminaba con los indígenas y campesinos de Tabasco a la Ciudad de México en contra de Pemex. Ustedes, “metiendo siempre la mano al cajón”.

Yo… estuve a punto de ahogarme en un río de Tabasco cuando era adolescente. Entonces, supe de mi apostolado en el mundo. Ustedes, los apóstatas, los herejes.

Yo, con un montón de gente sencilla y modesta en el gabinete. Ciudadanos de a pie que durante muchos años creyeron en mí. Y por eso, ahora, con ellos, en la cumbre más alta. Ustedes, todos, la mayoría, utilizando a los pobres como “carne de cañón”.

Yo, desde la 4T, conduciendo a mi pueblo al nuevo mundo como Moisés caminó frente a su pueblo judío durante treinta años soñando con la tierra prometida. Ustedes, ya estuvieron en el mando y vean lo que dejaron. Un país rico en recursos naturales, habitado por gente pobre que ni siquiera tiene para comer el día siguiente. Es la 4T que el año entrante, mediados del 2021, enfrentará “la prueba de bomba”.

Quince gobernadores serán electos. Y 500 diputados federales. Y alcaldes y diputados locales en varias entidades federativas, entre ellas, Veracruz.

Y la 4T, lista para la victoria. Y Ustedes, para la derrota mil veces anunciada.

Ya lo dijo Porfirio Muñoz Ledo, Morena permanecerá en el poder durante dieciocho años seguiditos, y después, ya se verá.

Se agradece la cosmovisión del licenciado. Pero la profecía vislumbra el poder eterno y perpetuo.

Mientras haya pobres, Morena seguirá latiendo, invencible, inderrotable.

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