Si usted camina por las calles de las ciudades de Veracruz observará un panorama mixto, dependiendo del sitio; personas que transitan con cubrebocas, las menos; otras ajenas a los comunicados del gobierno por la época en que vivimos y andan a pulmón limpio.
Es frecuente ver motocicletas con dos pasajeros, ambos sin tomar sana distancia.
Con la apertura de algunos comercios, como los tianguis, se observa aglomeración de compradores; la mayoría no usa cubrebocas.
Con la entrada a la fase 3 se liberan una serie de actividades de índole económico, casi termina el “Quédate en Casa” y empieza un nuevo formato de vida, pero como bien lo dijo el Dr. López-Gatell, entramos a un alto nivel de contaminación, periodo en el cual hay que tomar muchas medidas higiénicas.
En esta etapa el virus ataca a miles de personas, por lo que autoridades establecen protocolos sanitarios más drásticos, entre ellos la cuarentena generalizada, la suspensión de actividades no esenciales, mantener la sana distancia, segmentar la movilidad en territorio nacional y mantener la protección de los adultos mayores.
A partir del 1 de junio según el Dr. López-Gatell entramos a la “Nueva Normalidad” y con ello la semaforización por entidad; los gobernadores son los responsables de las medidas sanitarias y de la reapertura de ciertas actividades comerciales para reactivar la economía.
Sobre esta fase López-Gatell citó: “La estrategia para levantar el confinamiento considera la vulnerabilidad social y económica de México”.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo: “Vamos a salir del túnel en el que estuvimos para transitar hacia una nueva normalidad; esto contempla reactivar progresivamente actividades económicas, sociales y educativas por zonas, empezando por los 269 municipios menos afectados por el virus”.
Hasta aquí podemos decir que, dadas las circunstancias, importa más lo económico que la salud de los mexicanos, ¿por qué?, simplemente porque nos encontramos en la parte más alta de la pandemia, donde cada día son más contagios y más muertos, se termina el confinamiento y hay más riesgo de infección.
Con los números registrados hasta el momento (poco más de 30 mil muertos) entramos a la nueva normalidad, donde habrá más contactos en los centros de trabajo, reuniones y sitios públicos.
Mientras tanto, en los hospitales aún hay disponibilidad de camas y respiradores, pero carencia de equipos para médicos, enfermeras y camilleros, para estos héroes que nos brindan apoyo a costa de su salud, pero según las políticas de salud podemos salir a trabajar tranquilamente.
En España, por ejemplo, levantaron el confinamiento el pasado 21 de junio luego de 99 días. Por su parte, Francia recién levantó el confinamiento e Italia podría prolongarlo hasta el 31 de julio.
Para estas fechas México supera a Italia y España en todos los conceptos estadísticos, desde contagios, muertos y pruebas realizadas; nos afecta que se haya dado prioridad a lo económico por encima de la salud.
Los números pronosticados por la Universidad Johns Hopkins de Baltimore, Maryland, para el 1 de enero de 2021 son: 3 millones 296 mil 896 casos positivos y 414 mil 507 defunciones, con una letalidad de 12.68%.
Como podrán observar, necesitamos hoy cuidarnos más que antes. El Covid-19 es un enemigo invisible, pero con alta efectividad de muerte. Dios nos agarre confesados.
