/ miércoles 8 de mayo de 2019

Cuando ser honesto no es suficiente

“Que alguien me haga el favor de ayudar a Cuitláhuac en Veracruz”, gritó el presidente López Obrador a cinco de sus más cercanos colaboradores, posterior a enterarse que por segunda ocasión se había “enredado” con “los dineros” al explicar la compra y arrendamiento de patrullas para Seguridad Pública.

Y es que después de un magno evento, donde el Gobernador García anunció la entrega de 160 patrullas a los veracruzanos, con una inversión de 208 millones de pesos, el Senador Julen Rementería evidenció que haciendo cuentas, cada auto costaba 1.3 millones, cuando por esos mismos vehículos, (idénticos), en otro municipio de la República Mexicana se habían pagado poco más de 700 mil pesos.

Tal fue la vorágine mediática desatada por las “cuentas confusas” de Cuitláhuac García, que no tuvo remedio alguno más que buscar explicar, en una conferencia de prensa, “lo que quiso decir”, y para su mala fortuna, se volvió a confundir.

En esta ocasión, el Gobernador comentó detalles que por alguna causa omitió al entregar las patrullas en su magno evento: no había comprado las 160, sino sólo 50, y el resto, es decir, 110 vehículos, eran arrendados. Cuitláhuac García argumentó que no pudo adquirirlas todas por el desfalco financiero que le dejaron. Suponiendo que sea verdad, ¿por qué no lo dijo desde un principio?

Además, buscando explicar frente a los medios su inversión en las patrullas, al Gobernador no le salieron de nuevo las cuentas, pues quedaron poco más de 20 millones de pesos “volando”, mismos que quiero creer, (y de verdad quiero creer) se usaron de manera adecuada.

“Que alguien haga algo con Cuitláhuac para que deje de cometer errores. Ayúdenlo y ayúdenme”, reclamó AMLO ya un tanto desesperado con lo que pasa en Veracruz. “Se está poniendo de pechito para que todos los panistas ahí se aprovechen y lo hagan pedazos, piensen en algo, hablen con él”.

“Andrés Manuel, nosotros te dijimos que no debía ser candidato otra vez, porque había opciones de que ganara, pero decidiste continuar con él”, dijo uno de los cinco asistentes a esa reunión. “Pues lo hecho, hecho está, así que hagan algo”, sentenció el Presidente.

Lo que AMLO no sabe, (o quizá tenga pleno conocimiento), es que nadie en Palacio Nacional quiere desgastarse ayudando al Gobernador de Veracruz, porque simple y sencillamente, consideran que de poco servirá. Ser honesto no es suficiente.


alejandroaguirre77@gmail.com

Twitter: @aaguirre_g

www.alejandroaguirre.com.mx

“Que alguien me haga el favor de ayudar a Cuitláhuac en Veracruz”, gritó el presidente López Obrador a cinco de sus más cercanos colaboradores, posterior a enterarse que por segunda ocasión se había “enredado” con “los dineros” al explicar la compra y arrendamiento de patrullas para Seguridad Pública.

Y es que después de un magno evento, donde el Gobernador García anunció la entrega de 160 patrullas a los veracruzanos, con una inversión de 208 millones de pesos, el Senador Julen Rementería evidenció que haciendo cuentas, cada auto costaba 1.3 millones, cuando por esos mismos vehículos, (idénticos), en otro municipio de la República Mexicana se habían pagado poco más de 700 mil pesos.

Tal fue la vorágine mediática desatada por las “cuentas confusas” de Cuitláhuac García, que no tuvo remedio alguno más que buscar explicar, en una conferencia de prensa, “lo que quiso decir”, y para su mala fortuna, se volvió a confundir.

En esta ocasión, el Gobernador comentó detalles que por alguna causa omitió al entregar las patrullas en su magno evento: no había comprado las 160, sino sólo 50, y el resto, es decir, 110 vehículos, eran arrendados. Cuitláhuac García argumentó que no pudo adquirirlas todas por el desfalco financiero que le dejaron. Suponiendo que sea verdad, ¿por qué no lo dijo desde un principio?

Además, buscando explicar frente a los medios su inversión en las patrullas, al Gobernador no le salieron de nuevo las cuentas, pues quedaron poco más de 20 millones de pesos “volando”, mismos que quiero creer, (y de verdad quiero creer) se usaron de manera adecuada.

“Que alguien haga algo con Cuitláhuac para que deje de cometer errores. Ayúdenlo y ayúdenme”, reclamó AMLO ya un tanto desesperado con lo que pasa en Veracruz. “Se está poniendo de pechito para que todos los panistas ahí se aprovechen y lo hagan pedazos, piensen en algo, hablen con él”.

“Andrés Manuel, nosotros te dijimos que no debía ser candidato otra vez, porque había opciones de que ganara, pero decidiste continuar con él”, dijo uno de los cinco asistentes a esa reunión. “Pues lo hecho, hecho está, así que hagan algo”, sentenció el Presidente.

Lo que AMLO no sabe, (o quizá tenga pleno conocimiento), es que nadie en Palacio Nacional quiere desgastarse ayudando al Gobernador de Veracruz, porque simple y sencillamente, consideran que de poco servirá. Ser honesto no es suficiente.


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