Semejante a la cercanía del gobernador chiapaneco, Manuel Velasco Coello, con el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, a quien en campaña operó temas políticos con varios gobernadores del país desde su posición de presidente de la CONAGO, y por lo cual se le considera para formar parte del gabinete federal; eso misma empatía existe entre el alcalde de Alvarado, Bogar Ruiz Rosas, y Cuitláhuac García Jiménez, quien ya como gobernador electo es al único municipio que ha visitado en dos ocasiones para para reunirse con el edil. Esa evidente buena relación entre ambos es positiva en varios sentidos, una es que puede traducirse en gestiones exitosas de obras y acciones hacia esa demarcación para satisfacer necesidades de miles de habitantes que han sufrido el abandono de los últimos gobiernos municipales y del estado, y otra es resolver el grave problema que padecen desde hace años, después de que Alvarado logró durante dos décadas una pujante economía gracias al funcionamiento de la empresa Productos Pesqueros de Alvarado (PROPEA) que acopiaba camarón para exportación y procesaba diversas especies de escama capturadas por alvaradeños, lo cual generaba miles de empleos directos e indirectos; esa planta cerró a mediados de los 80’ por malos manejos administrativos y provocó una terrible crisis de empleo en ese municipio de la que todavía no salen. Desde entonces sus pobladores sobreviven a duras penas con empleos temporales mal pagados o auto-empleos, lo que plantea que la mayor necesidad de sus habitantes son las fuentes de trabajo, de ahí la importancia de gestionar que se instale otra vez en ese lugar una industria relacionada con la pesca u otra vinculada a la navegación pluvial, dada su conexión con el puerto de Veracruz que a partir de este año irá incrementando sus movimientos de carga de mercancías en sus nuevas y modernas instalaciones. Esa podría ser la mejor contribución que el nuevo gobernador puede darle a la gente de Alvarado, que además tendría impacto en los municipios de la cuenca del Papaloapan, entre ellos Tlacotalpan, Acula, Amatitlán, Cosamaloapan, Chacaltianguis y otros. Si aparte de concretar una iniciativa de esta magnitud más adelante quiere incorporar al ingeniero Bogar Ruiz a su equipo de trabajo, ya sería ganancia. Alvarado alberga la esperanza de que, por fin, un gobernador les haga justicia. Esperemos.
TRABAJOS A MARCHAS FORZADAS EN EL BULEVAR DE VERACRUZ
+++A nueve días de concluir su periodo el actual gobierno estatal, la obra de remodelación del bulevar Manuel Ávila Camacho sigue sin concluirse, los trabajos continúan a marchas forzadas para entregarse en tiempo por el mandatario Miguel Ángel Yunes Linares. Ayer, pese al mal tiempo por el ingreso del Frente Frío número 11, decenas de trabajadores continuaban con sus actividades. La obra es útil, ya se ha dicho en este mismo espacio, va a dar una nueva imagen de modernidad al puerto de Veracruz, lo que beneficiará al turismo que nos visita. Sin embargo, hay señalamientos serios de constructores locales de que no consideraron aspectos técnicos de importancia para evitar problemas futuros, como los que ya se presentaron con una lluvia intensa que causó inundaciones en la zona centro e importantes vialidades adyacentes al bulevar, incluso hasta del fraccionamiento Reforma, debido al taponamiento de calles por donde corrían las aguas de lluvia para descargar al mar, y al mismo tiempo, esos cierres de vialidades también plantean problemas de congestionamiento viales cuando los automovilistas no pueden dar vuelta en “u” para incorporarse al carril contrario. Según los especialistas en la materia, esos tapones van a crear severos problemas y deben corregirlos antes de que se entregue la obra o, en todo caso, el nuevo gobierno exigir al contratista a corregir esas deficiencias técnicas observadas. Lo que se anunció invertir en esa remodelación es de aproximadamente 150 millones de pesos, no es cualquier bicoca, lo que exige que sean trabajos de calidad.
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