/ domingo 5 de enero de 2020

De vitrales

Buen día apreciado lector: Empezando 2020 y a pesar de los problemas que nos inquietan, en los días del asueto todavía podemos recorrer con calma y tranquilidad algunas calles de nuestra bella ciudad capital.

Tanto en el centro histórico como en algunos fraccionamientos, hay casas, no precisamente de millonarios, que llaman la atención por presentar un distintivo de hermosura, como aqupi se ha comentado, es el uso del vitral.

Afortunadamente los xalapeños que gustan de los detalles, estrenando domicilio en la calle de 20 de Noviembre casi esquina con Lucio cuentan con dos artistas plenos de sensibilidad que los orientan para la instalación de este mágico material de tradición.

Ellos son Héctor Aguilar García, emblemático del vitral y su esposa Isabel Hernández Rutí, pintora de bellos paisajes y bodegones.

Héctor tiene más de 40 años embelleciendo con el vidrio de colores a nuestra Atenas Veracruzana llevando su envidiable arte a muchísimas casas de la ciudad y del estado, en los que también ha brindado empleo a jefes de familia e incluso ha enseñado la técnica del emplomado a muchas personas.

Comenta que los vitrales más solicitados son los que tienen que ver con paisajes pintorescos, bodegones, también conocido como naturaleza muerta, una obra de arte que exhibe animales, flores y otros objetos que pueden ser naturales como frutas, comida, plantas, rocas o conchas, o hechos por el hombre: utensilios de cocina, de mesa o de casa, antigüedades, libros, joyas, monedas, pipas, etcétera, en un espacio determinado que con la iluminación, producen a los habitantes del hogar un efecto de serenidad, bienestar y armonía.

Hay otros motivos como los religiosos; sobre todo en los templos, pero siempre llama la atención el típico del nacimiento de Jesus o La Vendimia, que muestra a mujeres que recolectan la uva al final de la cosecha.

Así que los vitrales no sólo sirven para fines religiosos, también son una excelente manera de mejorar la decoración interior de los inmuebles, ya sean casas, oficinas o centros comerciales a los que proporcionan un ambiente de distinción, elegancia, energía y prosperidad, que cada vez como lo destaca Héctor Aguilar, son una referencia más para insistir en distinguir a nuestra capital no solo como La Ciudad de las Flores, también como Xalapa de los vitrales.

Que haya paz y armonía en su hogar. Cuide el agua, siembre plantas.

gustavocadenamathey@hotmail.com

Buen día apreciado lector: Empezando 2020 y a pesar de los problemas que nos inquietan, en los días del asueto todavía podemos recorrer con calma y tranquilidad algunas calles de nuestra bella ciudad capital.

Tanto en el centro histórico como en algunos fraccionamientos, hay casas, no precisamente de millonarios, que llaman la atención por presentar un distintivo de hermosura, como aqupi se ha comentado, es el uso del vitral.

Afortunadamente los xalapeños que gustan de los detalles, estrenando domicilio en la calle de 20 de Noviembre casi esquina con Lucio cuentan con dos artistas plenos de sensibilidad que los orientan para la instalación de este mágico material de tradición.

Ellos son Héctor Aguilar García, emblemático del vitral y su esposa Isabel Hernández Rutí, pintora de bellos paisajes y bodegones.

Héctor tiene más de 40 años embelleciendo con el vidrio de colores a nuestra Atenas Veracruzana llevando su envidiable arte a muchísimas casas de la ciudad y del estado, en los que también ha brindado empleo a jefes de familia e incluso ha enseñado la técnica del emplomado a muchas personas.

Comenta que los vitrales más solicitados son los que tienen que ver con paisajes pintorescos, bodegones, también conocido como naturaleza muerta, una obra de arte que exhibe animales, flores y otros objetos que pueden ser naturales como frutas, comida, plantas, rocas o conchas, o hechos por el hombre: utensilios de cocina, de mesa o de casa, antigüedades, libros, joyas, monedas, pipas, etcétera, en un espacio determinado que con la iluminación, producen a los habitantes del hogar un efecto de serenidad, bienestar y armonía.

Hay otros motivos como los religiosos; sobre todo en los templos, pero siempre llama la atención el típico del nacimiento de Jesus o La Vendimia, que muestra a mujeres que recolectan la uva al final de la cosecha.

Así que los vitrales no sólo sirven para fines religiosos, también son una excelente manera de mejorar la decoración interior de los inmuebles, ya sean casas, oficinas o centros comerciales a los que proporcionan un ambiente de distinción, elegancia, energía y prosperidad, que cada vez como lo destaca Héctor Aguilar, son una referencia más para insistir en distinguir a nuestra capital no solo como La Ciudad de las Flores, también como Xalapa de los vitrales.

Que haya paz y armonía en su hogar. Cuide el agua, siembre plantas.

gustavocadenamathey@hotmail.com