/ miércoles 12 de diciembre de 2018

Cuitláhuac García y Éric Cisneros hacen bien el 1-2

Hoy les traigo algunos pormenores sociales y políticos y una que otra grilla de la toma de protesta de Cuitláhuac García Jiménez que ha comenzado en una forma telúrica. Si cambio es ruptura, con cosas ordinarias el nuevo mandatario ha logrado un mensaje atronador.

Vale la pena reparar que estamos ante toda una Revolución sobre la forma en que se ha ejercido el poder en Veracruz.

En términos generales, los políticos se dejan tocar de tres maneras: en campaña y sólo campaña, por otros poderosos (incluye algunos empresarios) y por la camarilla que les ha acompañado de tiempo atrás. Para los demás, se vuelven inalcanzables.

Lo que más resalta en su discurso del mandatario veracruzano en su toma de protesta fue dar a conocer que recibía una estado en quiebra, declarar una crisis por Violación de Derechos Humanos en Materia de Desaparición en la entidad donde se tiene un registro oficial de 5 mil personas desaparecidas y en la última década sitúan la cifra en 20 mil y se suman de manera oficial al menos 601 fosas clandestinas en territorio veracruzano, donde han sido hallados 518 cuerpos, 560 cráneos.

Anunció la declaración, única en su tipo en México, llamó a las organizaciones internacionales de Derechos Humanos incluida Naciones Unidas (ONU) a participar en un Plan de Emergencia que incluye la búsqueda de desaparecidos, que contó con el respaldo de colectivos de familiares, fue presentada en el pleno del Congreso de Veracruz.

El titular del Ejecutivo aseguró que no habrá despidos masivos en dependencias estatales, menos en SSP por el momento ya que las corporaciones necesitan una depuración urgente y que se les pagará mejor, por lo que ése va a ser el principal incentivo para que cumplan con su deber de cuidar a la ciudadanía. También anunció obras y acciones para la entidad.

Ojalá y pueda cumplir con el 50% de los compromisos hechos en la emblemática plaza Lerdo de Xalapa.

Y me pregunto, y así lo asenté en mi pasada columna, ¿acaso Veracruz no es un desastre financiero y de seguridad?

Cuitláhuac García pintó al Veracruz actual real donde se vive una emergencia económica, al de los empleados, al de nulas inversiones, feminicidios, ejecutados, secuestros y desaparecidos.

La presencia de Andrés Manuel trajo buenos anuncios que favorecen al solar veracruzano que es el inicio de una nueva etapa de reconciliación, de un gobierno realmente cercano a la gente y más que nada de resultados positivos para una sociedad agraviada y lastimada.

Creyente como soy en las instituciones, no me queda duda que Veracruz tiene gobernador. Pero para ser el gobernador de todos y para todos, hace falta que comience a unir y apelar a quienes no votaron por él. Yo creo que si lo hace a Veracruz le irá bien, las circunstancias lo obligarán a hacerlo.

Además, un gobierno debe comenzar a decir las cosas como son. Es verdad que seguimos teniendo un Veracruz con fuertes diferencias sociales y tiene que ser una meta de todos zanjar esa brecha.

No se habló de ciencia y tecnología ni de las tendencias que están conduciendo el porvenir de la economía, en particular, el mercado laboral. El mundo, México y Veracruz será muy distinto en seis años y es necesario prepararse para ello. Pero el sexenio apenas comienza, la realidad suele ser la mayor ordenadora del discurso.

Ya no queremos un Veracruz en donde exista la desconfianza, el enojo, hacia la clase política que gobernó esta entidad por varias décadas. Y que le pegó al pueblo con corrupción, impunidad, inseguridad, crimen y pobreza. Cuitláhuac García es el gobernador de los veracruzanos y su compromiso es con todos. No puedo fallarle a ninguno. Por eso creo que es el momento de llamar a la concordia, a la reconciliación, Veracruz no puede marchar dividido. En esta nueva etapa, bautizada como la Cuarta Transformación, ya no hay pretextos.

La esperanza depositada es demasiado y tampoco es un cheque en blanco, se exigirán resultados y en los temas que verdaderamente importan a los ciudadanos: seguridad, empleo, salud, justicia, vivienda e ingreso económico digno. No hay nada más decepcionante que una promesa no cumplida.

Coincido con Raymundo Jiménez en su columna del 2-12-2018 en que llegó la hora en la que Veracruz "tiene todo para estar dentro de los mejores esquemas de justicia del país, y que realmente se aplique la justicia".

Sin embargo, no queda claro de dónde se obtendrán recursos suficientes para poder cumplir con todas estas promesas. No parece que se reducirá la corrupción en la magnitud deseada.

Hay que enfatizar que los gobiernos no tienen ingresos ilimitados para financiar sus gastos y que los mismos los obtienen de los recursos que extraen de la sociedad, principalmente por medio de impuestos, por el cobro de sus servicios y concesiones, por emisión de deuda pública y por el llamado impuesto inflacionario. El discurso dejó de ser una oferta y se volvió performativo, lo que se dice se convertirá en acción, ésa fue la novedad. ¿Qué hacer en Veracruz con ese pasado de corrupción e impunidad?

Hoy les traigo algunos pormenores sociales y políticos y una que otra grilla de la toma de protesta de Cuitláhuac García Jiménez que ha comenzado en una forma telúrica. Si cambio es ruptura, con cosas ordinarias el nuevo mandatario ha logrado un mensaje atronador.

Vale la pena reparar que estamos ante toda una Revolución sobre la forma en que se ha ejercido el poder en Veracruz.

En términos generales, los políticos se dejan tocar de tres maneras: en campaña y sólo campaña, por otros poderosos (incluye algunos empresarios) y por la camarilla que les ha acompañado de tiempo atrás. Para los demás, se vuelven inalcanzables.

Lo que más resalta en su discurso del mandatario veracruzano en su toma de protesta fue dar a conocer que recibía una estado en quiebra, declarar una crisis por Violación de Derechos Humanos en Materia de Desaparición en la entidad donde se tiene un registro oficial de 5 mil personas desaparecidas y en la última década sitúan la cifra en 20 mil y se suman de manera oficial al menos 601 fosas clandestinas en territorio veracruzano, donde han sido hallados 518 cuerpos, 560 cráneos.

Anunció la declaración, única en su tipo en México, llamó a las organizaciones internacionales de Derechos Humanos incluida Naciones Unidas (ONU) a participar en un Plan de Emergencia que incluye la búsqueda de desaparecidos, que contó con el respaldo de colectivos de familiares, fue presentada en el pleno del Congreso de Veracruz.

El titular del Ejecutivo aseguró que no habrá despidos masivos en dependencias estatales, menos en SSP por el momento ya que las corporaciones necesitan una depuración urgente y que se les pagará mejor, por lo que ése va a ser el principal incentivo para que cumplan con su deber de cuidar a la ciudadanía. También anunció obras y acciones para la entidad.

Ojalá y pueda cumplir con el 50% de los compromisos hechos en la emblemática plaza Lerdo de Xalapa.

Y me pregunto, y así lo asenté en mi pasada columna, ¿acaso Veracruz no es un desastre financiero y de seguridad?

Cuitláhuac García pintó al Veracruz actual real donde se vive una emergencia económica, al de los empleados, al de nulas inversiones, feminicidios, ejecutados, secuestros y desaparecidos.

La presencia de Andrés Manuel trajo buenos anuncios que favorecen al solar veracruzano que es el inicio de una nueva etapa de reconciliación, de un gobierno realmente cercano a la gente y más que nada de resultados positivos para una sociedad agraviada y lastimada.

Creyente como soy en las instituciones, no me queda duda que Veracruz tiene gobernador. Pero para ser el gobernador de todos y para todos, hace falta que comience a unir y apelar a quienes no votaron por él. Yo creo que si lo hace a Veracruz le irá bien, las circunstancias lo obligarán a hacerlo.

Además, un gobierno debe comenzar a decir las cosas como son. Es verdad que seguimos teniendo un Veracruz con fuertes diferencias sociales y tiene que ser una meta de todos zanjar esa brecha.

No se habló de ciencia y tecnología ni de las tendencias que están conduciendo el porvenir de la economía, en particular, el mercado laboral. El mundo, México y Veracruz será muy distinto en seis años y es necesario prepararse para ello. Pero el sexenio apenas comienza, la realidad suele ser la mayor ordenadora del discurso.

Ya no queremos un Veracruz en donde exista la desconfianza, el enojo, hacia la clase política que gobernó esta entidad por varias décadas. Y que le pegó al pueblo con corrupción, impunidad, inseguridad, crimen y pobreza. Cuitláhuac García es el gobernador de los veracruzanos y su compromiso es con todos. No puedo fallarle a ninguno. Por eso creo que es el momento de llamar a la concordia, a la reconciliación, Veracruz no puede marchar dividido. En esta nueva etapa, bautizada como la Cuarta Transformación, ya no hay pretextos.

La esperanza depositada es demasiado y tampoco es un cheque en blanco, se exigirán resultados y en los temas que verdaderamente importan a los ciudadanos: seguridad, empleo, salud, justicia, vivienda e ingreso económico digno. No hay nada más decepcionante que una promesa no cumplida.

Coincido con Raymundo Jiménez en su columna del 2-12-2018 en que llegó la hora en la que Veracruz "tiene todo para estar dentro de los mejores esquemas de justicia del país, y que realmente se aplique la justicia".

Sin embargo, no queda claro de dónde se obtendrán recursos suficientes para poder cumplir con todas estas promesas. No parece que se reducirá la corrupción en la magnitud deseada.

Hay que enfatizar que los gobiernos no tienen ingresos ilimitados para financiar sus gastos y que los mismos los obtienen de los recursos que extraen de la sociedad, principalmente por medio de impuestos, por el cobro de sus servicios y concesiones, por emisión de deuda pública y por el llamado impuesto inflacionario. El discurso dejó de ser una oferta y se volvió performativo, lo que se dice se convertirá en acción, ésa fue la novedad. ¿Qué hacer en Veracruz con ese pasado de corrupción e impunidad?