PURAS CORTINAS... La actual administración federal designó muy pronto, a menos de un año de iniciado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, al responsable de todos los males que está pareciendo actualmente nuestro país, siendo el afortunado el anterior mandatario nacional, el priista Enrique Peña Nieto, quien a diferencia de sus homólogos, los panistas Felipe de Jesús Calderón Hinojosa y Vicente Fox Quesada, le está tocando y le tocará bailar con la más fea, pues así como en Veracruz el ejecutivo estatal Cuitláhuac García Jiménez le echa la culpa de todo al fiscal general del Estado, Jorge Winckler Ortiz, así los morenistas están arremetiendo contra el anterior ejecutivo federal, culpándolo de ser quien provocó la debacle que vivimos en México.
Así por ejemplo ya se supo que, en 2012, desde su campaña político – electoral, Enrique Peña Nieto tuvo el respaldo de los corruptores de Odebretch, la empresa brasileña que compró voluntades políticas para concretar sus negocios.
Se supo también que el ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, participó en multimillonarias componendas para la compra de industrias petroquímicas en desuso.
En ese tenor, ante la política de “péguenle al negro” implementada por el gobierno federal, ahora Javier Duarte de Ochoa, ex gobernador del estado de Veracruz, cuan listo es, se ha sumado a las tantas cortinas de humo que la actual administración federal está tendiendo para distraer la atención hacia los graves problemas que realmente está padeciendo nuestro país, sobre todo el de la inseguridad y todas sus consecuencias.
Sabedor de que a río revuelto ganancia de pescadores, Duarte de Ochoa ya está cantando como pajarito en primavera y aseguró desde la cárcel donde se encuentra recluido, que tiene información privilegiada sobre las corruptelas de Enrique peña Nieto y la entonces Procuraduría General de la República (PGR), desde donde lo extorsionaron.
Esperábamos que Duarte de Ochoa, como lo hizo en su momento Yunes Linares, mostrara una lonchera de toperwer diciendo que allí tenía la información con la que cimbraría a México, exponiendo la corrupción en la que incurrió el mismísimo Enrique Peña Nieto, pero no fue así, solo llamó en exclusiva a Ciro Gómez Leyva.
VENTARRONES DISIPAN... El humo de varias cortinas que han creado los sesudos asesores en comunicación del gobierno federal, quienes no esperaban por ejemplo la tromba política de la renuncia de quien fuera el secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Manuel Urzúa Macías, quien íntegro y congruente a sus 65 años de edad, decidió dimitir al gabinete de Andrés Manuel López Obrador, a quien le envió una muy bien explicada carta con los motivos de su renuncia.
Ni los anuncios trepidantes de Duarte de Ochoa lograron opacar la dimisión del titular de la SHCP, como tampoco evitaron que el peso se tambaleara y la bolsa se cayera.
Habrá que esperar amables lectores, si el ciudadano presidente de la república Andrés Manuel López Obrador reconsidera alguna de sus acciones, ante la inesperada renuncia del titular de la SHCP, el maestro, Carlos Manuel Urzúa Macías.
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