/ sábado 16 de enero de 2021

¿Cómo regresar a clases en agosto?

Este lunes reiniciaron las actividades del periodo 2020-2021, a través del programa Aprende en Casa III y la atención educativa será remota como en el ciclo anterior.

El regreso a clases marca un precedente jamás vivido en el sistema escolar mexicano, de vivir casi todo el ciclo escolar en el distanciamiento. Nadie puede asegurar cuánto tiempo llevará vivir en esta modalidad educativa y de igual manera no sabemos qué cosas deberán pasar para regresar plenamente a los edificios escolares”, comenta Miguel Ángel Pérez Reynoso.

Algunos docentes opinan que “sería bueno comenzar a verle el final al contexto de pandemia, pero parece que el final aún no está cerca, el problema de salud continúa, ya nos acostumbramos a vivir así y a trabajar de esta manera distante. El regreso (como todo regreso) va a ser difícil y doloroso, se requiere tener las condiciones adecuadas para volver a las aulas ordinarias. No sólo se requiere disposición sino también talento e inventiva y eso –muchas veces- es lo que le hace falta a nuestro sistema”.

¿Cómo regresar a clases en agosto? Hugo Casanova Cardiel expresa que “la educación nacional no enfrenta un buen pronóstico para 2021. Ni los problemas estructurales de la educación, ni sus asuntos coyunturales muestran señales consistentes de mejora”. La problemática que hoy se debate con los docentes frente a grupo es real “del mismo modo, con todo y que le pusieron energía y arrojo a su tarea a distancia y experimentaron nuevas vías de enseñanza, muchos maestros ansían retornar al mundo habitual; la educación presencial es lo suyo, es lo que saben hacer, especifica Carlos Ornelas. ¿Se regresará sobre la base de las experiencias vividas o será necesario hacer un amplio diagnóstico realista y demandar desde la sociedad un cambio de rumbo en el que se entienda que la educación no puede continuar siendo un ámbito ideologizado y mercantilizado por los poderes político y económico?, puntualiza el director del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM.

Ornelas señala que “Emilio Tenti Fanfani vislumbra tres posibles escenarios en los que se desenvolverán los sistemas escolares: el restaurador, el tecnocrático y el igualitario. Son modelos ideales en la tradición weberiana, útiles para el análisis —más aún si se trata de despejar incógnitas del futuro—, aunque en la práctica diaria se conjugan de maneras complejas. Especulo sobre cómo esos tres tipos puros presentarán sus perfiles en el futuro inmediato en México, digamos, a partir del inicio del ciclo escolar en agosto”. Y tiene razón porque esos modelos quedan expuestos a las vulnerabilidades sociales, educativas de la sociedad y las decisiones políticas.

Lo que sí debe estar claro es que independientemente de la ruta que escojan las autoridades educativas como resultado de ese obligado diagnóstico que propone Casanova Cardiel, “se debe pensar en la cobertura en todos los niveles educativos bajo un criterio de justicia social y exigencia académica; hacer los ajustes curriculares que permitan la plena incorporación de las habilidades digitales” y “emprender un sólido programa en las escuelas formadoras de docentes en la que maestras y maestros puedan adquirir las herramientas didácticas-presenciales y digitales”.

Y los que ya están en servicio puedan dejar de vivir en la incertidumbre, para lo que no se estaba preparado, para afrontar lo que ya se ha señalado, sobre el uso del Internet, de la redes sociales, del uso de un smartphone e incluso replantear su forma de enseñar, pensar y reflexionar, para que las resultantes sean el logro de los aprendizajes en los estudiantes y el progreso de los mismos como sujetos de conocimiento, como prevé Reynaldo Rivas Vargas; la tarea que queda es observar detenidamente, orientar con mejores estrategias el desarrollo profesional de las y los docentes y con ello contribuir mejor a la educación que recibirán los estudiantes del siglo XXI.

Este lunes reiniciaron las actividades del periodo 2020-2021, a través del programa Aprende en Casa III y la atención educativa será remota como en el ciclo anterior.

El regreso a clases marca un precedente jamás vivido en el sistema escolar mexicano, de vivir casi todo el ciclo escolar en el distanciamiento. Nadie puede asegurar cuánto tiempo llevará vivir en esta modalidad educativa y de igual manera no sabemos qué cosas deberán pasar para regresar plenamente a los edificios escolares”, comenta Miguel Ángel Pérez Reynoso.

Algunos docentes opinan que “sería bueno comenzar a verle el final al contexto de pandemia, pero parece que el final aún no está cerca, el problema de salud continúa, ya nos acostumbramos a vivir así y a trabajar de esta manera distante. El regreso (como todo regreso) va a ser difícil y doloroso, se requiere tener las condiciones adecuadas para volver a las aulas ordinarias. No sólo se requiere disposición sino también talento e inventiva y eso –muchas veces- es lo que le hace falta a nuestro sistema”.

¿Cómo regresar a clases en agosto? Hugo Casanova Cardiel expresa que “la educación nacional no enfrenta un buen pronóstico para 2021. Ni los problemas estructurales de la educación, ni sus asuntos coyunturales muestran señales consistentes de mejora”. La problemática que hoy se debate con los docentes frente a grupo es real “del mismo modo, con todo y que le pusieron energía y arrojo a su tarea a distancia y experimentaron nuevas vías de enseñanza, muchos maestros ansían retornar al mundo habitual; la educación presencial es lo suyo, es lo que saben hacer, especifica Carlos Ornelas. ¿Se regresará sobre la base de las experiencias vividas o será necesario hacer un amplio diagnóstico realista y demandar desde la sociedad un cambio de rumbo en el que se entienda que la educación no puede continuar siendo un ámbito ideologizado y mercantilizado por los poderes político y económico?, puntualiza el director del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM.

Ornelas señala que “Emilio Tenti Fanfani vislumbra tres posibles escenarios en los que se desenvolverán los sistemas escolares: el restaurador, el tecnocrático y el igualitario. Son modelos ideales en la tradición weberiana, útiles para el análisis —más aún si se trata de despejar incógnitas del futuro—, aunque en la práctica diaria se conjugan de maneras complejas. Especulo sobre cómo esos tres tipos puros presentarán sus perfiles en el futuro inmediato en México, digamos, a partir del inicio del ciclo escolar en agosto”. Y tiene razón porque esos modelos quedan expuestos a las vulnerabilidades sociales, educativas de la sociedad y las decisiones políticas.

Lo que sí debe estar claro es que independientemente de la ruta que escojan las autoridades educativas como resultado de ese obligado diagnóstico que propone Casanova Cardiel, “se debe pensar en la cobertura en todos los niveles educativos bajo un criterio de justicia social y exigencia académica; hacer los ajustes curriculares que permitan la plena incorporación de las habilidades digitales” y “emprender un sólido programa en las escuelas formadoras de docentes en la que maestras y maestros puedan adquirir las herramientas didácticas-presenciales y digitales”.

Y los que ya están en servicio puedan dejar de vivir en la incertidumbre, para lo que no se estaba preparado, para afrontar lo que ya se ha señalado, sobre el uso del Internet, de la redes sociales, del uso de un smartphone e incluso replantear su forma de enseñar, pensar y reflexionar, para que las resultantes sean el logro de los aprendizajes en los estudiantes y el progreso de los mismos como sujetos de conocimiento, como prevé Reynaldo Rivas Vargas; la tarea que queda es observar detenidamente, orientar con mejores estrategias el desarrollo profesional de las y los docentes y con ello contribuir mejor a la educación que recibirán los estudiantes del siglo XXI.