/ viernes 13 de noviembre de 2020

Con pan y circo transcurre el tiempo de la 4T

La denostación a los políticos en el mundo está de moda. Ningún respeto para quienes en representación de su pueblo o por encargo del mismo ejercen la soberanía, que permite tomar determinaciones y gobernar en nombre y representación de los gobernados, haciendo una interpretación elemental del Contrato Social de Rousseau.

En México, la conferencia mañanera de ayer sirvió al presidente López Obrador para que mediante un interrogatorio “a modo” se le preguntara sobre si era verdad o “fake news” la nota que circula en redes, sobre la acusación por parte de la Fiscalía General de la República (FGR) en contra del expresidente Enrique Peña Nieto; la respuesta del “preciso” fue: “Tengo noticias de que se le investiga a mi antecesor por la grave conducta de traición a la Patria y de una indagatoria por cohecho con la empresa Odebrecht”.

Todo lo anterior salió a la luz pública por la publicación en un medio impreso de circulación nacional, que antes dio a conocer la solicitud de la misma FGR de Gertz Manero, de una orden de aprehensión en contra del extitular de la Secretaría de Hacienda, Luis Videgaray Caso.

Al parecer, la negativa a la orden para aprehender a Videgaray, por falta de pruebas para presumir su responsabilidad penal, irritó a los altos mandos del Ejecutivo federal y de la oficina de Gertz Manero, puesto que ante ese “tropezón legaloide” ahora toda la fuerza de la 4T y sus tentáculos se le dejan caer a quien fuera hasta hace dos años presidente de la República.

Meses atrás Emilio Lozoya (testigo protegido por AMLO) filtró que los millonarios recursos ilícitos de Odebrecht fueron condicionados al aprovechamiento y explotación preferencial de ese corporativo, lo que hasta hoy no ha sido acreditado y menos aún las entregas de maletas repletas de dinero a diputados y senadores de diversos partidos, ni se ha demostrado la entrega a los “operadores” de la campaña presidencial de Peña Nieto.

Los shows electoreros están de moda, así se observa en países latinoamericanos y en la frontera norte, donde los berrinches de Donald Trump parecen haber sido aconsejados y dirigidos desde México por el gobierno de la 4T.

Al final de este affaire se verá que todo fue mentira y que rompiendo acuerdos para una sana transición para entregar el Ejecutivo a López Obrador, éste calumnió y difamó al gobierno que le antecedió, sin provecho alguno para Morena, que será derrotado el 6 de junio de 2021.

La negativa a la orden para aprehender a Videgaray, por falta de pruebas para presumir su responsabilidad penal, irritó a los altos mandos del Ejecutivo federal y de la oficina de Gertz Manero.

La denostación a los políticos en el mundo está de moda. Ningún respeto para quienes en representación de su pueblo o por encargo del mismo ejercen la soberanía, que permite tomar determinaciones y gobernar en nombre y representación de los gobernados, haciendo una interpretación elemental del Contrato Social de Rousseau.

En México, la conferencia mañanera de ayer sirvió al presidente López Obrador para que mediante un interrogatorio “a modo” se le preguntara sobre si era verdad o “fake news” la nota que circula en redes, sobre la acusación por parte de la Fiscalía General de la República (FGR) en contra del expresidente Enrique Peña Nieto; la respuesta del “preciso” fue: “Tengo noticias de que se le investiga a mi antecesor por la grave conducta de traición a la Patria y de una indagatoria por cohecho con la empresa Odebrecht”.

Todo lo anterior salió a la luz pública por la publicación en un medio impreso de circulación nacional, que antes dio a conocer la solicitud de la misma FGR de Gertz Manero, de una orden de aprehensión en contra del extitular de la Secretaría de Hacienda, Luis Videgaray Caso.

Al parecer, la negativa a la orden para aprehender a Videgaray, por falta de pruebas para presumir su responsabilidad penal, irritó a los altos mandos del Ejecutivo federal y de la oficina de Gertz Manero, puesto que ante ese “tropezón legaloide” ahora toda la fuerza de la 4T y sus tentáculos se le dejan caer a quien fuera hasta hace dos años presidente de la República.

Meses atrás Emilio Lozoya (testigo protegido por AMLO) filtró que los millonarios recursos ilícitos de Odebrecht fueron condicionados al aprovechamiento y explotación preferencial de ese corporativo, lo que hasta hoy no ha sido acreditado y menos aún las entregas de maletas repletas de dinero a diputados y senadores de diversos partidos, ni se ha demostrado la entrega a los “operadores” de la campaña presidencial de Peña Nieto.

Los shows electoreros están de moda, así se observa en países latinoamericanos y en la frontera norte, donde los berrinches de Donald Trump parecen haber sido aconsejados y dirigidos desde México por el gobierno de la 4T.

Al final de este affaire se verá que todo fue mentira y que rompiendo acuerdos para una sana transición para entregar el Ejecutivo a López Obrador, éste calumnió y difamó al gobierno que le antecedió, sin provecho alguno para Morena, que será derrotado el 6 de junio de 2021.

La negativa a la orden para aprehender a Videgaray, por falta de pruebas para presumir su responsabilidad penal, irritó a los altos mandos del Ejecutivo federal y de la oficina de Gertz Manero.