/ lunes 18 de mayo de 2020

Covid-19, el impacto en el turismo

La pandemia de coronavirus Covid-19 y las necesarias medidas sanitarias de prevención implementadas por las autoridades de los tres niveles de gobierno continúan afectando a la población.

La suspensión de actividades no esenciales en los municipios veracruzanos ha impactado en la economía; son muy pocos los giros que se salvan.

Uno de los sectores más afectados es el del turismo, actividad de la que dependen miles de veracruzanos.

En la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, por ejemplo, el sector de los servicios ha sido golpeado como nunca: los hoteles y restaurantes están vacíos y muchos de ellos, cerrados.

Los establecimientos con venta de alimentos sólo ofrecen servicio para llevar, con muy contadas excepciones; y la mayoría de los hoteles registran ocupación al 0%; ni un solo cuarto es ocupado.

No es para menos; esa zona conurbada concentra el mayor porcentaje de contagios de Covid-19 en la entidad.

De acuerdo con las cifras oficiales, hasta el pasado sábado había en todo el estado mil 804 casos confirmados de esta temible enfermedad; de esos, 678 se ubican en Veracruz, 100 en Boca del Río, 23 en Medellín de Bravo y 20 en Alvarado; en total, 821 en la zona, lo que significa que en ese punto de la geografía veracruzana están 45 de cada 100 casos.

Además, hay 422 casos sospechosos, casi la mitad de los casos registrados en todo el estado.

El problema es que hoteleros y restauranteros, todos los prestadores de servicios turísticos, siguen cubriendo rentas (en el caso de muchos restaurantes) y nómina.

Peor: no se ve para cuándo comience Veracruz a retornar a la actividad económica normal; los contagios siguen avanzando y cada día se consignan nuevos casos y mayor número de defunciones.

Si bien la zona conurbada ha sido la más golpeada por la pandemia en la entidad —con todas las implicaciones económicas que implica—, prácticamente todos los municipios que dependen del turismo están igual.

Por citar otro caso, mucho más pequeño pero igual de revelador, en el municipio de Xico se prevé la cancelación de las fiestas patronales en honor a Santa María Magdalena, mismas que se realizan durante julio.

El asunto no es menor para ese pequeño municipio ubicado cerca de la capital del estado; por el contrario, toda la población que participa en la organización de los festejos se quedaría sin ingresos.

Esto porque al cancelarse la celebración patronal no llegarían los miles de turistas que normalmente acuden y compran alimentos, bebidas y artesanías.

Esa celebración religiosa atrae a visitantes no sólo nacionales, sino también a extranjeros. Por ello, quienes organizan la famosa xiqueñada, también verían mermados sus ingresos este año.

La posible cancelación de la histórica festividad también repercutiría en el aspecto religioso, pues la elaboración de los tapetes multicolores de aserrín, el gigantesco arco floral y la confección de los vestidos para Santa María Magdalena, representan todo un ritual.

Así como en este Pueblo Mágico, muchos otros municipios que realizan festividades religiosas se verían afectados por la enfermedad que ha cambiado a todo el mundo.

La pandemia de coronavirus Covid-19 y las necesarias medidas sanitarias de prevención implementadas por las autoridades de los tres niveles de gobierno continúan afectando a la población.

La suspensión de actividades no esenciales en los municipios veracruzanos ha impactado en la economía; son muy pocos los giros que se salvan.

Uno de los sectores más afectados es el del turismo, actividad de la que dependen miles de veracruzanos.

En la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, por ejemplo, el sector de los servicios ha sido golpeado como nunca: los hoteles y restaurantes están vacíos y muchos de ellos, cerrados.

Los establecimientos con venta de alimentos sólo ofrecen servicio para llevar, con muy contadas excepciones; y la mayoría de los hoteles registran ocupación al 0%; ni un solo cuarto es ocupado.

No es para menos; esa zona conurbada concentra el mayor porcentaje de contagios de Covid-19 en la entidad.

De acuerdo con las cifras oficiales, hasta el pasado sábado había en todo el estado mil 804 casos confirmados de esta temible enfermedad; de esos, 678 se ubican en Veracruz, 100 en Boca del Río, 23 en Medellín de Bravo y 20 en Alvarado; en total, 821 en la zona, lo que significa que en ese punto de la geografía veracruzana están 45 de cada 100 casos.

Además, hay 422 casos sospechosos, casi la mitad de los casos registrados en todo el estado.

El problema es que hoteleros y restauranteros, todos los prestadores de servicios turísticos, siguen cubriendo rentas (en el caso de muchos restaurantes) y nómina.

Peor: no se ve para cuándo comience Veracruz a retornar a la actividad económica normal; los contagios siguen avanzando y cada día se consignan nuevos casos y mayor número de defunciones.

Si bien la zona conurbada ha sido la más golpeada por la pandemia en la entidad —con todas las implicaciones económicas que implica—, prácticamente todos los municipios que dependen del turismo están igual.

Por citar otro caso, mucho más pequeño pero igual de revelador, en el municipio de Xico se prevé la cancelación de las fiestas patronales en honor a Santa María Magdalena, mismas que se realizan durante julio.

El asunto no es menor para ese pequeño municipio ubicado cerca de la capital del estado; por el contrario, toda la población que participa en la organización de los festejos se quedaría sin ingresos.

Esto porque al cancelarse la celebración patronal no llegarían los miles de turistas que normalmente acuden y compran alimentos, bebidas y artesanías.

Esa celebración religiosa atrae a visitantes no sólo nacionales, sino también a extranjeros. Por ello, quienes organizan la famosa xiqueñada, también verían mermados sus ingresos este año.

La posible cancelación de la histórica festividad también repercutiría en el aspecto religioso, pues la elaboración de los tapetes multicolores de aserrín, el gigantesco arco floral y la confección de los vestidos para Santa María Magdalena, representan todo un ritual.

Así como en este Pueblo Mágico, muchos otros municipios que realizan festividades religiosas se verían afectados por la enfermedad que ha cambiado a todo el mundo.