/ martes 23 de julio de 2019

Cambio de sistema

Max Correa, diputado federal, y José Narro Céspedes se pronuncian por la no aceptación de los sistemas productivos del gobierno, ambos militantes de la izquierda, que junto con el historiador y antropólogo Alfonso Ramírez Cuellar impulsan la salida del juego político, del sector agrario de los viejos líderes campesinos que formaron las organizaciones del sector agrario del PRI.

Ya los campesinos, ejidatarios y comuneros les sobra razón para repudiar a los líderes agrarios que fueron beneficiarios de las prebendas del viejo sistema del Revolucionario Institucional, cuya vinculación con el gobierno sólo sirvió para apropiarse de los programas y apoyos de los que se adueñaron de generación en generación. La lucha de los campesinos en el norte del país, encabezada por el general Francisco Villa, y las batallas ganadas por Emiliano Zapata en el centro y sur del país, asesinados ambos por los traidores de la revolución mexicana, únicamente fue aprovechada por quienes sobrevivieron al movimiento agrario y a sus familias.

Los nuevos líderes agrarios enquistados en las cámaras de diputados y senadores del Congreso de la Unión seguramente ya ven disfrutar a familiares y amigos de los beneficios de quienes han llegado al poder, para construir el sector agrario y la 4ta transformación. Por el equivalente a lo que fuera el legendario congreso del trabajo, ya incorpora a su organización, el licenciado en economía Napoleón Gómez Urrutia después de ocho años de exilio y de haberse nacionalizado ciudadano canadiense. La efigie de Fidel Velázquez en la CTM y Congreso del Trabajo hace sombra todavía al líder minero, y los demás sindicatos y agrupaciones civiles pretenden constituirse en otro sector político importante, cuyas luchas por conquistas de las organizaciones que agrupan sustituyen o cuando menos eso pretenden, a los sectores del PRI.

De tal suerte que campesinos, obreros y burócratas seguramente tendrán un espacio en el partido Morena, pues los métodos y prácticas de acarreados ya son empleados por los líderes del partido del presidente. No hay que olvidar que muchos de los actuales dirigentes salieron del PRI, cansados de hacer fila sin que les dieran participación y otros políticos oportunistas, ahora buscan alcanzar los puestos públicos, muchos que apenas días antes de la campaña de AMLO no tuvieron empacho en cambiar de partido.

Max Correa, diputado federal, y José Narro Céspedes se pronuncian por la no aceptación de los sistemas productivos del gobierno, ambos militantes de la izquierda, que junto con el historiador y antropólogo Alfonso Ramírez Cuellar impulsan la salida del juego político, del sector agrario de los viejos líderes campesinos que formaron las organizaciones del sector agrario del PRI.

Ya los campesinos, ejidatarios y comuneros les sobra razón para repudiar a los líderes agrarios que fueron beneficiarios de las prebendas del viejo sistema del Revolucionario Institucional, cuya vinculación con el gobierno sólo sirvió para apropiarse de los programas y apoyos de los que se adueñaron de generación en generación. La lucha de los campesinos en el norte del país, encabezada por el general Francisco Villa, y las batallas ganadas por Emiliano Zapata en el centro y sur del país, asesinados ambos por los traidores de la revolución mexicana, únicamente fue aprovechada por quienes sobrevivieron al movimiento agrario y a sus familias.

Los nuevos líderes agrarios enquistados en las cámaras de diputados y senadores del Congreso de la Unión seguramente ya ven disfrutar a familiares y amigos de los beneficios de quienes han llegado al poder, para construir el sector agrario y la 4ta transformación. Por el equivalente a lo que fuera el legendario congreso del trabajo, ya incorpora a su organización, el licenciado en economía Napoleón Gómez Urrutia después de ocho años de exilio y de haberse nacionalizado ciudadano canadiense. La efigie de Fidel Velázquez en la CTM y Congreso del Trabajo hace sombra todavía al líder minero, y los demás sindicatos y agrupaciones civiles pretenden constituirse en otro sector político importante, cuyas luchas por conquistas de las organizaciones que agrupan sustituyen o cuando menos eso pretenden, a los sectores del PRI.

De tal suerte que campesinos, obreros y burócratas seguramente tendrán un espacio en el partido Morena, pues los métodos y prácticas de acarreados ya son empleados por los líderes del partido del presidente. No hay que olvidar que muchos de los actuales dirigentes salieron del PRI, cansados de hacer fila sin que les dieran participación y otros políticos oportunistas, ahora buscan alcanzar los puestos públicos, muchos que apenas días antes de la campaña de AMLO no tuvieron empacho en cambiar de partido.