/ domingo 23 de septiembre de 2018

De la deuda subnacional

Durante los últimos años cuando hablamos de adeudos de los estados, oficialmente la SHCP y el sistema financiero le llama deuda subnacional.

Éste es un término genérico para una región administrativa debajo de cualquier estado soberano, por lo que debemos entender como entidades subnacionales a aquellas que pertenecen al núcleo de un estado o país.

Por lo tanto, nos referiremos a los adeudos de los estados, municipios, sus entes paraestatales, paramunicipales, empresas de participación o entidades públicas que cuenten con autorización del Poder Legislativo o Congresos Estatales, para tomar financiamientos.

Sin lugar a dudas desde tiempos memorables después del trueque y el intercambio mayoritario de acceder a artículos que no se tenían por otros con los que se contaban y como una manera de generar riqueza, los griegos de la preclásica adoptaron los préstamos de dinero real con intereses, que los fenicios habían probado con éxito.

Los siguientes fueron los romanos, que con el tiempo pudieron establecerlo de tal manera que legislaron sobre el premio que habría que otorgar aquel que prestaba y le denominaron interés, era de condiciones tan serias el incumplimiento que obligaba a ser cubierto con bienes, derechos y hasta con la entrega de miembros de la familia en calidad de esclavos o bien con la muerte.

La banca se empieza a generalizar en Italia a principios del Renacimiento en Venecia, Florencia y Génova, el trabajo del banquero surge en 1110 y les denominaron banchieri, derivado de banco, que era una mesa donde se sentaban, los cambistas que eran propiedad del estado y lo alquilaban a quien podría pagarlo y acreditaba su capacidad en el negocio y el capital necesario.

Los griegos y los romanos utilizaron a figura del cambista, posteriormente los argentari que prestaban dinero a sus amigos, aparecen los triunviari mensari que prestaban dinero al público.

Los préstamos vinieron a menos en la era cristiana, pues los evangelios cristianos criticaban la usura que era el interés por lo prestado, este argumento duró mucho tiempo, hasta que aparece la banca como organización y son los Caballeros Templarios los que la encabezan.

Éste era el segmento de no combatientes, fueron los encargados de financiar la defensa de los cristianos en las tierras santas de Jerusalén; posteriormente los más grandes banqueros italianos fueron los Medici de Florencia, fundada por Juan de Medici y el más célebre Lorenzo de Medici.

Nicolás de Maquiavelo trabajó con ellos, con Cosme principalmente y contra de ellos cuando se funda la República de Florencia, después fue perseguido por Lorenzo, a la familia de Medici; Maquiavelo le dedica el capítulo XVI de su obra El príncipe.

Maquiavelo fue renacentista, amigo de César Borgia, de Leonardo Da Vinci, de Bocharelli, y también promotor de la banca.

Finalmente diremos que los judíos son realmente los grandes prestamistas y financiadores de la banca moderna, colocadores de los primeros títulos conocidos como bonos.

¿Pero por qué lo hicieron?, sencillo, nos les permitían hacer nada, los despreciaban por haber matado a Jesucristo, no podían tener tierras —el factor de la economía más importante de la época—, se dedicaron al comercio, al ver que era rentable se los quitaron, sólo les dejaron el espacio del préstamo y la orfebrería.

La orfebrería no es otra cosa que trabajar con oro y piedras preciosas, así fue como surgieron.

En conclusión, la razón del ejercicio de las finanzas por parte de los judíos se debe a:“De las tres religiones del libro, la cristiana, la judía y la Islámica, sólo los judíos no tenían restricciones para comerciar con el dinero. Las tres consideran que un libro expone la revelación divina. La Biblia Cristiana, la Biblia Judía y el Corán son estos textos sagrados en que se sienta la base de sus creencias”.



Durante los últimos años cuando hablamos de adeudos de los estados, oficialmente la SHCP y el sistema financiero le llama deuda subnacional.

Éste es un término genérico para una región administrativa debajo de cualquier estado soberano, por lo que debemos entender como entidades subnacionales a aquellas que pertenecen al núcleo de un estado o país.

Por lo tanto, nos referiremos a los adeudos de los estados, municipios, sus entes paraestatales, paramunicipales, empresas de participación o entidades públicas que cuenten con autorización del Poder Legislativo o Congresos Estatales, para tomar financiamientos.

Sin lugar a dudas desde tiempos memorables después del trueque y el intercambio mayoritario de acceder a artículos que no se tenían por otros con los que se contaban y como una manera de generar riqueza, los griegos de la preclásica adoptaron los préstamos de dinero real con intereses, que los fenicios habían probado con éxito.

Los siguientes fueron los romanos, que con el tiempo pudieron establecerlo de tal manera que legislaron sobre el premio que habría que otorgar aquel que prestaba y le denominaron interés, era de condiciones tan serias el incumplimiento que obligaba a ser cubierto con bienes, derechos y hasta con la entrega de miembros de la familia en calidad de esclavos o bien con la muerte.

La banca se empieza a generalizar en Italia a principios del Renacimiento en Venecia, Florencia y Génova, el trabajo del banquero surge en 1110 y les denominaron banchieri, derivado de banco, que era una mesa donde se sentaban, los cambistas que eran propiedad del estado y lo alquilaban a quien podría pagarlo y acreditaba su capacidad en el negocio y el capital necesario.

Los griegos y los romanos utilizaron a figura del cambista, posteriormente los argentari que prestaban dinero a sus amigos, aparecen los triunviari mensari que prestaban dinero al público.

Los préstamos vinieron a menos en la era cristiana, pues los evangelios cristianos criticaban la usura que era el interés por lo prestado, este argumento duró mucho tiempo, hasta que aparece la banca como organización y son los Caballeros Templarios los que la encabezan.

Éste era el segmento de no combatientes, fueron los encargados de financiar la defensa de los cristianos en las tierras santas de Jerusalén; posteriormente los más grandes banqueros italianos fueron los Medici de Florencia, fundada por Juan de Medici y el más célebre Lorenzo de Medici.

Nicolás de Maquiavelo trabajó con ellos, con Cosme principalmente y contra de ellos cuando se funda la República de Florencia, después fue perseguido por Lorenzo, a la familia de Medici; Maquiavelo le dedica el capítulo XVI de su obra El príncipe.

Maquiavelo fue renacentista, amigo de César Borgia, de Leonardo Da Vinci, de Bocharelli, y también promotor de la banca.

Finalmente diremos que los judíos son realmente los grandes prestamistas y financiadores de la banca moderna, colocadores de los primeros títulos conocidos como bonos.

¿Pero por qué lo hicieron?, sencillo, nos les permitían hacer nada, los despreciaban por haber matado a Jesucristo, no podían tener tierras —el factor de la economía más importante de la época—, se dedicaron al comercio, al ver que era rentable se los quitaron, sólo les dejaron el espacio del préstamo y la orfebrería.

La orfebrería no es otra cosa que trabajar con oro y piedras preciosas, así fue como surgieron.

En conclusión, la razón del ejercicio de las finanzas por parte de los judíos se debe a:“De las tres religiones del libro, la cristiana, la judía y la Islámica, sólo los judíos no tenían restricciones para comerciar con el dinero. Las tres consideran que un libro expone la revelación divina. La Biblia Cristiana, la Biblia Judía y el Corán son estos textos sagrados en que se sienta la base de sus creencias”.