/ lunes 22 de febrero de 2021

Combustibles fósiles, al alza

Para la mayoría de la población no ha pasado desapercibido que de diciembre pasado a la fecha las gasolinas y el gas han registrado constantes incrementos en centavos.

En la entidad el precio de las gasolinas pasó de 17 a 20 pesos, dependiendo de la logística. Por ejemplo, en la carretera a Paso del Toro llegó a venderse en $16.90. En Xalapa el precio de la Magna es de $19.91 y la Premium de $20.23; la percepción es menor a un gasolinazo, pero finalmente es un incremento.

Estos valores inciden en la inflación, por lo que los precios al consumidor aumentaron 0.86 por ciento en el mes de enero, con relación al mes de diciembre anterior, que situó la inflación anual en 3.54 por ciento, según reporte del INEGI.

¿Pero qué es la inflación? Es una definición simple: “Una subida generalizada de los precios durante un periodo determinado. De ser considerables los aumentos daría lugar a la baja de la moneda; al ser todo más caro pueden adquirirse menos bienes y servicios”.

Los combustibles fósiles forman parte del Índice Nacional de Precios, en el apartado de no subyacentes, definiéndose como los bienes y servicios cuya variación responde principalmente a las condiciones de mercado, o fenómenos meteorológicos dentro de los cuales también están los alimentos y servicios públicos.

Los combustibles influyen en casi todos los insumos: transporte, generación de electricidad, producción agrícola de riego, servicios como restaurantes y hoteles; en fin, en casi todo.

La historia de los combustibles en México tiene el más vivo ejemplo en la gasolina. La primera producida por Pemex fue la Mexolina, en 1940; se vendió en 23 centavos el litro. Con Ávila Camacho apareció una mejor, la Supermexolina, que tenía más octanaje e inició costando 35 centavos. En la administración de Miguel Alemán tuvo un incremento de 10 centavos; con Ruiz Cortines poco más de 10 centavos.

Al periodo entre 1954 y 1973 se le denominó estabilizador. La gasolina no volvió a subir, pero sí se adicionaron gasolinas de mayor calidad con Gasolmex 90; las gasolinas existentes fueron sustituidas por Nova y Extra.

La Nova desaparece en 1997 y la Magna aparece como gasolina popular, iniciando con el presidente Ernesto Zedillo en $1.35 y termina en $5.27 por litro. Todos los periodos presidenciales han tenido incrementos, quizá el más drástico se dio en el periodo de Miguel de la Madrid, debido a las altas inflaciones y devaluaciones del peso.

Una medida que el gobierno mexicano tomó fue gravar el consumo mediante el Impuesto Especial a Bienes y Servicios (IEPS), que llegó a ser mayor de 4 pesos por litro en la popular, de cinco pesos en la Premium y más en el diésel. En tiempos del presidente Calderón dejó de ser gravamen para convertirse en subsidio, que alcanzó más de 600 mil millones de pesos.

Actualmente para el gobierno representa un ingreso importante, fue de más de 300 mil millones de pesos en 2020. En enero pasado y lo que va de febrero el gobierno ha dado un estímulo a la gasolina Magna, que se traduce en disminuir el gravamen cuando el precio de mercado aumenta, como es el caso del periodo diciembre-febrero.

El estímulo que actualmente se otorga a la gasolina Magna es de 6.96%, porcentaje que aplica al impuesto. La SHCP seguirá con esta política, pero en caso de una baja de precio de mercado no variará su impuesto, es decir, los ingresos de la Federación se mantendrán, la pregunta es ¿llegarán a dar subsidios como en el periodo de Calderón?, de lo contrario habrá gasolinazos; es inevitable.

¿Qué nos espera? Sin lugar a dudas mayor incremento en los precios de los combustibles. ¿La razón?, la evolución de la pandemia, irá a la baja con la aparición de las vacunas, lo que dará lugar a la reactivación económica y la movilidad, lo que representará mayor demanda de estos insumos. Así que prepárese.

Para la mayoría de la población no ha pasado desapercibido que de diciembre pasado a la fecha las gasolinas y el gas han registrado constantes incrementos en centavos.

En la entidad el precio de las gasolinas pasó de 17 a 20 pesos, dependiendo de la logística. Por ejemplo, en la carretera a Paso del Toro llegó a venderse en $16.90. En Xalapa el precio de la Magna es de $19.91 y la Premium de $20.23; la percepción es menor a un gasolinazo, pero finalmente es un incremento.

Estos valores inciden en la inflación, por lo que los precios al consumidor aumentaron 0.86 por ciento en el mes de enero, con relación al mes de diciembre anterior, que situó la inflación anual en 3.54 por ciento, según reporte del INEGI.

¿Pero qué es la inflación? Es una definición simple: “Una subida generalizada de los precios durante un periodo determinado. De ser considerables los aumentos daría lugar a la baja de la moneda; al ser todo más caro pueden adquirirse menos bienes y servicios”.

Los combustibles fósiles forman parte del Índice Nacional de Precios, en el apartado de no subyacentes, definiéndose como los bienes y servicios cuya variación responde principalmente a las condiciones de mercado, o fenómenos meteorológicos dentro de los cuales también están los alimentos y servicios públicos.

Los combustibles influyen en casi todos los insumos: transporte, generación de electricidad, producción agrícola de riego, servicios como restaurantes y hoteles; en fin, en casi todo.

La historia de los combustibles en México tiene el más vivo ejemplo en la gasolina. La primera producida por Pemex fue la Mexolina, en 1940; se vendió en 23 centavos el litro. Con Ávila Camacho apareció una mejor, la Supermexolina, que tenía más octanaje e inició costando 35 centavos. En la administración de Miguel Alemán tuvo un incremento de 10 centavos; con Ruiz Cortines poco más de 10 centavos.

Al periodo entre 1954 y 1973 se le denominó estabilizador. La gasolina no volvió a subir, pero sí se adicionaron gasolinas de mayor calidad con Gasolmex 90; las gasolinas existentes fueron sustituidas por Nova y Extra.

La Nova desaparece en 1997 y la Magna aparece como gasolina popular, iniciando con el presidente Ernesto Zedillo en $1.35 y termina en $5.27 por litro. Todos los periodos presidenciales han tenido incrementos, quizá el más drástico se dio en el periodo de Miguel de la Madrid, debido a las altas inflaciones y devaluaciones del peso.

Una medida que el gobierno mexicano tomó fue gravar el consumo mediante el Impuesto Especial a Bienes y Servicios (IEPS), que llegó a ser mayor de 4 pesos por litro en la popular, de cinco pesos en la Premium y más en el diésel. En tiempos del presidente Calderón dejó de ser gravamen para convertirse en subsidio, que alcanzó más de 600 mil millones de pesos.

Actualmente para el gobierno representa un ingreso importante, fue de más de 300 mil millones de pesos en 2020. En enero pasado y lo que va de febrero el gobierno ha dado un estímulo a la gasolina Magna, que se traduce en disminuir el gravamen cuando el precio de mercado aumenta, como es el caso del periodo diciembre-febrero.

El estímulo que actualmente se otorga a la gasolina Magna es de 6.96%, porcentaje que aplica al impuesto. La SHCP seguirá con esta política, pero en caso de una baja de precio de mercado no variará su impuesto, es decir, los ingresos de la Federación se mantendrán, la pregunta es ¿llegarán a dar subsidios como en el periodo de Calderón?, de lo contrario habrá gasolinazos; es inevitable.

¿Qué nos espera? Sin lugar a dudas mayor incremento en los precios de los combustibles. ¿La razón?, la evolución de la pandemia, irá a la baja con la aparición de las vacunas, lo que dará lugar a la reactivación económica y la movilidad, lo que representará mayor demanda de estos insumos. Así que prepárese.