/ domingo 8 de julio de 2018

Candidatos, los peores números

Al otro extremo de los candidatos que ganaron sus respectivas elecciones de forma contundente se encuentran los aspirantes a cargos de elección popular, que no sólo recibieron el rechazo ciudadano en las urnas, sino que sufrieron la vergüenza de pasar a la historia como los menos votados.

En el ámbito nacional destacan casos como el de Manuel González Campos, candidato del Partido Social Demócrata a la presidencia municipal de Zacualpan de Amilpas, Morelos; de Leydi Margeli Chan Dzun y Lilia Rubí Tamayo Poot, abanderadas del Partido Verde Ecologista de México y de Nueva Alianza a la alcaldía de Cuncunul, Yucatán; y de Sarai García Vázquez, quien buscaba llegar al Ayuntamiento de Mártires de Tacubaya, Oaxaca, por el Partido Unidad Popular. Todos ellos tienen algo en común: sólo obtuvieron un voto en sus respectivas contiendas, de tal manera que ni sus vecinos y familiares les apoyaron en las urnas.

En Veracruz, durante el proceso electoral 2017-2018, no se registraron casos de esos niveles, pero sí hubo candidatos que tuvieron una lastimosa cosecha de votos.

En la elección para diputados locales, el candidato menos votado fue Sergio Alejandro Martínez, quien contendió por Nueva Alianza a la curul por el distrito 30 de Coatzacoalcos 30. Sólo consiguió 998 votos.

Sin embargo, hay otros casos de candidatos que pasaron el proceso electoral con más pena que gloria: Carlos Anaya Hernández, aspirante al distrito de Pánuco, tuvo mil 868 votos; Héctor Emilio Lobato Peraza, de Coatepec, mil 703; Blanca Oliva Gutiérrez Virues, de Emiliano Zapata, mil 865; Alicia González Romero, del distrito 15 de Veracruz, mil 507; Lorenzo Gerardo Cortés Maldonado, de Boca del Río, mil 743; Junio Macías Eugenio, de Cosamaloapan, mil 226, y Yuliana Vargas Silva, de Acayucan, mil 005. Todos ellos representaron al Panal.

En la misma contienda, pero por el distrito de Tantoyuca, Jorge Romero Portillo, del Partido Encuentro Social, sólo obtuvo la confianza de mil 156 ciudadanos.

Por otro lado, entre los llamados partidos grandes, como era de suponerse, fueron los priistas los que registraron las votaciones más bajas en las elecciones para diputados locales; entre ellos destacan los casos de más de una docena de candidatos que no llegaron siquiera al 14% de la votación total en sus respectivos distritos: en Poza Rica, el exdirigente magisterial y exdiputado local Gaudencio Hernández Burgos, tuvo 10.2%; en el 11 de Xalapa, la exdiputada local Dalia Pérez Castañeda, 13.84%; en el 14 de Veracruz, Fabiola Balmori Durazzo, 10.55%; en el 15 de Veracruz, Belem Palmeros Exsome, 10.35%; en Camerino Z. Mendoza, María Leticia Mauro Gallardo, 12.63%; en San Andrés Tuxtla, Divaj Salvador Díaz del Castillo, 12.11%; en Acayucan, Lázaro Mendoza Méndez, 12.68%; en Minatitlán, Tania Ivette Estrada Núñez, 11.46%; en el 30 de Coatzacoalcos, María Luisa de la Rosa Castillo, 11.14%.

El dudoso honor de tener la peor votación para su partido corresponde al candidato por el 29 de Coatzacoalcos, Juan Pablo Sosa González, quien apenas logró 9 mil 344 votos, 8.81%.

En cuanto a los candidatos a las diputaciones federales, los peores números corresponden a los aspirantes por los distritos de Poza Rica, Lilia Christfielt Lugo, 9.22%; 10 de Xalapa, María Amparo Álvarez Castilla, 9.22%; 11 de Coatzacoalcos, Fernando Baños Sánchez, 8.67%; 12 de Veracruz, Raúl Zarrabal Ferat, 9.75%; Orizaba, Ivonne Risso López, 10.43%, y San Andrés Tuxtla, Dibanhi Araceli Díaz de la Cerda, 7.75% (en ese lugar el exalcalde de la cabecera distrital, Manuel Rosendo Pelayo, apenas logró 5.29% de la votación total).

Entre los candidatos a las diputaciones federales quien presentó los peores números fue la candidata por el distrito 4 de Veracruz, Sheila Rubí Flores Tenorio, 11 mil 449 votos, 6.16% de los sufragios totales.

Los aspirantes de Panal y de PRI-Verde obtuvieron no sólo los peores números, sino también la vergüenza de enfrentar el rechazo ciudadano en las urnas, aunque habría que agregar que a muchos de ellos les afectó la pesada losa de un partido hundido en el descrédito.

@luisromero85


Al otro extremo de los candidatos que ganaron sus respectivas elecciones de forma contundente se encuentran los aspirantes a cargos de elección popular, que no sólo recibieron el rechazo ciudadano en las urnas, sino que sufrieron la vergüenza de pasar a la historia como los menos votados.

En el ámbito nacional destacan casos como el de Manuel González Campos, candidato del Partido Social Demócrata a la presidencia municipal de Zacualpan de Amilpas, Morelos; de Leydi Margeli Chan Dzun y Lilia Rubí Tamayo Poot, abanderadas del Partido Verde Ecologista de México y de Nueva Alianza a la alcaldía de Cuncunul, Yucatán; y de Sarai García Vázquez, quien buscaba llegar al Ayuntamiento de Mártires de Tacubaya, Oaxaca, por el Partido Unidad Popular. Todos ellos tienen algo en común: sólo obtuvieron un voto en sus respectivas contiendas, de tal manera que ni sus vecinos y familiares les apoyaron en las urnas.

En Veracruz, durante el proceso electoral 2017-2018, no se registraron casos de esos niveles, pero sí hubo candidatos que tuvieron una lastimosa cosecha de votos.

En la elección para diputados locales, el candidato menos votado fue Sergio Alejandro Martínez, quien contendió por Nueva Alianza a la curul por el distrito 30 de Coatzacoalcos 30. Sólo consiguió 998 votos.

Sin embargo, hay otros casos de candidatos que pasaron el proceso electoral con más pena que gloria: Carlos Anaya Hernández, aspirante al distrito de Pánuco, tuvo mil 868 votos; Héctor Emilio Lobato Peraza, de Coatepec, mil 703; Blanca Oliva Gutiérrez Virues, de Emiliano Zapata, mil 865; Alicia González Romero, del distrito 15 de Veracruz, mil 507; Lorenzo Gerardo Cortés Maldonado, de Boca del Río, mil 743; Junio Macías Eugenio, de Cosamaloapan, mil 226, y Yuliana Vargas Silva, de Acayucan, mil 005. Todos ellos representaron al Panal.

En la misma contienda, pero por el distrito de Tantoyuca, Jorge Romero Portillo, del Partido Encuentro Social, sólo obtuvo la confianza de mil 156 ciudadanos.

Por otro lado, entre los llamados partidos grandes, como era de suponerse, fueron los priistas los que registraron las votaciones más bajas en las elecciones para diputados locales; entre ellos destacan los casos de más de una docena de candidatos que no llegaron siquiera al 14% de la votación total en sus respectivos distritos: en Poza Rica, el exdirigente magisterial y exdiputado local Gaudencio Hernández Burgos, tuvo 10.2%; en el 11 de Xalapa, la exdiputada local Dalia Pérez Castañeda, 13.84%; en el 14 de Veracruz, Fabiola Balmori Durazzo, 10.55%; en el 15 de Veracruz, Belem Palmeros Exsome, 10.35%; en Camerino Z. Mendoza, María Leticia Mauro Gallardo, 12.63%; en San Andrés Tuxtla, Divaj Salvador Díaz del Castillo, 12.11%; en Acayucan, Lázaro Mendoza Méndez, 12.68%; en Minatitlán, Tania Ivette Estrada Núñez, 11.46%; en el 30 de Coatzacoalcos, María Luisa de la Rosa Castillo, 11.14%.

El dudoso honor de tener la peor votación para su partido corresponde al candidato por el 29 de Coatzacoalcos, Juan Pablo Sosa González, quien apenas logró 9 mil 344 votos, 8.81%.

En cuanto a los candidatos a las diputaciones federales, los peores números corresponden a los aspirantes por los distritos de Poza Rica, Lilia Christfielt Lugo, 9.22%; 10 de Xalapa, María Amparo Álvarez Castilla, 9.22%; 11 de Coatzacoalcos, Fernando Baños Sánchez, 8.67%; 12 de Veracruz, Raúl Zarrabal Ferat, 9.75%; Orizaba, Ivonne Risso López, 10.43%, y San Andrés Tuxtla, Dibanhi Araceli Díaz de la Cerda, 7.75% (en ese lugar el exalcalde de la cabecera distrital, Manuel Rosendo Pelayo, apenas logró 5.29% de la votación total).

Entre los candidatos a las diputaciones federales quien presentó los peores números fue la candidata por el distrito 4 de Veracruz, Sheila Rubí Flores Tenorio, 11 mil 449 votos, 6.16% de los sufragios totales.

Los aspirantes de Panal y de PRI-Verde obtuvieron no sólo los peores números, sino también la vergüenza de enfrentar el rechazo ciudadano en las urnas, aunque habría que agregar que a muchos de ellos les afectó la pesada losa de un partido hundido en el descrédito.

@luisromero85