/ martes 21 de septiembre de 2021

De la Fuente y la sucesión para el 2024

Del embajador de México en la ONU nadie puede decir que se trate de un intelectual improvisado o simulador, puesto que el doctor Juan Ramón de la Fuente ha escrito libros y publicaciones de literatura científica en nuestro país y en el ámbito internacional, además de haber sido secretario de Salud federal y presidente de las Academias Nacionales de Medicina y Ciencias Afines.

Sus primeros estudios universitarios fueron en la Facultad de Medicina, de la que después fue director y rector de la máxima casa de estudios: la Universidad Nacional Autónoma de México. Como rector de la UNAM recibió el doctorado Honoris Causa y el nombramiento como Miembro de Número en las academias Mexicana de Ciencias y Nacional de Medicina, complementando su amplia cultura y especialidad en las ciencias de la salud con una maestría que cursó en la universidad de Minnessota y la especialidad en psiquiatría en la Clínica Mayo de Rochester.

Tiene a la fecha 70 años de edad y es uno de los pocos políticos serios que por su trayectoria académica y su relación con el gobierno federal y con todos los presidentes se ha ganado el respeto y la confianza para ser funcionario, a tal grado que el propio Andrés Manuel López Obrador lo nombró embajador de México ante la ONU.

La recién celebrada sexta reunión de los dieciocho jefes de Estado de la CELAC, sirvió para que Marcelo Ebrard demostrara sus “tablas políticas” para dirigir la reunión de los jefes de Estado y sus representantes, ante la presencia del presidente AMLO, quien debe haber quedado decepcionado de los resultados de la reunión cumbre, que por poco termina como “el rosario de Amozoc”.

No hay punto de comparación entre la CELAC y la ONU, que ayer inició su periodo de sesiones y en donde también se escucharán las voces disidentes de los representantes de los países donde se han perpetuado en el poder político latinoamericano los mismos personajes denunciados y vapuleados durante las fiestas patrias en la CDMX.

En Nueva York, sede de la ONU, tendrá oportunidad de brillar como político y diplomático de altos vuelos el doctor Juan Ramón de la Fuente, quien por formar parte de los seis mencionados por el presidente Lopez Obrador cuenta con boleto para la sucesión presidencial de 2024, y podría dar el campanazo del triunfo poniendo a México en un distinguido lugar de los países miembros de dicha organización y por consiguiente, Juan Ramón de la Fuente aseguraría la precandidatura a la presidencia de México, abanderado por el partido Morena y con el visto bueno del fiel de la balanza.

Del embajador de México en la ONU nadie puede decir que se trate de un intelectual improvisado o simulador, puesto que el doctor Juan Ramón de la Fuente ha escrito libros y publicaciones de literatura científica en nuestro país y en el ámbito internacional, además de haber sido secretario de Salud federal y presidente de las Academias Nacionales de Medicina y Ciencias Afines.

Sus primeros estudios universitarios fueron en la Facultad de Medicina, de la que después fue director y rector de la máxima casa de estudios: la Universidad Nacional Autónoma de México. Como rector de la UNAM recibió el doctorado Honoris Causa y el nombramiento como Miembro de Número en las academias Mexicana de Ciencias y Nacional de Medicina, complementando su amplia cultura y especialidad en las ciencias de la salud con una maestría que cursó en la universidad de Minnessota y la especialidad en psiquiatría en la Clínica Mayo de Rochester.

Tiene a la fecha 70 años de edad y es uno de los pocos políticos serios que por su trayectoria académica y su relación con el gobierno federal y con todos los presidentes se ha ganado el respeto y la confianza para ser funcionario, a tal grado que el propio Andrés Manuel López Obrador lo nombró embajador de México ante la ONU.

La recién celebrada sexta reunión de los dieciocho jefes de Estado de la CELAC, sirvió para que Marcelo Ebrard demostrara sus “tablas políticas” para dirigir la reunión de los jefes de Estado y sus representantes, ante la presencia del presidente AMLO, quien debe haber quedado decepcionado de los resultados de la reunión cumbre, que por poco termina como “el rosario de Amozoc”.

No hay punto de comparación entre la CELAC y la ONU, que ayer inició su periodo de sesiones y en donde también se escucharán las voces disidentes de los representantes de los países donde se han perpetuado en el poder político latinoamericano los mismos personajes denunciados y vapuleados durante las fiestas patrias en la CDMX.

En Nueva York, sede de la ONU, tendrá oportunidad de brillar como político y diplomático de altos vuelos el doctor Juan Ramón de la Fuente, quien por formar parte de los seis mencionados por el presidente Lopez Obrador cuenta con boleto para la sucesión presidencial de 2024, y podría dar el campanazo del triunfo poniendo a México en un distinguido lugar de los países miembros de dicha organización y por consiguiente, Juan Ramón de la Fuente aseguraría la precandidatura a la presidencia de México, abanderado por el partido Morena y con el visto bueno del fiel de la balanza.