/ domingo 20 de diciembre de 2020

Conexión de Aristóteles con Veracruz; la alumna de Teresa Álvarez y Othoniel

Corren versiones y comentarios contradictorios con relación al asesinato del exgobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval. Unos lo colocan en el cielo, otros en el infierno, lo cierto es que este crimen es otra muestra de cómo está el país.

Es una muestra más de cómo estamos en cuestiones de inseguridad, más allá de las relaciones peligrosas que dicen unos habría tenido el exgobernador o de que era un buen político como señalan otros, pues este conocido jalisciense se suma a la lista de cientos de miles de mexicanos asesinados, del gobierno de Fox para acá, cuando el crimen organizado tomó una peligrosa fuerza.

Pasan los años y los gobiernos no pueden parar a la delincuencia, esa es nuestra realidad, y en esa situación lo mismo secuestran a un empresario al que le exigen millones de pesos por dejarlo libre, que a un maestro del área rural a cuyos familiares les quitan 30 mil o 50 mil pesos.

Ahora matan a 3, 10 o 40 personas pertenecientes a un grupo delictivo rival o a 2 o 3 ciudadanos que pasaron por la misma calle de siempre pero en el momento equivocado.

Asesinan a balazos a un pasajero de una combi que no se dejó asaltar o al exgobernador de Jalisco que en el momento del crimen, en un conocido restaurante de Puerto Vallarta, era custodiado por 15 guardaespaldas. Esa es nuestra realidad desde hace 20 años y no se ve cómo pueda ser cambiada, pues las estrategias de los gobiernos, uno tras otro, han fracasado, por arreglos turbios o por incompetencia.

¿Cuántos miles y miles de muertos se sumarán a la ya muy larga lista de asesinados por el crimen organizado? A como están las cosas, muchos más.

Aristóteles Sandoval muy joven empezó a destacar en la política. A los 27 años ya era regidor en Guadalajara y después diputado local. A los 35 años fue alcalde en la capital de Jalisco y a los 39 empezó a ser gobernador de su estado, cortando así la larga lista de mandatarios panistas en esa entidad del Occidente del país.

Tomó posesión como gobernador en marzo de 2013 y tras su triunfo para ser presidente municipal empezó a ser muy comentado en Veracruz su relación con Fidel Herrera Beltrán.

Se dijo muy insistente que, en un tiempo, fue su secretario y se le asociaba como otro de los jóvenes que se habían terminado de formar a la sombra del cuenqueño.

Incluso, entre quienes tenían el poder en ese entonces, era común que se dejara correr la versión de que su campaña había sido financiada en buena medida desde Veracruz.

Ahora, por razones que probablemente nunca se conozcan del todo, fue asesinado en los dominios del Cártel Jalisco Nueva Generación, organización con ramificaciones y poder en casi todos los estados de México, incluido Veracruz.

Diario de Xalapa presentó hace unos días una entrevista con la magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Isabel Inés Romero Cruz, en la que fue retratada la historia de una mujer que llegó al Poder Judicial de Veracruz a los 19 años, al puesto más bajo, y de ahí escaló todos los cargos hasta llegar al más alto.

Dijo que tiene como maestros y maestras a quienes dejaron gran huella en el Tribunal, como la magistrada María Teresa Álvarez Ramírez de Santés; Othoniel Rodríguez Bazarte, el primero en atenderla; Isidro Quirasco Vázquez, quien le ayudó a conseguir su plaza y le daba consejos, y Aureliano Hernández Palacios, quien fue quien se la dio.

Secretaria de acuerdos, proyectista, juez menor y juez de primera instancia en todas las materias, conoce las entrañas de cómo se imparte justicia en Veracruz.

Ahora solo le resta culminar bien su paso regresándole el prestigio al Poder Judicial.

Corren versiones y comentarios contradictorios con relación al asesinato del exgobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval. Unos lo colocan en el cielo, otros en el infierno, lo cierto es que este crimen es otra muestra de cómo está el país.

Es una muestra más de cómo estamos en cuestiones de inseguridad, más allá de las relaciones peligrosas que dicen unos habría tenido el exgobernador o de que era un buen político como señalan otros, pues este conocido jalisciense se suma a la lista de cientos de miles de mexicanos asesinados, del gobierno de Fox para acá, cuando el crimen organizado tomó una peligrosa fuerza.

Pasan los años y los gobiernos no pueden parar a la delincuencia, esa es nuestra realidad, y en esa situación lo mismo secuestran a un empresario al que le exigen millones de pesos por dejarlo libre, que a un maestro del área rural a cuyos familiares les quitan 30 mil o 50 mil pesos.

Ahora matan a 3, 10 o 40 personas pertenecientes a un grupo delictivo rival o a 2 o 3 ciudadanos que pasaron por la misma calle de siempre pero en el momento equivocado.

Asesinan a balazos a un pasajero de una combi que no se dejó asaltar o al exgobernador de Jalisco que en el momento del crimen, en un conocido restaurante de Puerto Vallarta, era custodiado por 15 guardaespaldas. Esa es nuestra realidad desde hace 20 años y no se ve cómo pueda ser cambiada, pues las estrategias de los gobiernos, uno tras otro, han fracasado, por arreglos turbios o por incompetencia.

¿Cuántos miles y miles de muertos se sumarán a la ya muy larga lista de asesinados por el crimen organizado? A como están las cosas, muchos más.

Aristóteles Sandoval muy joven empezó a destacar en la política. A los 27 años ya era regidor en Guadalajara y después diputado local. A los 35 años fue alcalde en la capital de Jalisco y a los 39 empezó a ser gobernador de su estado, cortando así la larga lista de mandatarios panistas en esa entidad del Occidente del país.

Tomó posesión como gobernador en marzo de 2013 y tras su triunfo para ser presidente municipal empezó a ser muy comentado en Veracruz su relación con Fidel Herrera Beltrán.

Se dijo muy insistente que, en un tiempo, fue su secretario y se le asociaba como otro de los jóvenes que se habían terminado de formar a la sombra del cuenqueño.

Incluso, entre quienes tenían el poder en ese entonces, era común que se dejara correr la versión de que su campaña había sido financiada en buena medida desde Veracruz.

Ahora, por razones que probablemente nunca se conozcan del todo, fue asesinado en los dominios del Cártel Jalisco Nueva Generación, organización con ramificaciones y poder en casi todos los estados de México, incluido Veracruz.

Diario de Xalapa presentó hace unos días una entrevista con la magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Isabel Inés Romero Cruz, en la que fue retratada la historia de una mujer que llegó al Poder Judicial de Veracruz a los 19 años, al puesto más bajo, y de ahí escaló todos los cargos hasta llegar al más alto.

Dijo que tiene como maestros y maestras a quienes dejaron gran huella en el Tribunal, como la magistrada María Teresa Álvarez Ramírez de Santés; Othoniel Rodríguez Bazarte, el primero en atenderla; Isidro Quirasco Vázquez, quien le ayudó a conseguir su plaza y le daba consejos, y Aureliano Hernández Palacios, quien fue quien se la dio.

Secretaria de acuerdos, proyectista, juez menor y juez de primera instancia en todas las materias, conoce las entrañas de cómo se imparte justicia en Veracruz.

Ahora solo le resta culminar bien su paso regresándole el prestigio al Poder Judicial.