/ lunes 12 de noviembre de 2018

De aquellos políticos que se espantan de día, de lo que hacen de noche.

Los señalamientos infundados y críticas de mala fe continúan en contra del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, y todo porque en su estilo personal de gobernar, como lo hizo cuando fue Jefe de Gobierno capitalino, acostumbra modalidades que los políticos ortodoxos rechazan y critican por considerar que un político debe ser un “inmaculado”, bien educadito y mejor hablado y portado, aunque el político que así se presenta resulte ser de aquellos que “tiran la piedra y esconden la mano”.

La semana pasada se criticó al hijo mayor del presidente electo, al Jr. Andrés Manuel López Beltrán, por haberse hospedado unos días en un hotel madrileño, donde la noche cuesta el equivalente a 11 mil pesos mexicanos diarios y que aun con los pocos días que estuvo el junior en la Madre Patria, los espantadizos hicieron un gran escándalo en redes sociales, mirando la paja en el ojo ajeno y sin observar la viga en el propio.

Nada que espantarse de que el hijo del Presidente Electo de México haya ido a la capital española, sea en plan vacacional o de negocios o estudios en alguna universidad de las tantas que hay en Madrid y que tienen convenios de intercambios académico con las universidades mexicanas, de las que han egresado con maestrías y doctorados una multitud de profesionales que han gastado (ellos sí) cifras millonarias sin que nadie haga una mención del despilfarro que muchos hijos de expresidentes, gobernadores, senadores, diputados y alcaldes del PRI, del PAN, del PRD y de cualquier otro satélite, hayan hecho a través de sus queridos hijos, con cargo al erario.

El pasado sábado volvieron los blogeros, tuiteros y amantes de las redes sociales, a calumniar al hijo mayor de AMLO, al anunciar que en la ciudad de Campeche en un hotel de 5, 6 o 7 estrellas, contraería matrimonio civil y religioso con una ex Miss Venezuela y por supuesto todo fue falso; y si AMLO anduvo por esas tierras del Golfo donde existen los mayores yacimientos de petróleo, el mismo presidente electo aclaró que andaba por esa región en gira de trabajo y nada más.

La herida de muchos malos políticos mexicanos no cicatriza después de la derrota infligida por el lider de Morena; aunque López Obrador entiende “la diferencia entre cómo viven los “fifis”, que truenan en contra del Electo. Y cómo vive AMLO que lleva una vida disciplinada y ordenada. Hay una gran diferencia entre la franqueza y la hipocresía.


Los señalamientos infundados y críticas de mala fe continúan en contra del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, y todo porque en su estilo personal de gobernar, como lo hizo cuando fue Jefe de Gobierno capitalino, acostumbra modalidades que los políticos ortodoxos rechazan y critican por considerar que un político debe ser un “inmaculado”, bien educadito y mejor hablado y portado, aunque el político que así se presenta resulte ser de aquellos que “tiran la piedra y esconden la mano”.

La semana pasada se criticó al hijo mayor del presidente electo, al Jr. Andrés Manuel López Beltrán, por haberse hospedado unos días en un hotel madrileño, donde la noche cuesta el equivalente a 11 mil pesos mexicanos diarios y que aun con los pocos días que estuvo el junior en la Madre Patria, los espantadizos hicieron un gran escándalo en redes sociales, mirando la paja en el ojo ajeno y sin observar la viga en el propio.

Nada que espantarse de que el hijo del Presidente Electo de México haya ido a la capital española, sea en plan vacacional o de negocios o estudios en alguna universidad de las tantas que hay en Madrid y que tienen convenios de intercambios académico con las universidades mexicanas, de las que han egresado con maestrías y doctorados una multitud de profesionales que han gastado (ellos sí) cifras millonarias sin que nadie haga una mención del despilfarro que muchos hijos de expresidentes, gobernadores, senadores, diputados y alcaldes del PRI, del PAN, del PRD y de cualquier otro satélite, hayan hecho a través de sus queridos hijos, con cargo al erario.

El pasado sábado volvieron los blogeros, tuiteros y amantes de las redes sociales, a calumniar al hijo mayor de AMLO, al anunciar que en la ciudad de Campeche en un hotel de 5, 6 o 7 estrellas, contraería matrimonio civil y religioso con una ex Miss Venezuela y por supuesto todo fue falso; y si AMLO anduvo por esas tierras del Golfo donde existen los mayores yacimientos de petróleo, el mismo presidente electo aclaró que andaba por esa región en gira de trabajo y nada más.

La herida de muchos malos políticos mexicanos no cicatriza después de la derrota infligida por el lider de Morena; aunque López Obrador entiende “la diferencia entre cómo viven los “fifis”, que truenan en contra del Electo. Y cómo vive AMLO que lleva una vida disciplinada y ordenada. Hay una gran diferencia entre la franqueza y la hipocresía.