/ miércoles 31 de octubre de 2018

Complicados, los cierres de administración; violencia política que se suma a la criminal

A diferencia de los cambios de gobierno a nivel federal, cuando el PRI perdió por primera vez la presidencia del país y se la entregó al PAN y esta vez —segunda ocasión que la pierde— se la va a entregar a Morena, en Veracruz se dan los cambios de administración y de partido entre escándalos, acusaciones, críticas y descalificaciones.

Primero fue a Ernesto Zedillo, quien en el año 2000, luego de que su partido perdió la elección presidencial, le tocó protagonizar una transición de gobierno y de partido sin aspavientos.

Zedillo Ponce de León pasó a la historia como el primer presidente priista que no pudo hacer ganar a su partido y entregó el poder al Partido Acción Nacional en la persona de Vicente Fox.

En esta ocasión, luego de que el Revolucionario Institucional recuperó la presidencia del país y pudo conservarla sólo un sexenio, el presidente Enrique Peña Nieto está protagonizando una transición también civilizada, pese a que su sucesor es Andrés Manuel López Obrador y pertenece a otro partido, el de Morena.

En cambio, en Veracruz, el cambio de gobierno, hace dos años, cuando el PRI tuvo que entregar la estafeta al PAN, el estado se convirtió en el centro de la noticia tanto adentro como afuera del país, es decir, un cambio de gobierno que tendría que ser civilizado trascendió las fronteras estatales.

Es cierto, fue escandaloso el fraude cometido por quien había encabezado el sexenio y por varios de sus colaboradores. Por cierto que algunos de los que han pisado la cárcel están saliendo.

En esta ocasión, Veracruz vive nuevamente una transición de gobierno polémica, en medio de acusaciones, señalamientos, críticas y descalificaciones. Un hecho concreto que evidencia la crisis política es la toma del Palacio Legislativo por legisladores de Morena, los actuales y los electos, quienes argumentan que de esa manera buscan evitar que los panistas aprueben reformas a modo.

Esta vez en Veracruz, donde la alianza PAN-PRD pudo gobernar sólo dos años, el partido Movimiento de Regeneración Nacional recibirá la estafeta para llevarla durante seis años.

Lo que debería ser un cambio en paz, civilizado, con la colaboración de ambos grupos (el que se va y el que llega), en el que los partidos y sus líderes tendrían que estar participando de manera activa en una transición tranquila y transparente, se ha convertido en una batalla campal que deja mal parados a los gobernantes.

La gente, los veracruzanos, están hartos de la violencia que todos los días provocan los delincuentes con los secuestros, levantones, asesinatos y los asaltos como para que los partidos, sus dirigentes y sus líderes sigan abonando a la difícil situación con violencia política.

La toma de la sede del Congreso local es sólo la punta del gran iceberg, del gran problema que provoca los enfrentamientos y las agresiones por los fuertes intereses económicos y políticos, que en nada ayudan a mejorar la imagen de Veracruz.


HABRÁ BANCADAS MIXTAS EN EL CONGRESO LOCAL

El pleno de la LXIV Legislatura, que está a horas de entregar las llaves, aprobó el decreto que reforma el párrafo segundo del artículo 27 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo para regular la conformación plural e ideológicamente diversa del Congreso del Estado y garantizar que los espacios de expresión de los legisladores sean amplios y sin menoscabo de sus derechos fundamentales.

Aunque en los hechos ya se daba esa conformación, con tal modificación, los grupos legislativos mixtos podrán conformarse por diputados provenientes de partidos diversos, por independientes o los que se declaren sin partido o por la unión de los que se encuentren en los supuestos anteriores.

De esa manera podremos ver a AndreaYunes haciendo grupo con Juan Carlos Molina, Érika Ayala y Jorge Moreno.

Por lo pronto el PT ya anunció que su coordinador de bancada en la próxima Legislatura será Raymundo Andrade Rivera. Este grupo quedará conformado por José Manuel Pozos Castro, del distrito de Tuxpan; Érik Iván Aguilar López, de Misantla; Ana Míriam Ferráez Centeno, de Xalapa rural, y Deisy Juan Antonio, del distrito de Acayucan.

Opine, comente e informe a los correos electrónicos srdonrene@gmail.com y rvalle@diariodexalapa.com.mx. Y en twitter@renedelvalleb. También puede leernos en la web site www.diariodexalapa.com.mx.

A diferencia de los cambios de gobierno a nivel federal, cuando el PRI perdió por primera vez la presidencia del país y se la entregó al PAN y esta vez —segunda ocasión que la pierde— se la va a entregar a Morena, en Veracruz se dan los cambios de administración y de partido entre escándalos, acusaciones, críticas y descalificaciones.

Primero fue a Ernesto Zedillo, quien en el año 2000, luego de que su partido perdió la elección presidencial, le tocó protagonizar una transición de gobierno y de partido sin aspavientos.

Zedillo Ponce de León pasó a la historia como el primer presidente priista que no pudo hacer ganar a su partido y entregó el poder al Partido Acción Nacional en la persona de Vicente Fox.

En esta ocasión, luego de que el Revolucionario Institucional recuperó la presidencia del país y pudo conservarla sólo un sexenio, el presidente Enrique Peña Nieto está protagonizando una transición también civilizada, pese a que su sucesor es Andrés Manuel López Obrador y pertenece a otro partido, el de Morena.

En cambio, en Veracruz, el cambio de gobierno, hace dos años, cuando el PRI tuvo que entregar la estafeta al PAN, el estado se convirtió en el centro de la noticia tanto adentro como afuera del país, es decir, un cambio de gobierno que tendría que ser civilizado trascendió las fronteras estatales.

Es cierto, fue escandaloso el fraude cometido por quien había encabezado el sexenio y por varios de sus colaboradores. Por cierto que algunos de los que han pisado la cárcel están saliendo.

En esta ocasión, Veracruz vive nuevamente una transición de gobierno polémica, en medio de acusaciones, señalamientos, críticas y descalificaciones. Un hecho concreto que evidencia la crisis política es la toma del Palacio Legislativo por legisladores de Morena, los actuales y los electos, quienes argumentan que de esa manera buscan evitar que los panistas aprueben reformas a modo.

Esta vez en Veracruz, donde la alianza PAN-PRD pudo gobernar sólo dos años, el partido Movimiento de Regeneración Nacional recibirá la estafeta para llevarla durante seis años.

Lo que debería ser un cambio en paz, civilizado, con la colaboración de ambos grupos (el que se va y el que llega), en el que los partidos y sus líderes tendrían que estar participando de manera activa en una transición tranquila y transparente, se ha convertido en una batalla campal que deja mal parados a los gobernantes.

La gente, los veracruzanos, están hartos de la violencia que todos los días provocan los delincuentes con los secuestros, levantones, asesinatos y los asaltos como para que los partidos, sus dirigentes y sus líderes sigan abonando a la difícil situación con violencia política.

La toma de la sede del Congreso local es sólo la punta del gran iceberg, del gran problema que provoca los enfrentamientos y las agresiones por los fuertes intereses económicos y políticos, que en nada ayudan a mejorar la imagen de Veracruz.


HABRÁ BANCADAS MIXTAS EN EL CONGRESO LOCAL

El pleno de la LXIV Legislatura, que está a horas de entregar las llaves, aprobó el decreto que reforma el párrafo segundo del artículo 27 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo para regular la conformación plural e ideológicamente diversa del Congreso del Estado y garantizar que los espacios de expresión de los legisladores sean amplios y sin menoscabo de sus derechos fundamentales.

Aunque en los hechos ya se daba esa conformación, con tal modificación, los grupos legislativos mixtos podrán conformarse por diputados provenientes de partidos diversos, por independientes o los que se declaren sin partido o por la unión de los que se encuentren en los supuestos anteriores.

De esa manera podremos ver a AndreaYunes haciendo grupo con Juan Carlos Molina, Érika Ayala y Jorge Moreno.

Por lo pronto el PT ya anunció que su coordinador de bancada en la próxima Legislatura será Raymundo Andrade Rivera. Este grupo quedará conformado por José Manuel Pozos Castro, del distrito de Tuxpan; Érik Iván Aguilar López, de Misantla; Ana Míriam Ferráez Centeno, de Xalapa rural, y Deisy Juan Antonio, del distrito de Acayucan.

Opine, comente e informe a los correos electrónicos srdonrene@gmail.com y rvalle@diariodexalapa.com.mx. Y en twitter@renedelvalleb. También puede leernos en la web site www.diariodexalapa.com.mx.