/ lunes 12 de noviembre de 2018

CAXA, organización tercermundista

En Diario de Xalapa, Facebook, Twitter y otro medios, desde hace varios meses han habido comentarios sobre la lamentable organización de CAXA, en la regulación del tráfico vehicular externo en la terminal. Desde hace muchos años asistir a esa terminal en fin de semana y días festivos ha sido un esfuerzo desesperante, cada día peor.

El viernes pasado a las 9 horas salimos de Xalapa por ADO, desde una cuadra antes de llegar, en 20 de Noviembre había una larga fila de taxis, algunos en doble fila. Al ingresar al área de la terminal pletórica de vehículos, el carril al margen de la banqueta que lleva a la entrada de las salas se encontraba cerrado y custodiado por un policía que indicaba imperativo que no había paso. Arriba en la salida de las salas había multitud de usuarios.

Nos vimos obligados a subir por el lado contrario, cerca de la barda de piedra, el ancho es para el paso de un vehículo apenas con holgura, pero ahora había taxis subidos en la estrecha banquetita adyacente a la barda pétrea, debimos pasar con extremada cautela, a unos centímetros entre taxis impertinentes y la cuerda limitante con el carril clausurado.

Un caballero taxista “embanquetado” se “escurría” del volante hacia la puerta opuesta para salir del vehículo, al emerger él yo pasaba a su lado, percibió mi expresión de molestia porque mostró gesto de reto nada gentil, se alejó caminando hacia un taxi estacionado unos metros adelante para saludar al conductor que esperaba amodorrado, el avance era lento, debimos descender del taxi y caminar como veinte metros para llegar a tiempo. Lamentables escenas, las he vivido numerosas veces este año.

Con frecuencia platico con taxistas al abordar en la calle o algunos dentro del área de la terminal, varios han coincidido en que el desorden se debe a “concesiones” de las autoridades administrativas a agrupaciones de taxis para permitir su entrada a la terminal, donde la clientela abunda lo que hace a CAXA un jauja que alcanzar. Taxistas aprovechan la oportunidad y son los menos culpables, la responsabilidad es de los administradores que, al parecer, actúan por interés económico fundamental sin importarles el caos de incomodidad y molestia de los usuarios.

Personas de ciudades del norte del país y del extranjero han expresado su extrañeza ante esta irregularidad y me es imposible explicar las causas de esta deplorable imagen. Xalapa queda mal ante la opinión exterior, ofrece un escenario goyesco del tercer mundo latinoamericano, a pesar de sus grandes valores históricos, culturales y humanistas que la han distinguido.

Múltiples protestas han surgido, ninguna autoridad ha respondido.

En Xalapa percibimos vacío de autoridad por esto y otras deficiencias como: ausencia de vigilancia, inseguridad, baches por doquier y muchos “algos más” de negativa repercusión. ¿Quién podrá solucionar estos conflictos ciudadanos?, “nadie supo, nadie sabe”.

hsilva_mendoza@hotmail.com



En Diario de Xalapa, Facebook, Twitter y otro medios, desde hace varios meses han habido comentarios sobre la lamentable organización de CAXA, en la regulación del tráfico vehicular externo en la terminal. Desde hace muchos años asistir a esa terminal en fin de semana y días festivos ha sido un esfuerzo desesperante, cada día peor.

El viernes pasado a las 9 horas salimos de Xalapa por ADO, desde una cuadra antes de llegar, en 20 de Noviembre había una larga fila de taxis, algunos en doble fila. Al ingresar al área de la terminal pletórica de vehículos, el carril al margen de la banqueta que lleva a la entrada de las salas se encontraba cerrado y custodiado por un policía que indicaba imperativo que no había paso. Arriba en la salida de las salas había multitud de usuarios.

Nos vimos obligados a subir por el lado contrario, cerca de la barda de piedra, el ancho es para el paso de un vehículo apenas con holgura, pero ahora había taxis subidos en la estrecha banquetita adyacente a la barda pétrea, debimos pasar con extremada cautela, a unos centímetros entre taxis impertinentes y la cuerda limitante con el carril clausurado.

Un caballero taxista “embanquetado” se “escurría” del volante hacia la puerta opuesta para salir del vehículo, al emerger él yo pasaba a su lado, percibió mi expresión de molestia porque mostró gesto de reto nada gentil, se alejó caminando hacia un taxi estacionado unos metros adelante para saludar al conductor que esperaba amodorrado, el avance era lento, debimos descender del taxi y caminar como veinte metros para llegar a tiempo. Lamentables escenas, las he vivido numerosas veces este año.

Con frecuencia platico con taxistas al abordar en la calle o algunos dentro del área de la terminal, varios han coincidido en que el desorden se debe a “concesiones” de las autoridades administrativas a agrupaciones de taxis para permitir su entrada a la terminal, donde la clientela abunda lo que hace a CAXA un jauja que alcanzar. Taxistas aprovechan la oportunidad y son los menos culpables, la responsabilidad es de los administradores que, al parecer, actúan por interés económico fundamental sin importarles el caos de incomodidad y molestia de los usuarios.

Personas de ciudades del norte del país y del extranjero han expresado su extrañeza ante esta irregularidad y me es imposible explicar las causas de esta deplorable imagen. Xalapa queda mal ante la opinión exterior, ofrece un escenario goyesco del tercer mundo latinoamericano, a pesar de sus grandes valores históricos, culturales y humanistas que la han distinguido.

Múltiples protestas han surgido, ninguna autoridad ha respondido.

En Xalapa percibimos vacío de autoridad por esto y otras deficiencias como: ausencia de vigilancia, inseguridad, baches por doquier y muchos “algos más” de negativa repercusión. ¿Quién podrá solucionar estos conflictos ciudadanos?, “nadie supo, nadie sabe”.

hsilva_mendoza@hotmail.com