/ sábado 5 de octubre de 2019

Defender  la División de Poderes, por ser garante de la democracia.

Dada la experiencia del renunciado Ministro Eduardo Medina Mora, nadie justifica la escueta carta dirigida al Presidente de la República, para hacerle saber su dimisión al más alto tribunal de nuestro país, la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Seguramente después de recibir la mentada renuncia en Palacio Nacional, se le comunicó al Presidente de la SCJN Arturo Zaldívar, y dejó de ser secreto de Estado, para pasar a los trascendidos de la prensa y redes sociales, al desconocerse el porqué del retiro voluntario (sin causa grave) de Medina Mora.

Don Eduardo, extitular de la PGR, también ocupó el cargo de Secretario de Seguridad Pública Federal, director del CISEN, Embajador de México en Estados Unidos y en el Reino Unido; por ello y por ser conocedor de la Constitución Política de la República, en cuyo artículo 98 se establece que las renuncias de los ministros de la SCJN, sólo proceden por “causas graves”; y hasta hoy no se sabe de la existencia de alguna de ellas, imputable al renunciante, a no ser que Santiago Nieto Castillo, tenga pruebas para imputar a Medina Mora, el delito de lavado de dinero o la comisión de otras conductas ilícitas que todavía no se conocen.

La cercanía de Eduardo Medina Mora con los últimos tres expresidentes de la República, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, es indudable, pues en sus gabinetes correspondientes, desempeñó los cargos mencionados y hasta conocer el fondo de las causas del aparente “retiro voluntario” se dejará de lado la especulación, que en política sirve principalmente para destruir imágenes de hombres públicos, o para satisfacer venganzas personales. Por lo pronto el descrédito del renunciante va en aumento.

Los dirigentes del Partido Acción Nacional, Marko Cortés y Damián Zepeda, se han adelantado para acusar al Gobierno Federal, de provocar la renuncia del Ministro Eduardo Medina Mora, pues suponen que atrás de la renuncia, aparece claramente la intención del Titular del Ejecutivo Federal, para someter al Poder Judicial y anular la división de Poderes, adoptada desde la consumación de la Independencia y la Firma del Pacto Federal de 1821 y 1824, para evitar el uso abusivo del poder.

Hasta hoy carga de la prueba para enjuiciar a Medina Mora, le corresponde al Subprocurador Especializado en Delitos Federales Juan Ramos y la cantidad de las transferencias que se investigan, asciende a 107 millones de pesos.

Dada la experiencia del renunciado Ministro Eduardo Medina Mora, nadie justifica la escueta carta dirigida al Presidente de la República, para hacerle saber su dimisión al más alto tribunal de nuestro país, la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Seguramente después de recibir la mentada renuncia en Palacio Nacional, se le comunicó al Presidente de la SCJN Arturo Zaldívar, y dejó de ser secreto de Estado, para pasar a los trascendidos de la prensa y redes sociales, al desconocerse el porqué del retiro voluntario (sin causa grave) de Medina Mora.

Don Eduardo, extitular de la PGR, también ocupó el cargo de Secretario de Seguridad Pública Federal, director del CISEN, Embajador de México en Estados Unidos y en el Reino Unido; por ello y por ser conocedor de la Constitución Política de la República, en cuyo artículo 98 se establece que las renuncias de los ministros de la SCJN, sólo proceden por “causas graves”; y hasta hoy no se sabe de la existencia de alguna de ellas, imputable al renunciante, a no ser que Santiago Nieto Castillo, tenga pruebas para imputar a Medina Mora, el delito de lavado de dinero o la comisión de otras conductas ilícitas que todavía no se conocen.

La cercanía de Eduardo Medina Mora con los últimos tres expresidentes de la República, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, es indudable, pues en sus gabinetes correspondientes, desempeñó los cargos mencionados y hasta conocer el fondo de las causas del aparente “retiro voluntario” se dejará de lado la especulación, que en política sirve principalmente para destruir imágenes de hombres públicos, o para satisfacer venganzas personales. Por lo pronto el descrédito del renunciante va en aumento.

Los dirigentes del Partido Acción Nacional, Marko Cortés y Damián Zepeda, se han adelantado para acusar al Gobierno Federal, de provocar la renuncia del Ministro Eduardo Medina Mora, pues suponen que atrás de la renuncia, aparece claramente la intención del Titular del Ejecutivo Federal, para someter al Poder Judicial y anular la división de Poderes, adoptada desde la consumación de la Independencia y la Firma del Pacto Federal de 1821 y 1824, para evitar el uso abusivo del poder.

Hasta hoy carga de la prueba para enjuiciar a Medina Mora, le corresponde al Subprocurador Especializado en Delitos Federales Juan Ramos y la cantidad de las transferencias que se investigan, asciende a 107 millones de pesos.